Tenis

"¡Qué toque de maestro!": Nadal le demuestra a Alcaraz que aún le queda tenis con esta colección de puntazos

El manacorí cae ante Alcaraz pero sigue maravillando al público con detalles de calidad como estos

Fotograma de uno de los puntos entre Nadal y Alcaraz

El último Nadal - Alcaraz de la historia no es un partido cualquiera para la historia del tenis español y mundial. Pasado y presente, presente y futuro, se encuentran una última vez como rivales sobre una pista en el contexto del Six Kings Slam. En la pelea por un puesto en la final de este torneo de exhibición, dónde ya espera un Sinner que ha vencido a Djokovic dos veces en cinco días, dos generaciones de tenistas españoles del mayor éxito se miden por última vez. La ventaja física y de edad es claramente para Alcaraz, 17 años más joven, pero Rafa Nadal ha demostrado aquello de que 'la experiencia es un grado' con detalles de la máxima calidad.

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Nadal salió más frío que su rival al primer set y encajó dos puntos en blanco. Muchos anticipaban que todo el partido se iba a escribir en esa misma línea, con un Nadal incapaz de reaccionar al tenis total del joven murciano. Sin embargo, el mallorquín ganó confianza sobre la pista rápida, esa que siempre ha sido su punto débil durante su carrera y llegaba a poner el 3-2 con este puntazo. Tan fácil a la vista y tan complicado de ejecutar.

Tras su saque, Nadal lanzaba su zurda con toda al potencia hacia la esquina cruzada de Alcaraz. El murciano llegaba a restar la bola, pero claramente desiquilibrado y, como otros miles de veces a lo largo de su carrera, Nadal esperaba en el lugar adecuado. Con una sutil dejada, mataba la pelota cerca de la red y dejaba al tenista murciano a mitad de carrera para recortar distancia con el 3-2.

Con el primer set aún más avanzado hacia la victoria de Alcaraz, Nadal dejaba otra 'delicatessen' del tenis con un toque de muñeca que sólo pueden firmar los más grandes. Ante la hiperactividad de un Alcaraz al que sus piernas llevan a todas las zonas de la pista, el 14 veces campeón de Roland Garros lo atraía cerca de la red y, una vez ahí, optaba por colar la bola por el único hueco posible. Alcaraz aplaudía el ingenio de un Nadal que, lejos de buscar la opción fácil del globo, superaba a su rival con gesto técnico de muchísima calidad.

Nadal lo dejó todo en la pista a pesar de la superioridad de su rival y el público supo verlo y compensarlo. Alcaraz se sintió casi como un visitante en campo contrario mientras el estadio coreaba el nombre del manacorí, mientras el murciano sacaba para ganar el segundo set consecutivo.