Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Denuncia, delación, inquisición

El Tribunal Supremo tiene establecido que con solo un recorte no vale para abrir una investigación judicial. El rumor valía, eso sí, en tiempos de la Inquisición

Denuncia, delación, inquisición

Barcelona

El Tribunal de la Inquisición ha dejado mucho rastro en España. Todavía se palpa. Entre los siglos XV a XXVII condenó a la hoguera y otras penas a decenas de miles de personas. Lo hacía habitualmente por herejía, que era una forma de delito de lesa majestad, porque entonces Dios y el rey se confundían. Lo más actual de aquel siniestro tribunal de excepción eran sus métodos. No solo por la tortura física y psicológica. Sino por alguno de los mecanismos útiles para iniciar el proceso.

Eran tres: la denuncia, la delación y la propiamente llamada inquisitio o inquisición. La denuncia y la delación, a cargo de cualquier vecino y no de ningún fiscal de carrera, tenían sin embargo un requisito: el denunciante debía ser conocido por el tribunal. En cambio, la Inquisición funcionaba anónimamente, al menos al principio. Si un rumor de herejía llegaba a oídos del tribunal, este empezaba a actuar, aunque luego, para proseguir, necesitaría dos, digamos, testigos presenciales.

Este es exactamente el tipo de mecanismo al que recurre la querella interpuesta contra el PSOE por presunta financiación ilegal y otras conductas malísimas. Se basa en el testimonio anónimo y sin pruebas de un supuesto socio de uno de los protagonistas del 'caso Koldo' según el cual, habría llevado dos bolsas con un total de 90.000 euros en papelitos a la sede socialista.

La denuncia es anónima, y sin embargo, un medio la publica sin apellidos ni más testimonios, pese a que relata un delito. Veremos qué ocurre con esta nueva batida de caza y captura. Pero el Tribunal Supremo tiene establecido que con solo un recorte no vale para abrir una investigación judicial. El rumor valía, eso sí, en tiempos de la Inquisición.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...