El inventor del KH-7 revela para qué se creó inicialmente y qué significan sus icónicas siglas

Madrid

Jaume Lloreda inventó el desengrasante KH7 motivado por una razón de peso. Así se lo ha explicado este domingo a Javier del Pino y su equipo de colaboradores y colaboradoras en el A vivir de la Cadena SER, donde ha hablado acerca de los orígenes de este icónico desengrasante y cómo llegó a convertirse en uno de los productos más reconocibles de nuestro país. Y es que, a pesar de que el empresario catalán había fundado inicialmente una empresa de recubrimientos metálicos, esta acabó convirtiéndose en la sede central de un desengrasante muy conocido por su eficacia contra todo tipo de grasa incrustada.

En declaraciones a la Cadena SER, Jaume Lloreda explica que el KH7 nace por la necesidad que tenían para limpiar ciertos elementos: "Nace porque uno tiene dificultades para limpiar y entonces tiene que inventar". Por aquel entonces, el quitagrasas por excelencia nació para limpiar joyas y no para limpiar cocinas como se hace actualmente. Sin embargo, hubo un momento en el que todo cambió motivado por una crisis que les llevó a repensar en su idea: "Son cosas de la vida. Vienen las crisis y uno tiene que buscarse la vida como puede. Mi madre estaba limpiando la cocina con ese producto y ya lo teníamos".

El origen del KH7

¿Cómo surge el KH7? Según cuenta Jaume Lloreda, de la mezcla entre un detergente muy suave y un disolvente que crearon un producto muy eficaz contra todo tipo de grasa: "Era un quitagrasas para limpiar la grasa que dejaban las joyas después de pulirlas. Básicamente había sido confeccionado para joyería, luego para componentes eléctricos y actualmente para cocinas, bicicletas, automóviles y lo que quieras". Y es que, a día de hoy, este desengrasante se utiliza en prácticamente todos los escenarios por su capacidad da absorber todo tipo de grasa. Incluso en el ciclismo profesional, donde son muchos los equipos que recurren a este producto.

¿Y de dónde proviene su ya icónico nombre? En declaraciones a la Cadena SER, el inventor del KH7 explica que el nombre del producto es el mismo que marcaba la fórmula original desarrollada en el año 1977: "La primera fórmula, que era para consumo propio, nacía de un número de orden a partir de dos productos mezclados. El nombre surge de un detergente al que se le puso la letra K, por no escribir el nombre del producto completo, y un disolvente al que le otorgamos la letra H". ¿Y qué pasa con el número 7? El inventor nos explica que el producto heredó ese número porque fue la séptima prueba la que acabó dando con el producto en cuestión. De esta manera, la letra K hace referencia al detergente, la letra H al disolvente y el número 7 a la séptima prueba que llevó al inventor a dar con la fórmula definitiva.

140.000 unidades al día

Varios años más tarde de dar con el producto en cuestión, porque recordemos que la primera fórmula era para consumo propio, la empresa decidió comercializar este producto para compartirlo con el mundo. Desde entonces, la empresa comenzó a crecer y a crecer hasta el punto de contar con un total de 77 empleados y empleadas que facturan 66 millones de euros.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

A día de hoy, Jaume Lloreda reconoce que venden unas 26 millones de unidades de KH7, lo que equivale a unas 140.000 unidades al día. Y no solo en España, pues el producto se lanzó al mercado internacional con el objetivo de ayudar a las personas de todo el mundo a acabar con la grasa. Por lo tanto, un auténtico caso de éxito que nace de una necesidad básica que acabó marcando para siempre la vida del empresario catalán.