Precios mayúsculos por pisos enanos, la imposible misión para alquilar en solitario en Madrid: "He llegado a ver 18 metros cuadrados por 800 euros"

Decenas de miles de personas han recorrido las calles de Madrid este domingo para reclamar una bajada generalizada de los precios del alquiler y protestar por la dificultad para acceder a la vivienda en España. La delegación del Gobierno ha cifrado en 22.000 personas la asistencia a este acto, mientras que las organizaciones convocantes han dado unos números muy superiores, 400.000 la federación de asociaciones de vecinos y 100.000 el Sindicato de Inquilinas de Madrid. Unas cifras que materializan el malestar generalizado que se extiende entre los inquilinos de España, que han visto como el precio de los alquileres se ha incrementado en casi un 30% en los últimos cinco años. El portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid, Víctor Palomo, lamenta las soluciones que propone el Ministerio de Vivienda para aliviar la crisis, demandando solidaridad a los caseros. «Decirle a los especuladores que sean solidarios es como tratar de acabar con el esclavismo pidiendo a los esclavistas que dejen de esclavizar», lamenta el abogado del sindicato, reconociendo que no sabe si es por «inocencia» o es «tontería». «Nos hacemos muchas trampas con la justificación de la oferta y la demanda. Yo si sube el precio de la carne, puedo dejar de consumirla, pero si sube el precio del alquiler, no puedo dejar de vivir del alquiler», sentenciaba. El tema de la vivienda es un tema que ha sido cubierto en numerosas ocasiones en el programa de Código de Barras de la SER. En el último episodio, la periodista Laura Bermejo ha hablado con Pablo Cote, un joven valenciano de 28 años, que ha detallado en el programa el calvario que ha sufrido hasta lograr conseguir un piso para él solo en Madrid. Tras cinco años compartiendo piso, Cote decidió que quería intentar vivir en solitario, sin ser consciente de los obstáculos que se encontraría hasta lograrlo. «He llegado a ver 18 metros cuadrados y pedían 800 euros. Los pisos que tienen un poquito más de metros cuadrados y son una diferencia de 50 euros, que realmente es poco dinero, vuelan. No duran prácticamente en las plataformas», detallaba el afectado. Y es que en Madrid, y en otras grandes ciudades de España, cada vez son más habituales las viviendas de un único espacio —en el que entran el dormitorio, el salón, la cocina y el baño—, puestas en alquiler por precios que alcanzan y superan los 900 euros. Ante las dificultades para encontrar algo que se ajustase a sus necesidades y respetase su límite para invertir en alquiler, Cote tuvo que pedir ayuda a sus padres para poder asumir estos gastos mensuales. Gracias a la aportación de sus progenitores, Pablo pudo ampliar su búsqueda, pero esto no terminó de facilitar el proceso, ya que en la mayoría de casos, no consiguió ni contactar con los propietarios o la agencia. «Muchos no me contestaban y eso que llevaban poco tiempo relativamente. Llegó un punto que, en cuanto me llegaba la alerta, mandaba un mensaje para dejar constancia, aunque luego no me interesara», confesaba Cote. «No podías perder ni esos tres minutos en ver un poco las condiciones para ver si te interesaba», detallaba.

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El precio de los alquileres y el acceso a la vivienda es un problema generalizado entre los jóvenes

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