Ernest Urtasun: "Es un poco chocante cómo la derecha ha tomado mal el asunto de la descolonización, viven desconectados"

No ha pasado ni un año desde su nombramiento, pero Ernest Urtasun (1982), ya ha tenido que sobreponerse a algunas polémicas y a varios desafíos. La eliminación del Premio Nacional de Tauromaquía, la puesta en marcha de un Plan de Derechos Culturales, para blindarlos y defender, entre otras cosas, la libertad de expresión. Esa ha sido la espina dorsal de la política de su ministerio, un plan a largo plazo que articulará el resto de políticas culturales. Por otro lado, su ministerio ha tenido que reaccionar a los casos de violencia sexual dentro del cine español. Lo han hecho junto a la Academia de Cine y la Academia de las Artes Escénicas, creando una unidad para atender a las víctimas y prevenir las violencias en el sector. "Necesitábamos reaccionar ante todos los casos que estaban saliendo. Tener un instrumento específico del mundo de la cultura para luchar contra las agresiones machistas", dice el ministro en una entrevista en la SER.

Es una de las últimas medidas que ha tomado su gabinete, que por primera vez está en manos de un partido que no es ni el PP y ni el PSOE. De hecho, Ernest Urtasun compagina su cargo de ministro con el de portavoz de Sumar y tiene ahora mismo entre sus mayores retos el de desatascar la Ley del Cine, que se encuentra en proceso de enmiendas en el Congreso y que necesita urgentemente salir adelante. "Estoy dialogando con todos los grupos parlamentarios", señala sobre la necesidad de lograr que Junts o el PP apoyen una norma para la que el gobierno de coalición no tiene una mayoría garantizada, de momento. "Tenemos una ley que está completamente desfasada y que el sector nos está pidiendo que actualicemos. Creo que aquí tenemos una responsabilidad todos los grupos políticos de hacer una gran ley de país en un sector que, además, está en un momento extraordinario. Soy optimista y creo que al final lo sacaremos adelante con el máximo consenso, seguro", incide el ministro.

Además de esa ley, hay otra novedad con respecto a las políticas cinematográficas. La puesta en marcha de un programa para acercar el cine a los colegios. "Hemos estudiado el caso francés y puedo asegurar que en este segundo semestre habrá un proyecto piloto, con la idea de que el programa esté ya en marcha el año que viene. Básicamente, lo que vamos a tratar de hacer es que los niños vayan a ver una película al cine, pero que la trabajen una hora en clase, antes de ir, y una hora en clase después de verla". La idea se la sugirió el director Pablo Berger, nominado al Oscar por Robot Dreams, por ello, la película con la que comenzarán será esta cinta de animación. "Vamos a tratar que el programa se pueda hacer cargo financieramente del transporte de los niños. No queremos que colegios con más recursos puedan utilizar el programa y otros no".

Fuera del cine, se sigue trabajando en la ansiada reforma del INAEM, el Instituo Nacional de las Artes Escénicas y la Música, aunque de momento no hay avances significativos. "Lo que sí puedo decir es que tenemos un grupo de trabajo en el ministerio que funciona desde que llegué, donde estamos analizando todas y cada una de las distintas propuestas". Entre las directrices para esa reforma hay algunas líneas rojas: "Jamás vamos a poner en cuestión el carácter público del INAEM y los cambios que hagamos será con los sindicatos. Lo que queremos es que las unidades, que hacen producción cultural en teatro y en música pública, lo puedan hacer en mejores condiciones. Espero poder presentar una propuesta lo antes posible", se compromete el ministro.

"Estamos trabajando para un marco específico en el caso español"

La inteligencia artificial ha sido otro de los retos con los que se ha topado Urtasun este ejercicio. "Una de las primeras medidas que adoptamos fue una guía de buenas prácticas para las unidades del Ministerio, que ningún cartel, ninguna imagen que hiciéramos, ninguna campaña, se realizara sin creador, es decir, se hiciera usando la inteligencia artificial. No podemos permitir que la IA sustituya a nuestros creadores". Por otro lado, en cuestiones de legislación, nos remite a Europa. "Estamos trabajando para un marco específico en el caso español, que básicamente es un sistema de respeto y de remuneración de los derechos de autor cuando se usen obras para entrenar modelos de lenguaje. En las próximas semanas podríamos hacer algún anuncio al respecto".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

De las cosas más significativas de su gestión es ese Plan de Derechos Culturales anunciado antes del verano. Una medida que no verá sus frutos a corto plazo y que, quizá, no tiene resultados tangibles a priori. "Es un gran proceso de participación. Tenemos muchos grupos de trabajo organizados con representantes del sector cultural de distintos sectores, de asociaciones, de artistas, de productores, ciudadanos que están participando en la creación del plan. Es un gran diálogo de la Administración con los ciudadanos sobre la cultura. Lo que queremos de ese diálogo es que salgan una serie de líneas de acción", explica. "Entendemos la cultura como un derecho fundamental, y tenemos que ver cómo garantizamos el derecho a la creación, el derecho a la participación, el derecho al acceso a la cultura en el conjunto del territorio", explica sobre un tipo de políticas donde se incluiría la protección a la libertad de expresión o el derecho a que los niños puedan educarse viendo cine.

Sobre la descolonización de los museos, que tanto debate ha generado en España, el ministro quita hierro al asunto y remite a las políticas de otros países del entorno, incluso en Estados Unidos. "Hemos sido valientes afrontando determinadas cosas que había que afrontar. Es verdad que las revisiones decoloniales se llevaban haciendo por parte de los expertos en este país desde hace muchos años". De hecho, el Museo Thyssen tiene ahora una exposición en esa clave de revisión colonial que lleva preparando un tiempo atrás. "Todo lo vamos a hacer con los técnicos", reconoce Urtasun, cuyo equipo ha puesto en marcha dos grupos de trabajo liderados por los directores de museos para esta revisión. "Es un poco chocante cómo la derecha ha tomado mal este asunto, porque parece que viven completamente desconectados de lo que es uno de los grandes movimientos del arte y de la cultura europea en la actualidad. No me voy muy lejos, en Venecia, en la Bienal de Arte, la gran mayoría de pabellones nacionales, incluido lo español, abordan el tema de colonial. España, no puede quedarse al margen de ello y tiene que abordarlo igual que lo hacen los demás países de la Unión Europea".

En ese sentido, también se ha avanzado en temas de Memoria Histórica, con el catálogo de obras incautadas publicado para que aquellas víctimas de expropiaciones de obras de arte puedan reclamarlas. También se ha pronunciado sobre otra cuestión relacionada con este asunto, el Pissarro que reclama al Thyssen la familia Cassirer, de origen judío a quien los nazis expropiaron. Un posible cambio en la ley de California, donde se juzgó este asunto, podría reabrir el caso que hace unos meses dictó sentencia en favor del museo español. Urtasun ya dijo que él hubiera gestionado de otra manera el asunto. "Si hubiera estado al mando de este, de este asunto, cuando se hizo, yo lo hubiera gestionado de otra manera. Ahora mismo hay una sentencia que ya establece el cierre del caso. Si la ley californiana abriera la cuestión social otra vez, ya lo veríamos, Pero de momento prefiero ser prudente".