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El libreto de Martín Anselmi pone patas arriba México: "El qué es siempre el mismo; el cómo... déjame ver al rival y te cuento"

Su Cruz Azul es una de las sensaciones del año: así trabaja el argentino de 39 años que revoluciona México

Martin Anselmi, entrenador de Cruz Azul da instrucciones en un duelo frente a Atlas. (Hector Vivas/Getty Images) / Hector Vivas

Madrid

En la liga mexicana, Cruz Azul está liderando el campeonato practicando un gran fútbol de la mano de Martín Anselmi, jovencísimo técnico argentino de 39 años que, con un fútbol propositivo, valiente y con las ideas muy claras está acaparando todo tipo de elogios. Con nueve victorias, un empate y una derrota en once partidos, Cruz Azul lidera la tabla de la liga mexicana con cuatro puntos más que Tigres, su más cercano perseguidor. Tras dar sus primeros pasos como profesional en el staff de Gabriel Milito en Independiente de Avellaneda, asumió por primera vez un banquillo en 2021 en La Calera. De ahí, en la temporada 2021/2022 volvió a Independiente del Valle, donde ya había sido asistente en el cuerpo técnico de Miguel Ángel Ramírez.

Allí, llevó al club a su etapa más exitosa: ganó una Copa Sudamericana, una Recopa Sudamericana, una Copa y una Supercopa de Ecuador. En diciembre de 2023 llegó a México, de la mano de Cruz Azul. Y al frente del club que disputa sus partidos en el estadio Azteca está firmando un arranque de campaña espectacular. Anselmi ha sorprendido a propios y extraños con un libreto muy definido y que auna conocimiento, táctica y liderazgo. "Cruz Azul es un equipo enorme, un equipo grande, y creo que la gente se siente muy agradecida y valora mucho nuestro trabajo. Siempre queremos competir, tratar de ser valientes y protagonistas y no pensar en el resultado. Queremos ir ganando, seguir compitiendo, recuperando tras pérdida… y eso es un proceso. No se consigue de un día para el otro", asegura Anselmi el Play Fútbol.

  • Escucha la entrevista completa a partir del minuto 38:15:
Quiero ser como Pirlo

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01:15:55

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P. Hola Martín, cómo estás muy buenas.

R. Hola Bruno, un placer estás aquí y poder encontrarnos.

P. Tú eres también periodista, ¿no?

R. Bueno, a modo oficial sí (Risas), pero a modo profesional no porque nunca he ejercido. Cuando terminé el secundario, en argentina todavía no se podía hacer la carrera de entrenador. Tenías que tener 25 años o haber sido futbolista. Entonces, para acercarme al fútbol, empecé la carrera de periodismo deportivo y ya después, con 25 años, me metí en la carrera de entrenador y ya no he parado.

P. Llegaste a jugar en edad juvenil en Ferrocarril Oeste.

R. Sí, hice todas las infantiles en Ferro y en el baby fútbol, en el fútbol sala, donde jugué hasta 13 años. Tuve un pequeño pasito por cancha grande, pero ya no seguí, pero me dediqué al colegio, al estudiar (Risas). A lo mío.

P. Me interesa tu perfil como entrenador porque no hay tantos entrenadores a los que se le abran las puertas a pesar de no haber sido futbolistas profesionales. Tu entraste en Independiente de Avellaneda y ahí es cuando te llama Gabriel Milito para formar parte del staff del primer equipo.

R. Yo, por el año 2015, trabaja en las formativas de un club de tercera categoría del fútbol argentino. Entrenaba a chicos de 16-17 años después de haber tenido un paso por Independiente de Avellana a modo de pasantía. Colaboraba con un entrenador en la quinta división, con Francisco Pepi Berscé. Cuando llega fin de año, él me recomienda y me fui un año a Excursionistas. Después, a Milito le sale la oportunidad de arrancar su carrera en Independiente de Avellaneda y a través de Pepi, que era su asistente, me contacta para formar parte de su cuerpo técnico como videoanalista. Sin lugar a duda para mí fue un paso super importante. Vi lo que era una primera división. Siempre digo que Milito terminó de ordenarme muchas cosas que yo no tenía tan claras. Fue determinante en mi formación.

P. Fuiste asistente del español Miguel Ángel Ramírez en Independiente del Valle y le acompañaste en Inter de Porto Alegre. En 2021 empiezas tu carrera en Unión La Calera, pero seguramente es en Independiente del Valle, con aquella Copa Sudamericana ganada a Sao Paulo, tantos títulos como la Copa de Ecuador, la Supercopa de Ecuador, la Recopa Sudamericana que le ganáis a Flamengo, el campeonato ecuatoriano… Es un paso muy especial el tuyo por allí.

R. Independiente del Valle es mi casa futbolística. Cuando me tocó volver, con Miguel habíamos conseguido el primer título de la historia del club que era la Copa Sudamericana de 2019, y yo sentí que volvía a mi casa. Sabía a quién me iba a encontrar, la gente que iba a trabajar conmigo, la liga en la que teníamos que competir… Era un club en el que soñé con trabajar como primer entrenador porque estamos muy unidos en nuestra filosofía de ver el fútbol y la vida. Si bien no hay nada certero en el fútbol, yo sentía que ese era un lugar para poder desarrollarme como entrenador. Después vino todo lo que vino. Se han conseguido muchos títulos, el cuerpo técnico que más ha conseguido en la corta historia del club. También hemos modificado infraestructuras, hemos hecho debutar a muchos chicos que hoy son realidad en la selección de Ecuador y en el fútbol mundial… Independiente del Valle siempre va a estar en mi corazón, es gente que quiero más allá del escudo. He vivido tres veces en Ecuador en diferentes etapas y sin lugar a duda es un lugar muy especial para mí.

Todo lo que se analiza a través del resultado queda viciado y mi trabajo es aislar ese resultado y poner el foco en lo que se hizo.

—  Martín Anselmi, técnico del Cruz Azul, en Play Fútbol

P. Llegas el diciembre de 2023 a Cruz Azul. Apuesta por ti Iván Alonso, que había seguido bastante bien tu carrera. Viendo tus partidos y escuchando a entrenadores rivales y analistas del fútbol mexicano, se valora mucho de ti, más allá de cómo juega tu equipo y de tu propuesta valiente, que crees mucho en los procesos.

R. Sí, es un poco ir semana a semana contestando en conferencias de prensa e ir educando en lo que uno trata de transmitir. En el fútbol los resultados mandan, no tengo ningún tipo de duda en eso. No somos magos, somos entrenadores, y necesitamos nuestro tiempo para hacer que nuestro trabajo se vea reflejado en el terreno de juego. A partir de ahí, como entrenador no trato de hacer análisis a través del resultado, por ahí viene lo que tú me dices. Yo puedo ganar un partido y no estar conforme con la actuación del equipo y perderlo y estar conforme con lo que hicimos. Todo lo que se analiza a través del resultado queda viciado y mi trabajo es aislar ese resultado y poner el foco en lo que se hizo, lo que no y lo que podemos llegar a hacer. Poner el foco en la competencia te permite llegar más lejos. El resultado no es excusa. Siempre intentamos mantener el foco en competir, que es llevar el plan de partido de la mejor manera posible. Después, Cruz Azul es un equipo enorme, un equipo grande, y creo que la gente se siente muy agradecida y valora mucho nuestro trabajo. Siempre queremos competir, tratar de ser valientes y protagonistas y no pensar en el resultado. Queremos ir ganando, seguir compitiendo, recuperando tras pérdida… y eso es un proceso. No se consigue de un día para el otro.

P. Yo puedo decir muchas cosas desde fuera sobre ti, pero quien mejor lo puede explicar son tus jugadores. Esto dice Willer Ditta sobre su técnico. “Todo el mundo lo ha dicho, es un tipo muy bien preparado. Es un gran ser humano y un gran profesional. La manera en la que nos transmite las cosas lo hace muy fácil para nosotros. Desde que llegó, ha planificado los partidos y luego ha sucedido lo que él había planificado anteriormente. Eso habla de lo bueno que es. Como grupo, lo asimilamos bien y somos un grupo muy capaz para llevar todo a cabo a buena forma. En lo personal… es muy joven. Se acerca mucho a nosotros, nos habla, y eso para el jugador es muy importante”. Hay dos cosas importantes. La primera, el plan de partido.

R. Primero agradecer a Willer las palabras. Que el futbolista se sienta identificado es un premio, es lo que todos buscamos. Nosotros buscamos convencer y para ello hay que creer y hacer que crean. Le doy mucha importante a lo que siente el futbolista. Siempre digo que esto empieza siendo mi idea y para a ser nuestra. Para eso, ellos la tienen que comprender, abrazar y defender. A partir de ahí, es clarificar y empezar a transmitir partido a partido nuestros conceptos, nuestro modelo de juego y nuestro modelo aplicado al rival que nos va a tocar. Le damos mucha importancia a eso porque creo que jugamos en función del rival sin perder nuestra esencia. El qué vamos a hacer es siempre el mismo -ser protagonistas, controlar el partido a través de la posesión, a viajar juntos la mayor cantidad del tiempo posible para estar cerca en las pérdidas-, el cómo lo vamos a hacer, déjame mirar al rival y te lo cuento. El cómo, cambia. Todos los partidos es un cómo distinto porque todos los rivales tienen jugadores distintos, entrenadores distintos… Nosotros no elegimos, por ejemplo, como vamos a atacar. El que lo elige es el rival. En función de cómo me defiendas, yo te ataco. Sí puedo elegir cómo te voy a defender, pero a la hora de atacar… yo sé que voy a hacer. Me la voy a pasar, voy a buscar ventajas. Pero cómo me la voy a pasar… te lo digo en función de cómo me salte el rival. A partir de ahí empezamos a construir un modelo en el que el jugador debe tener claro qué le pide cada acción y creer en lo que va a hacer. Ese es nuestro trabajo día a día. Si lo que uno le cuenta al futbolista luego no sucede, es difícil convencer. Si lo que cuentas luego sucede y además ganas… Ganar es lo que subraya y convence a todo el mundo. Hay que conjugar todo este cóctel.

P. Esa es la primera parte de la declaración de Willer Ditta. En la segunda habla de la cercanía con el cuerpo técnico. Es importante al jugador darle un contexto táctico y generarle facilidades, pero también uno anímico. Que vaya a trabajar con ganas cada día. En ese sentido, con México tenéis a Luis Romo, Carlos Rodríguez, Erik Lira, Jorge Sánchez, Andrés Montaño con la sub-23, Amaury Morales, Mateo Levy con la sub-20. Con Colombia a otros como Willer Ditta. No hay manera mejor de que un futbolista congenie con un cuerpo técnico que ver que mejora individualmente.

R. Creo mucho en el liderazgo, creo que tiene una importancia mucho más elevada de la que desde fuera se le puede dar. Creo mucho en el conocimiento y en el juego, eh. Pero el liderazgo va de la mano. Una cosa sin la otra se vuelve compleja. Es lo que te decía antes. Somos seres humanos a los que hay que convencer para que hagan propia una idea y la única forma es creer en lo que transmites y hacerlo de buena forma. A mí me gusta la filosofía de equipo, que se respire el día a día como un equipo. El jugador más importante es el equipo y mi único jefe, el jefe de Martín Anselmi, es el equipo. A partir de ahí, estoy a su servicio y estando así intento satisfacer todas las necesidades que tienen los futbolistas sin que se confundan o sin que sean caprichos. Yo trato de darles las herramientas dentro del campo y fuera de él para que estén felices con lo que hacen. Me gusta ser cercano, entender e involucrarme. Me involucro en muchos temas personales y grupales siempre desde la coherencia y el sentido común. Si le hace bien al equipo, está bien. Si algo no le hace al equipo, no lo vamos a permitir. Cuando cada uno entienda que tienen rol dentro de un sistema, de un equipo o de una familia, y que si cumples tu rol beneficias al equipo y te beneficias a ti mismo. Tratamos de que sea así, depender del colectivo. La idea es no depender del individuo, es depender del colectivo y que eso se transmita al movernos dentro y fuera de la cancha. Para jugar a lo que queremos, hay que jugar en equipo.

El qué vamos a hacer es siempre el mismo -ser protagonistas, controlar el partido a través de la posesión, a viajar juntos la mayor cantidad del tiempo posible para estar cerca en las pérdidas-, el cómo lo vamos a hacer, déjame mirar al rival y te lo cuento.

—  Martín Anselmi, técnico del Cruz Azul, en Play Fútbol

P. Vamos ahora con Luis Romo. “Contra Chivas empecé de mediapunta y terminé de central en líbero. Con Pacucha empecé de central y terminé de doble enganche. Muchos pensarán que me dijo el técnico que cambiase el sitio y ya, pero no. Se trabaja durante la semana, se hacen muchas rotaciones y hay muchos jugadores implicados. Ahora me está tocando a mi moverme a todos lados, pero esto se trabaja con diferentes jugadores. Anselmi te da todas esas herramientas y además te da respaldo. Te pide jugar fuera de posición, pero cuando te equivocas tienes el respaldo del grupo y del entrenador y eso te da confianza”. Habla de la diversificación de posiciones. Hace unas semanas un entrenador me decía que, si tiene un futbolista que, en ocasiones de central, otras de centrocampista y otras de mediapunta, él va a ser como mediocentro qué necesita el defensa de él. Me pareció muy interesante.

R. Estamos hablando de entender el juego. Cuando entiendes el juego y a su vez le sumas el perfil, da igual la posición que ocupes. Nosotros tratamos ir ocupando diferentes posiciones dentro del campo, pero mientras esa estructura esté en el campo, me da igual quien la ocupe. Romo de formación es central, pero ha explotado en primera como centrocampista de contención y también ha sido box to box. Yo sabía que podía contar con él como líbero, entonces necesito un jugador que tenga fluidez y que sepa recibir de espalda bajo presión. A su vez, tiene buena recepción, buen contacto de espaldas y es profundo atacando el área y por eso puede jugar bien por detrás del delantero. A partir de ahí, vuelvo a lo anterior. Cuando uno planea un partido o un once, lo primero que hago es ponerme en el lugar del otro y, si le voy a pedir algo distinto a lo que viene haciendo, tratar de hablarlo con el jugador para ver su respuesta o si está dispuesto. Obviamente él siempre te va a decir que sí, pero yo tengo que saber que está convencido. Eso te habla de lo que te decía de estar al servicio del equipo. Por más que yo quiera jugar de una forma, después tengo que ver quien va a ocupar esa estructura y si está capacitado para hacerlo. Hay que charlarlo con ellos, entrenarlo y tolerar el error, es parte de esto. Si a la primera castigamos el error… al final somos nosotros los que estamos pidiendo cosas nuevas a los futbolistas. Los errores son parte del juego y hay que entenderlos. Yo soy feliz con jugadores que entiendan el juego y Romo es uno de ellos.

P. Te deseamos suerte en lo que queda de campeonato. Abrazo, suerte y a la próxima.

R. Gracias por el contacto. Un saludo.

 
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