Feijóo ignora la inmigración en un pleno que él mismo pidió y exige a Sánchez que retire la ley que beneficia a presos etarras

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este miércoles en el Congreso para abordar la crisis migratoria días después de que el PP rompiera las negociaciones para reforma el artículo 35 de la Ley de Extranjería. Sánchez ha dado cuenta de las actuaciones realizadas por parte del Ejecutivo en materia migratoria tras la ruptura de las negociaciones con el PP para modificar la Ley de Extranjería. La comparecencia se realiza por la petición del PP, con el apoyo de Vox y del Grupo Mixto. En concreto, el portavoz del PP en la Cámara Baja, Miguel Tellado, solicitó que Sánchez explique las medidas que va a adoptar el Gobierno «para garantizar la necesaria participación de todos los ministerios implicados y del resto de administraciones, de modo que pueda coordinarse una auténtica política de Estado en materia migratoria». Sánchez ha recordado que «España es un país de emigrantes»: «Siempre que hablemos de migración debemos recordar que España es un país de migrantes». El presidente ha defendido «hacer todo lo que esté en nuestra mano para que España siga en la senda de prosperidad». Además, ha anunciado que «en las próximas semanas» el Gobierno de coalición intentará «aprobar una nueva ley de familias que ampliará los derechos de la familias monoparentales, numerosas, migrantes y con algún miembro con discapacidad», todas ellas medidas para seguir «fomentando la natalidad». El objetivo del Gobierno es, según el presidente del Gobierno, «impulsar la natalidad siendo fieles a los principios de la diversidad, de la libertad, de la justicia social». En todo caso, ha dicho que «no es realista pensar que España vaya a recuperar esa tasa de fecundidad de 2,1 hijos por mujer que garantiza el crecimiento natural de su población». «Ningún país desarrollado del mundo lo ha logrado. Ni siquiera, señorías, aquellos que han aplicado las políticas de natalidad más agresivas. Ni siquiera aquellos que han cercenado la libertad de los jóvenes restringiendo el derecho al aborto», ha recalcado. El jefe del Ejecutivo también ha agradecido a los ciudadanos canarios «su actitud» ante la inmigración y ha atacado a la derecha por su postura con la región insular: «Quiero dar las gracias a la población canaria. Quien quiera dejar sola a Canarias que no cuente con nosotros». Sánchez ha asegurado que «España tiene que elegir entre ser un país abierto y próspero o uno cerrado y pobre» y ha anunciado que próximamente el ejecutivo pondrá en marcha «un nuevo programa de contratación en origen» y «el mes que viene» aprobará en el Consejo de Ministros «una reforma de la ley de extranjería que mejorará y agilizará la regulación de migrantes», así como «un plan de integración para los extranjeros que lleguen a nuestro país». El presidente del Gobierno también ha anunciado que pedirá a la Comisión Europea adelantar la entrada en vigor del pacto migratorio europeo al verano de 2025 y no en 2026, como estaba previsto. «La falta de políticas de integración efectivas, dañan nuestra cohesión social», ha recordado el presidente, quien también se ha referido al «supuesto efecto llamada» del que le acusan PP y Vox: «Las personas no dejan sus casas porque les den una cama. Las personas dejan su hogar porque huyen de la miseria y de la violencia y ven en España y en Europa un futuro. El verdadero efecto llamada es nuestra prosperidad. Las migraciones aumentan en economías que crecen y disminuyen en economías estancadas». Durante la intervención de Sánchez, la bancada del PP obligó momentáneamente a interrumpirla con una ovación a la senadora Marimar Blanco, hermana del concejal Miguel Ángel Blanco, asesinado a manos de ETA en 1997. Blanco entró el hemiciclo en plena alocución de Sánchez y arrancó los aplausos de los diputados del PP, que se levantaron durante un minuto ante el silencio del presidente del Gobierno. Este movimiento se produce en plena tormenta por la reforma judicial que permitirá a presos de ETA que hayan cumplido parte de la pena en Francia salir antes de la cárcel. La senadora se sentó junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha exigido al presidente del Gobierno que retire la modificación legislativa con el objetivo de «retratarle», una vez que el Ejecutivo ha confirmado su negativa a dar marcha atrás. Tras la intervención de Sánchez, ha llegado el turno del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha pasado por alto la comparecencia, precisamente a petición del PP, del presidente del Gobierno sobre inmigración. Feijóo ha arrancado directamente sin una sola mención al tema en cuestión para hablar de ETA: «Le pido expresamente que retire la ley que beneficia a presos etarras». «Dignidad para usted significa presos por presupuestos», ha acusado Feijóo a Sánchez. «Muchos españoles se sienten decepcionados con mi grupo político y tienen razón, pero no es lo mismo un error que la bajeza moral de colarlo de tapadillo». La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha interrumpido a Feijóo para recordarle que ese no era el tema de la sesión, pero el líder de la oposición ha seguido con su diatriba: «Yo tengo derecho a hablar de la dignidad de los españoles asesinados por ETA. Tengo derecho y lo voy a hacer». El que sí ha querido hablar de inmigración, uno de sus caladeros de voto favoritos, ha sido el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha afeado a Sánchez y Rajoy sus papeles en la sesión plenaria: «Uno no ha hablado de fiscalidad y el otro apenas ha dicho unas pocas palabras sobre inmigración». A continuación, el diputado ultraderechista se ha sumido en su habitual dialéctica antiinmigración. El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, se ha mostrado muy crítico con las posiciones de la derecha y la ultraderecha sobre la migración: «Los crímenes importan en función del color de piel, por eso se indignan cuando el que los comete tiene la piel más oscura, sin embargo no he visto indignación al salir absueltos empresarios murcianos acusados de prostituir y violar a niñas». El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha afeado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, su obsesión con ETA durante la comparecencia de este miércoles para hablar, supuestamente, de inmigración: «Quizá tanta ETA sea para tapar su propia incompetencia». Posteriormente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado durante su turno de réplica que la reforma de la ley orgánica 7/2014 vaya a suponer «una rebaja de condenas» a los presos de ETA, y ha ratificado que el Ejecutivo no retirará la enmienda de Sumar que permitirá a los etarras conmutar las penas cumplidas en Francia. Este martes el Grupo Popular ha usado su mayoría en el Senado para aplazar al próximo lunes la votación de la modificación legal con la que se podrían beneficiar hasta 44 etarras con el objetivo de ganar tiempo y que el Gobierno tenga margen para actuar. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, también ha contactado con el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, para pedirle que pare la tramitación de esa norma. Bolaños ha devuelto la llamada a Gamarra por la tarde -debido a que tenía reunión del Consejo de Ministros y Pleno de control en el Senado- y le ha reprochado al PP su «cambió de opinión» en esta ley que rebaja penas a etarras, según fuentes del Ministerio de Presidencia. En esa charla, Gamarra le ha trasladado al ministro la voluntad del PP de enmendar lo ocurrido y le ha recalcado que se puede retirar la ley para evitar el daño que se puede producir con las rebajas de penas y las excarcelaciones de etarras. Además, ha dejado claro que el PP no sabía de las consecuencias de esta norma y que asume su «error», según las fuentes consultadas. Sin embargo, el Gobierno ya ha dejado claro que mantendrá esa reforma legal. Así lo confirmó este mediodía la ministra portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde acusó al PP de «usar el terrorismo por vacío de liderazgo». Pese a ello, Feijóo aprovechará el debate de este miércoles en el Congreso para decirle a Pedro Sánchez que «tiene la oportunidad de retirar» esta ley. Según fuentes del PP, si no lo hace se confirmará que el PP «votó por error» pero que el PSOE lo hace «por convicción». Fuentes del equipo de Feijóo han indicado que la sesión plenaria de este miércoles servirá para que el jefe del Ejecutivo se «retrate» porque si se niega a retirarla se verá que tenía «voluntad de excarcelar a terroristas» y que esto es «consecuencia de un pacto de legislatura con Bildu». «Vamos a apelar en el Congreso al presidente del Gobierno. Ahí podrá verbalizar su apoyo expreso a esta enmienda de Sumar, que abre la puerta a esta excarcelación anticipada de etarras», han señalado las mismas fuentes. Según han añadido, el Grupo Popular ha cometido «un error a nivel parlamentario» pero van a «dejar claro que esto pasa porque el Gobierno quiere que pase». A su entender, hay una «diferencia» entre quien «ha votado por equivocación» y quien provoca rebajas de penas de etarras por «necesidad parlamentaria». Asimismo fuentes del PP han resaltado que el partido está analizando todas las «posibilidades a nivel jurídico y parlamentario» para «mitigar o parar» esta reforma legal que beneficia a etarras. «Cualquier camino que se pueda recorrer, lo recorreremos», han indicado, sin descarta poder ir a Europa o movilizaciones si bien admiten que al presidente del Gobierno «le da igual lo que diga la calle». Asimismo, y pese a que fuentes del equipo del PP han admitido el «error» del Grupo Popular por no detectar esta «indignidad» durante el trámite parlamentario, no se plantean tomar decisiones internas a nivel disciplinario con los diputados encargados de esta reforma legal. «Es responsabilidad colectiva y no vamos a focalizarlo en personas concretas», han confirmado fuentes de la dirección nacional del PP, que admiten que si el voto del Grupo Popular hubiera sido decisivo para que la ley saliera adelante, seguramente la actuación ahora sí que sería diferente. El portavoz del Grupo Popular, Miguel Tellado, convocó a los diputados del PP implicados en el trámite parlamentario de la ley para recabar información y allí constató que estaban «muy afectados». «Los participantes han manifestado su disgusto personal y han asumido su responsabilidad», han indicado las fuentes consultadas, que insisten en que Génova no va a «señalar ni nadie en concreto» porque asumen que todos han «fallado» en el trámite parlamentario.

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El presidente defiende su política migratoria y anuncia una nueva ley de familias "en próximas semanas" para fomentar la natalidad en una comparecencia a petición del PP ante la "crisis migratoria", que Feijóo ha utilizado para hablar de ETA

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