Ni reducción de condenas ni solo a los presos etarras: un catedrático de Derecho explica la polémica reforma que beneficia a miembros de ETA
"Un Estado de Derecho no puede aplicar de manera diferente condenas a unos y a otros por los mismos delitos", explica Juanjo Álvarez, de la Universidad del País Vasco
Ni reducción de condenas ni solo a los presos etarras: un catedrático de Derecho explica la polémica reforma que beneficia a miembros de ETA
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Madrid
La semana que acaba nos deja una polémica tan grande como difusa: el Congreso ha aprobado, por unanimidad, una reforma legal que permite que presos etarras salgan de la cárcel antes de lo que estaba previsto. Una reforma legal que se desprende de varias normativas europeas que nuestro país, como miembro de la UE, debía trasponer desde hace años.
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La disputa tanto dentro de los partidos (especialmente, dentro del PP y de Vox) como entre Gobierno y oposición ha dejado poco espacio a otras noticias. Sin embargo, se han omitido o pasado por alto detalles que ayudan a entender la dimensión real de la reforma: no son reducciones de condenas a terroristas ni afecta únicamente a presos etarras.
No es que en España se reduzcan las penas, es que hasta ahora se estaban multiplicando. Vamos a explicarlo: la modificación afecta a todos los condenados antes de 2010 en España y en otro país de la Unión Europea por los mismos delitos. Hasta ahora, no se tenían en cuenta los años de cárcel en otro país para cumplir la pena aquí, lo que provocaba que presos por todo tipo de delitos estuvieran en España en la cárcel más tiempo del máximo que permite la ley (en la mayoría de los casos, 30 años).
De dónde viene esta reforma
Pero ¿por qué 2010? Esta normativa europea se traspuso por primera vez a la legislación española en 2014. La norma buscaba homologar a los distintos países de la Unión en relación al cumplimiento de las penas, fueran dictadas en el país de los 27 que lo fueran. En ese momento, el gobierno de Mariano Rajoy se dio cuenta de que hacer esto iba a tener el efecto que ahora causa revuelo. Así, decidieron incluir un límite temporal, y dejar fuera de la aplicación de esta normativa a los presos condenados antes del 25 de agosto de 2010, para, de esta manera, evitar la polémica con la salida de etarras de la cárcel antes de lo previsto.
Esta decisión del Ejecutivo de Rajoy ya levantó cierta polémica jurídica en su momento, puesto que casi la mitad de los jueces de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo opinaron en distintos votos particulares que este límite temporal era contrario a Derecho, por hacer distinciones entre unos presos y otros por razón de tiempo.
Juanjo Álvarez, catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad del País Vasco, explica a la SER que, de no aprobarse esta reforma "se está condenado a personas dos veces por los mismos hechos allí. Si ya he cumplido condena tres años en Bélgica por robo, por ejemplo, y aquí recibo una condena de quince también por robo, voy a cumplir quince años de condena: doce años en España y tres que se computan de los de Bélgica".
Y esto exactamente es lo que está ocurriendo ahora mismo en España con aquellos presos condenados por cualquier delito (no solo terrorismo) antes del 25 de agosto de 2010. Es decir, un violador condenado en Alemania y en España en 2009 puede cumplir hasta el doble de años de condena que uno condenado por los mismos hechos en 2018, por ejemplo.
Kantauri, Mobuto o Amaia, algunos presos beneficiados
Y aunque esta desigualdad afecta a todos los condenados según el año de su condena (si fue antes o después de 2010), la polémica la han levantado los presos de ETA, así que vamos a explicarlos con casos concretos. José Javier Arizkuren Ruiz, alias "Kantauri", asesinó a Fernando Múgica y secuestró a Ortega Lara, entre otros crímenes. Fue condenado a 154 años de cárcel, de los que debe cumplir, como máximo y por ley, 30. Lleva en la cárcel en España desde 2002, así que tendría que salir en 2032. Pero es que antes estuvo en la cárcel en Francia 7 años y 8 meses. Si quedara libre en 2032 no habría cumplido los 30 años que le tocan, sino casi 38.
Lo mismo pasa con otros etarras como Félix Alberto López, alias "Mobutu", que estaría en la cárcel 53 años en vez de 30 o Irantzu Gallastegi Sodupe, alias "Amaia", la pareja de "Txapote", que cumpliría 36 años. El cambio, pues, no da privilegios, sino que -explica Álvarez- elimina desigualdades: "Yo no tengo ninguna empatía los presos de ETA ni a lo que hicieron, pero un Estado de Derecho que se precie de serlo no puede aplicar de manera diferente condenas a unos y a otros. Esto es lo que trata de evitar no el gobierno Sánchez ni el Parlamento español, sino lo que prevé una normativa europea que nosotros como Estado europeo tenemos que trasponer".
Para el catedrático, esto supone olvidarnos de las emociones, porque "si alguien cree que defender esto es estar del lado de los etarras, se equivoca de plano. Si estás con el Estado de Derecho, lo tienes que estar de manera coherente y en todos los casos. Salvo que se esté de acuerdo en que lo que hay que hacer es vulnerar la legislación europea. ¿Alguien está de acuerdo en que, sabiendo que el derecho europeo no permite hacer esto, se haga?", se pregunta el catedrático Juanjo Álvarez.
Ahora mismo, un yihadista condenado en España y Suecia en 2018 está menos tiempo en la cárcel que uno condenado a la misma pena en España y Francia en 2009 por los mismos hechos o similares.
Adrián del Pozo
Periodista de informativos en los fines de semana. He pasado por la sección de Sociedad y por las radios...