Manuel Jabois: "Había un Payne que se enseñaba al mundo y un Payne que estaba siendo tragado por el mundo"

Madrid

"Cuando Liam Payne ya estaba en caída libre por el alcohol y las drogas, y después muerto, se seguían colgando stories en su perfil que lo mostraban desayunando feliz, sobrio y con su pareja. Bromeaba sobre arte, alababa el paisaje argentino. Hubo mucha confusión en los primeros momentos porque de repente colisionaron dos tiempos presentes: el de las redes sociales, que lo mostraban feliz y pacífico, y el de fuera de las redes sociales, que es la vida que no eliges mostrar, que es la vida que simplemente pasa. Yo esta tarde puedo colgar una imagen de unas vacaciones mías en Italia el verano pasado y la gente que no me trata a diario, todos menos tú, pensará que estoy en Italia. El caso es que a Liam Payne esas publicaciones se las hacía, como celebridad, un equipo. Me ha impactado mucho. Hace unos días Payne estaba en un hotel rural, en el campo, con su novia, desayunando a mediodía. Ayer se encontraba ya solo, en un hotel en medio de la ciudad, completamente fuera de punto. Pero el escaparate mostraba el pasado. Había un Payne que se enseñaba al mundo y un Payne que estaba siendo tragado por el mundo. No voy a decir esa tontería de que nadie se crea lo que uno publica en las redes, porque a estas horas ya sólo nos escuchan adultos y lo saben, pero la desolación, el choque psicológico de estar siendo actualizado en redes en momentos idílicos cuando tú has recaído por enésima vez en las drogas, es para estudiarlo. Supongo que de alguna manera es la brecha eterna entre lo que enseñamos y lo que somos."