El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido en audiencia a las 09:00 horas por el Papa Francisco en el Vaticano y después partirá a Chipre, donde participará en la cumbre que reúne a los países del sur de Europa. Según informaron fuentes de Moncloa, «ante la gravedad de los acontecimientos que están teniendo lugar en Oriente Medio», el presidente quiere «continuar aunando esfuerzos en favor de la paz, instando a la diplomacia y al diálogo frente a la vía militar». Durante la reunión, el mandatario ha condenado los ataques contra las fuerzas de la paz ocurridos en el Líbano y que han herido a varios cascos azules. Además, ha considerado que la comunidad internacional debería parar de exportar armas a Israel. Tras el encuentro, el presidente de gobierno español ha donado al pontífice un cofre de monedas conmemorativas acuñadas en el 50 aniversario de la muerte del artista español Pablo Picasso, celebrado en 2023. Por su parte, el pontífice argentino entregó a Sánchez una obra de terracota titulada Ternura y Amor, además del Mensaje para la Paz de este año, el Documento sobre la fraternidad humana, el libro sobre la Statio Orbis del 27 de marzo de 2020 y el volumen sobre el Apartamento de la Audiencia Papal. La visita de Sánchez a la Santa Sede ha estado envuelta en fuertes medidas de seguridad en torno a los aledaños del Vaticano, ya que tras el encuentro con el mandatario español, el papa ha recibido al presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski. Tras las reuniones en el Vaticano, el presidente se ha trasladado a la Real Academia de España, para posteriormente desplazarse al aeropuerto para viajar a Chipre y participar en la cumbre de países europeos del Mediterráneo. Por su parte, el Papa ya ha formulado «constantes llamamientos» al cese de las hostilidades acerca del conflicto bélico árabe - israelí y al silenciamiento de las armas en diversas zonas de conflicto. «El pontífice se ha consolidado como una de las voces más influyentes a nivel global en la promoción de la paz y el entendimiento entre las naciones». Desde el Ejecutivo insistieron en que «España aboga por centrar todos los esfuerzos en lograr una solución diplomática, que incluya el inicio de un proceso político para devolver la paz y la seguridad a la región, incluyendo la celebración de una Conferencia de Paz internacional». Al finalizar la audiencia en el Vaticano, el presidente del Gobierno viajará a Chipre para participar en la cumbre del MED9 que reúne a los países del Sur de Europa para intercambiar puntos de vista sobre cuestiones de interés de común de cara al próximo Consejo Europeo. La Conferencia Episcopal Española (CEE) confirmó hace unos días que había escrito «de nuevo» al papa Francisco para reiterarle «la invitación» que ya hicieron en enero el obispo de Canarias José Mazuelo y el presidente del Gobierno de las Islas, Fernando Clavijo. En la misiva, remitida «recientemente», los prelados agradecieron las continuas «referencias» del Pontífice a la situación migratoria en el citado archipiélago español. “Y en eso estamos, pero no hay especificaciones de fechas ni nada”, indicó el portavoz de la CEE y obispo auxiliar de Toledo, César García Magán en la rueda de prensa balance de la reunión de la Comisión Permanente del Episcopado de finales de septiembre. El portavoz también aseguró que no le consta que los prelados de las islas hayan hecho «más peticiones sobre el tema» pero subrayó que de producirse el anuncio lo recibirían con mucha alegría”, pues los obispos canarios “tienen mucho interés” por ser anfitriones de Francisco. “El Papa lo ha dicho más de una vez y la Conferencia Episcopal no ha habido una vez que se haya tenido un encuentro con el Papa en el que no se le haya reiterado la invitación”, prosiguió. De hecho, cuando Francisco también recibió en audiencia a la cúpula de la CEE, en palabras de Magán el Papa “lo dejó abierto”. «El viaje del Papa sería poner sobre el tapete ese drama», apostilló el portavoz. De hecho, García Magán también se refirió a que Francisco habló de la situación migratoria en las islas en el viaje de regreso a Roma tras visitar Bélgica y Luxemburgo. “Es un dolor que vive el Papa, que vivimos todos. Que viven especialmente en ese sitio que era destino de esas personas y las familias en sus países de origen. Todos tenemos que sentir el dolor cuando se pierde la vida en circunstancias tan trágicas”, agregó García Magán en referencia a uno de los recientes naufragio que ha tenido lugar rumbo a las Islas Canarias. Y concluyó que la visita de Francisco al archipiélago serviría “para visibilizar una vez más en toda Europa que las migraciones no es un problema de los estados del sur de Europa”, sino que tiene que ser “aceptado” y “coordinado” por todos los estados miembro y en colaboración con los países de origen. Respecto al formato de la visita, el portavoz aventuró que un viaje de esa envergadura tendría que coordinarse entre la CEE, las diócesis implicadas y el Gobierno, también el autonómico, aunque remarcó que la “intención” de Francisco, de producirse, sería únicamente a suelo canario, a través de “un vuelo directo desde Roma”, eludiendo pasar por la Península.