Los alquileres de temporada, saltarse la ley para ganar más dinero

Barcelona

Clara alquiló su piso en 2021, todavía con restricciones por el COVID, la finca estaba vacía y la empresa le hizo contrato por un año a un precio razonable. Ella, que siempre había compartido vivienda, no sabía nada de la Ley de Arrendamientos Urbanos y aceptó. Dos años más tarde la empresa que le arrendó ese piso le dijo que lo tenía que dejar porque su alquiler era demasiado barato. Entonces Clara se informó con el Sindicat de Llogateres de Barcelona y vieron que su contrato hacía aguas por todos lados. De entrada lo que le vendieron como alquiler temporal no lo era. Según la LAU un alquiler temporal tiene una duración de 5 años o 7 si el propiertario es una persona jurídica, o sea una empresa. Alegaron también que el piso lo alquilaban a personas en prácticas, y ella es funcionaria. Al final el tribunal le ha dado la razón a Clara y le reconoce ese piso como vivienda habitual.

Hecha la Ley, hecha la trampa

Los alquileres de temporada se han convertido en el coladero para saltarse la Ley de Vivienda que limita los precios de los alquileres en zonas tensionadas - de alta demanda- en las grandes ciudades. La Ley Catalana de la vivienda ya empezó a controlar los precios de los alquileres y se han conocido los datos del primer semestre del año. El precio de los alquileres ha bajado un 5%. También ha bajado el número de viviendas disponibles para alquilar, y según la portavoz el Sindicato de Inquilinas de Barcelona, Carme Carazo es "porque se van al mercado de alquiler de temporada" para ganar más dinero y eludir así las limitaciones y controles de la ley. Un estudio que realizaron desde El Diario.es dice que el 30% de los pisos anunciados en las capitales españolas es de temporada. Y en algunos sitios como Barcelona, Donostia o Cádiz la oferta de este tipo de pisos supera el 60%.

Otro tema es el de los fondos de inversión que han encontrado en España un paraíso para invertir y especular con el mercado inmobiliario. Carazo insiste en la necesidad de legislar y controlar este mercado que afecta a un derecho fundamental como es el de la vivienda. "No podemos seguir dejando que vengan fondos inversores que jueguen con nuestras ciudades". Que se hagan leyes y se pongan medios para vigilar que se cumplan. Y se tomen medidas valientes como se ha hecho en otros países, para evitar la compra especulativa, sin importarles si vive alguien allí o no. "La mitad de las compras en los últimos 15 años en la ciudad de Barcelona se han realizado por parte de inversores que tienen 8 pisos o más. Las familias compiten con inversores que pagan a toca teja, no hay competencia posible".

A quién no le interesa que salga una Ley para los Alquileres de Temporada

A mediados de septiembre se presentó en el Congreso para su votación una propuesta de Ley de los Alquileres de temporada. La presentó SUMAR pero la promovían los Sindicatos de Inquilinas e Inquilinos de toda España. No salió adelante. Votaron en contra PP, Vox, Junts y UPN. Esto pasa en un contexto en el que cada vez hay más población que va a tener que vivir en alquiler toda su vida. Esta semana se ha presentado el Estudio de Propietarios a Inquilinos, elaborado por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (Idra) El informe revela que el 70% de los encuestados en Madrid y Barcelona no esperan heredar. Y de los que reciban una propiedad, el 80% tendrá que compartirla. También constata que la condición de inquilino no se limita a la etapa de emancipación: son inquilinos la mayoría (53%) de los jóvenes hasta 29 años, pero también viven de alquiler más de un tercio de los ciudadanos de entre 30 y 44 años. Se trata de datos muy superiores a los que ofrece el INE para el conjunto de población española (un 15,4% de la población vive en casas arrendadas a precio de mercado) y de sus propias comunidades autónomas (en ambas, la población inquilina ronda el 20%). O sea que claramente la gran mayoría de población española va acabar siendo inquilino y eso aumenta las desigualdades.

EL LOKAL se queda

Ampliar

Lo que empezó como una librería libertaria hace 37 años, se ha convertido en un centro de atención para los vecinos del barrio del Raval de Barcelona. Un barrio popular, de vecinos trabajadores que está sufriendo y conviviendo desde hace años con la especulación y la turistificación más salvaje. El antiguo "barrio chino" de Barcelona se ha movilizado para que EL LOKAL, que así se llama este sitio de cultura alternativa y pensamiento crítico. La lista de quienes aportaron lo que pudieron es tan heterogénea como lo es el mismo barrio. Han donado desde grupos evangelistas, hasta las Putas Anticapitalistas. Y eso según su fundador y alma mater, Iñaki García, no es tan solo una muestra de la mezcla que convive en El Raval, es también reflejo del cariño que se tiene por este proyecto. Allí van desde personas que necesitan tramitar sus papeles. O artistas como Ibrahim, senegalés, que guarda allí sus esculturas de madera y que ha encontrado en la gente de El Lokal el apoyo que necesitó al principio y que ahora él retorna ayudando a artistas locales de su país a que puedan vivir y crear allí y no tengan que jugarse la vida en la travesía para venir a Europa. Han podido comprar el local comercial y asegurar que EL LOKAL seguirá vendiendo plástico para pancartas, fanzines, discos, casettes, libros y todo tipo de material relacionado con la cultura alternativa y la defensa de los derechos humanos.