Clima de máxima tensión en el San Lorenzo de Muniain: alrededor de 60 barras bravas paralizan el último entrenamiento
Los ultras irrumpieron en la sesión demandando actitud a la plantilla y amenazan con tomar represalias de no ganar el próximo partido
Iker Muniain enfila el túnel de vestuarios en un partido con San Lorenzo / Daniel Jayo
No está siendo nada sencilla la aclimatación de Iker Muniain al fútbol argentino. El que fuera capitán del Athletic Club hasta este último verano cumplió este verano su sueño de jugar alguna vez en Argentina, pero su llegada está siendo incapaz de levantar a un histórico en horas bajas. San Lorenzo ha pasado de la ilusión por su fichaje a la ira por los malos resultados en apenas unas semanas. La cuerda ha terminado de tensarse este miércoles, cuando alrededor de un centenar de ultras han irrumpido en la última sesión de entrenamiento.
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Atraviesa San Lorenzo una etapa turbia. Los de Almagro ocupan el puesto vigesimocuarto de los 28 que conforman la Primera División de Argentina, habiendo sumado 18 puntos en 17 jornadas, y el desenlace de su último partido a terminado de ser el detonante por el que la tensión ha estallado.
Godoy Cruz y San Lorenzo se veían las caras en un enfrentamiento en el que 'El Ciclón' ya acudía con urgencias máximas debido a su situación en la tabla. Y los visitantes tuvieron en su mano la victoria, disponiendo de un penalti para desequilibrar un partido que había llegado al minuto 94 con 1-1 en el marcador. Sin embargo, Francisco Fydriszewski asumió la responsabilidad de lanzar desde los once metros y el riesgo no pudo salir peor. San Lorenzo desperdició una oportunidad de oro y para la que Muniain estaba predestinado.
La primera consecuencia de ello fue la dimisión de su entrenador. Leandro Romagnoli se despidió del club al término de este encuentro, avivando una crisis que este miércoles ha acabado con ultras irrumpiendo en la sesión de entrenamientos y creando momentos de desconcierto sobre el césped. Los barras bravas, en torno a 60 según comentaron los medios argentinos, demandaron al plantel actitud y amenazaron con que su próximo partido podría tener consecuencias en caso de no conseguir los tres puntos.
Su primera oportunidad de empezar a revertir la situación será a partir del lunes. Barracas Central, colista de la clasificación, es su siguiente prueba de toque en una cita que se prevé de lo más tensa.
