Código de Barras
Sociedad

"Que el salario del inquilino triplique el alquiler": los inasumibles requisitos para vivir solo en Madrid

Los padres de Pablo Cote, de 28 años, han tenido que figurar como inquilinos para que él pueda alquilar un piso para él

"Que el salario del inquilino triplique el alquiler": los inasumibles requisitos que afrontan los jóvenes para vivir solos en Madrid

Más de la mitad de los españoles, casi el 60% de los jóvenes de hoy van a vivir peor a lo largo de su vida que sus padres. Tres de cada cuatro jóvenes vive de alquiler en nuestro país, mientras que el precio del alquiler ha aumentado casi un 30% en los últimos cinco años. Concretamente, en el último año, el alquiler ha subido un 8,6%, según los últimos datos proporcionados por el Gobierno, mientras que las nóminas tan solo han subido un 3%. Cuando comparamos los precios del alquiler con los de 2014, podemos ver que estos han subido un 100% en Madrid, un 140% en la Comunitat Valenciana y, en el caso más significativo, un 160% en Baleares.

Más información

La Ley de Vivienda, las propuestas de zonas tensionadas y las peticiones de regular los alojamientos vacacionales no han logrado ningún cambio por el momento. Todo esto ha provocado un malestar generalizado entre los inquilinos, que este domingo se unían a las cuarenta agrupaciones que han convocado una manifestación en las calles de Madrid para reclamar la bajada de los precios del alquiler y exigir la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.

Sin embargo, la crisis del acceso a la vivienda no se limita exclusivamente a los precios desorbitados. Los ciudadanos que cuenten con un sueldo que les permita pagar un alquiler caro se topan con unas trabas y unas cláusulas que resultan inasumibles. En el último programa de Código de Barras, la periodista Laura Bermejo ha hablado con un inquilino sobre el problema para acceder a un alquiler a pesar de contar con ingresos fijos y un amplio respaldo familiar.

Precios mayúsculos para pisos enanos

Las condiciones que ponen las inmobiliarias, que tienen el control de tres de cada cuatro alquileres, son, en muchos casos, imposibles de cumplir. Esto es precisamente lo que le pasó al joven valenciano, Pablo Cote, de 28 años, que tras cinco años compartiendo piso, decidió intentar buscar un alojamiento en solitario en Madrid. "Mi límite era 800 euros, pero vimos que quizás, pagando 50 más al mes, cambiaban las condiciones de los pisos. Había cosas bastante mejores y mi fijé mi tope en la búsqueda de Idealista en 900 euros", explicaba Cote.

Así, en la actualidad, abundan los pisos de un único espacio, en el que tienen que entrar cama, salón, cocina, baño... por 900 euros. "He llegado a ver 18 metros cuadrados y pedían 800 euros. Los pisos que tienen un poquito más de metros cuadrados y son una diferencia de 50 euros, que realmente es poco dinero, vuelan. No duran prácticamente en las plataformas", aseguraba el afectado.

Vivienda, ¿un problema sin solución a la vista?

Pablo Cote tuvo que hablar con sus padres para pedirles ayuda para pagar el alquiler. Pero a pesar de que habían asumido que tendrían que pagar este dinero que podían permitirse, en la mayoría de casos, no logran ni llegar a contactar con la agencia que anunciaba el piso en Idealista. "Muchos no me contestaban y eso que llevaban poco tiempo relativamente", confesaba Cote, que reconocía que intenta ponerse en contacto en cuanto le llegaba la alerta de la plataforma, incluso aunque luego la vivienda no le interesase. "No podías perder ni esos tres minutos en ver un poco las condiciones para ver si te interesaba", detallaba.

Inasumibles trabas para pasar el filtro de los propietarios

Sin embargo, Cote detalla que una vez lograba contactar con la agencia o el propietario, las trabas para pasar el filtro y poder alquilar la vivienda eran enormes. El joven valenciano detallaba cómo le habían puesto sobre la mesa la condición del seguro de impago, por la cual el salario del inquilino tiene que triplicar la renta de alquiler. "Algunos de ellos te lo avisaban ya por el chat y otros directamente allí te lo decía", explicaba. Esto implicaría que para un piso de un alquiler mensual de 900 euros, el inquilino está obligado a presentar una nómina que alcance los 2.700 euros, una cifra muy elevada en comparación con el SMI de España, fijado en los 1.134 euros.

Esto, en un principio, no era algo que preocupase a Pablo Cote ya que cuenta con avalista, pero pronto vio como las agencias y propietarios, dejaban las solicitudes con avalistas en un segundo plano. "Con tanta competencia, tanta demanda y tan poca oferta, me he encontrado con una serie de obstáculos que ya no sabía cómo sobrepasar", explicaba al reconocer que él no iba a poder cambiar su situación laboral a corto plazo, y sus avalistas seguirían siendo sus padres en cualquier caso.

En medio de la desesperación, Pablo relataba que, para uno de los pisos, decidió aportar una tercera nómina, la de su tía, para ver si el aumento de salario de los avalistas podría poner la situación a su favor. No obstante, ni con tres avalistas hubo suerte y finalmente, solo le quedó una opción: que sus padres alquilaran el piso por él. "Era la única manera de aportar dos nóminas seguras y pasar el filtro del seguro", lamentaba. Gracias a esta trampa, Pablo Cote vive en Madrid, en un piso de 30 metros cuadrados por 900 euros al mes.

Manifestación "Se acabó, bajemos los alquileres" por la vivienda (13/10/2024)