Pogba: de sentirse "un león enjaulado" en Turín a tener un claro objetivo en su vuelta tras la sanción por dopaje
El jugador francés rompe su silencio tras el año de suspensión tras su positivo en deshidroepiandrosterona
La vuelta de Pogba, suspendido tras su positivo en deshidroepiandrosterona en 2023, está más cerca que nunca. El centrocampista francés, que en un principio fue suspendido por cuatro años, vio rebajada su sanción a 18 meses por parte del TAS. El futbolistas de 31 años, que tiene la intención del actual es llegar listo a la primavera de 2025, ha roto su silencio en varios medios como L'Equipe, Sky Sports, La Gazzetta dello Sport o ESPN donde aseguró que en esta próxima etapa habrá un "nuevo Pogba" que será "más hambriento, más sabio y más fuerte".
"Este año trabajé solo con los entrenadores y estoy listo para volver a la normalidad en 2025. Sólo tengo un deseo: jugar al fútbol", destacó Paul Pogba, quien aseguró que, pese a no poder tener contacto por cuestiones legales con los miembros de la Juventus, su actual equipo, sí que recibió muchos mensajes de compañeros que le apoyaron en todo este camino. "Cuadrado me llamaba cada dos días y siempre me hacía reír. Dybala me envió muchos mensajes. Y luego Vlahovic, McKennie, Weah, Kean... No esperaba tantos, también porque cada uno de nosotros tiene sus propios problemas en la vida diaria", aseguró.
Durante este tiempo en el que Pogba estuvo sancionado por dopaje, la Juve cambió de entrenador, aunque aún, como destacó, no pudo hablar con Thiago Motta. "Este momento llegará. Creo que volveré preparado para entrenar y jugar con la Juve. Ahora soy jugador de la Juventus. Sólo hay esto en mi cabeza hoy. No tengo que hablar, el campo hablará y luego Thiago Motta juzgará con los ojos, según lo que vea. La charla es agradable, pero quiero jugar en la Juventus y en Francia quiero ser el mejor", dijo. Y es que, precisamente, su gran objetivo es volver a estar con Les Bleus: "Jugar un Mundial es un sueño. Lo hice, lo gané. Pero vale la pena. Hay trabajo. En marzo se cumplirá un año y medio desde que jugué mi último partido oficial. Voy a tener que trabajar y recuperar mi lugar. Volver a la selección francesa es un objetivo, por supuesto, pero hay que ser realista. Hoy no juego. Tengo que ganarme mi lugar".
Un año difícil, confirmó Pogba. Pero el momento más doloroso para el centrocampista francés fue "pasar todos los días frente al estadio y Continassa para acompañar a mis hijos al colegio sin poder venir a entrenar o jugar con la Juventus". Una situación con la que el internacional con Francia incluso llegó a pensar en que debía salir de Italia: "Me sentí como un león enjaulado. En cierto momento quise irme de Italia con mi familia porque esta situación me dolía demasiado el corazón".
"Vi lo que realmente era la vida. Cambia. Ya no te ven igual. Ya no recibes los mismos mensajes, las mismas llamadas... Te concentras en lo importante (...) amigo es una palabra muy grande. Hoy sé que tengo amigos que me aman por lo que soy, no por lo que vemos en las redes o en la publicidad. Vemos quién piensa en ti, en tiempos de gloria y en tiempos de agitación. Realmente estás creciendo. Pero la verdad es que no lo tomo a mal. Al contrario, lo tomo positivamente. Me permitió ver a quién tenía frente a mí. Este tiempo también me ayudó a pasar tiempo con mi familia, a mis hijos, a estar con ellos, a ser realmente un padre en casa. Cuando eres futbolista, no tienes ese tiempo. Y si pude mantener esta motivación, esta fuerza, es porque mi esposa, mis hijos, mi familia estaban ahí, a mi lado", explicó Pogba.
Además, el centrocampista francés quiso dar un consejo al resto de futbolistas para que no pasen por la misma situación que él. "Dinero. Fama. Redes. De hecho, el mayor peligro es no encontrar a las personas que lo protegerán y que realmente estarán ahí para ayudarlo. Y que no se van a aprovechar. Hoy en día, lo que más necesita un futbolista es estar bien rodeado, con gente decente a su alrededor", aseguró. Él, para entender todo lo que le estaba pasando, se refugió en la fe: "Si no tienes es difícil. Porque te preguntas cuándo va a parar. Cuando tienes fe, continúas creyendo en algo que no ves. Eso es lo que me ayudó a mantenerme erguido".