Llega a Albania el barco militar italiano con el primer grupo de migrantes trasladados al centro de identificación de Tirana
El centro de identificación y retención que Italia ha construido en el puerto de la capital albanesa, zona cero del plan de externalización migratoria de Giorgia Meloni, es un edificio gris vallado y amurallado
Marina García desde el puerto de Albania al que llegan los primeros migrantes deportados desde Albania: "Esperan que esto ponga en foco en el país para entrar en la UE"
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Enviada especial a Albania
Un buque de la Marina italiana ha llegado este miércoles a Albania con los 16 primeros migrantes que Italia internará en los centros de identificación y retención que Roma ha levantado en este país balcánico, dentro de su polémico sistema de externalización de la acogida migratoria fuera de la Unión Europea.
Los migrantes, que intentaron alcanzar suelo italiano a través del Mediterráneo central, son 10 personas de Bangladesh y otros 6 de Egipto. Sin embargo, dos de ellos han declarado que son menores de edad, por lo que van a ser trasladados de vuelta a Italia para hacerles unas pruebas periciales pertinentes y, en caso de confirmarse su menoría de edad, permanecerán en el país liderado por Meloni.
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Está previsto que sean sometidos a controles sanitarios y de identificación en el mismo puerto de llegada en la localidad de Schenhgjin, donde está activo un centro para gestionar las llegadas. Los 16 serán trasladados desde la embarcación al centro de identificación, rodeado de murallas y muros grises, a pocos metros del barco.
Se trata de la zona cero del plan de externalización migratoria de Giorgia Meloni, que este miércoles debe concretarse. La imagen es también la de un territorio dentro de otro: el centro es, según el gobierno italiano, de completa jurisdicción italiana. Los carabinieri llevan ya varios días aquí, entre las montañas y la playa de este país extracomunitario.
Un cuadro gris dentro un puerto turístico
Lo único que permiten a los medios de comunicación es acercarse desde fuera al puerto. Hay un gran control policial y se puede ver una construcción nueva, con muros vallas y alambrada, que la separan de la imagen de un puerto normal, con embarcaciones, puestos de control y carteles escritos en albanés. La imagen es completamente diferente: un cuadro gris dentro de un puerto de esta ciudad turística y costera, que está llena todos los veranos de turismo nacional e internacional.
Entre los albaneses hay gran incredulidad. Muchos se sienten vendidos por su primer ministro por este acuerdo y otros esperan que ponga en el foco al país de cara a entrar en la UE y creen que esta ayuda a Italia puede beneficiarles.
Este centro de identificación será un paso solo transitorio. Tras este primer proceso, los migrantes serán trasladados al campo de acogida de Gjader, a unas decenas de kilómetros de distancia. Estas dos instalaciones, gestionadas y controladas por las propias autoridades italianas, son resultado de un acuerdo entre Roma y Tirana que externaliza a territorio albanés la gestión de solicitud de asilo y la posible repatriación de personas rescatadas en aguas del Mediterráneo que busquen llegar a Italia.
Ambos centros se encuentran operativos desde la semana pasada, cuando el ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, adelantó que el traslado de "inmigrantes irregulares procedentes del norte de África" comenzaría lo antes posible y que Europa se ha fijado el objetivo de "reforzar el sistema de expulsiones".