Vicente Garrido: "No he visto un ejercicio de psicopatía tan brutal como el de Trump"

Como ha explicado Isaías Lafuente en «la Palabra del Día», el término «psicópata» tiene origen en el siglo XIX combinando las raíces griegas «psyche» (mente) y «pathos» (enfermedad en este caso). Inicialmente, en 1925, no designaba al enfermo, sino al médico que lo trataba, lo que cambió en 1936, cuando el término comenzó a referirse al paciente. Hoy, «psicópata» se utiliza para describir a una persona con una anomalía mental que altera su conducta social, aunque sus funciones cognitivas estén intactas. Sin embargo, la percepción popular, influida por personajes ficticios, suele asociar erróneamente la psicopatía con criminales sádicos, lo que dificulta reconocer a los psicópatas en la vida cotidiana. La última obra de Vicente Garrido, catedrático de Educación y Criminología de la Universidad de Valencia, El Psicópata Integrado. En la familia, la empresa y la política (editorial Ariel), expone una realidad inquietante: en España convivimos con cerca de medio millón de psicópatas. Estos individuos, lejos de ser necesariamente criminales o asesinos en serie, poseen rasgos de personalidad que pueden causar un profundo sufrimiento en su entorno, incrementando su peligrosidad a medida que adquieren más poder. El profesor ha presentado el libro en La Ventana y ha comenzado exponiendo algunos datos relevantes: aproximadamente el 1% de la población presenta una psicopatía severa, lo que se traduce en alrededor de 468.000 psicópatas en libertad y solo 2.000 en prisión en España. La mayoría de estos psicópatas no cometen delitos graves, pero su manera de ser y actuar—centrada en el control, el engaño y la manipulación— puede tener efectos devastadores en su entorno personal y profesional. Sobre la película el Silencio de los corderos, Garrido ha dicho que contribuyó a desarrollar un mito: el de que el psicópata necesariamente es un ser abominable, monstruoso y con una inteligencia extraordinaria. «El psicópata tiene una inteligencia promedio. Los hay muy inteligentes y poco inteligentes, estadísticamente semejante a la población. La mayoría forman parte de nuestra realidad cotidiana», ha explicado. Preguntado por Francino sobre cómo podemos identificarlos, Garrido ha dado ciertas claves. «La característica fundamental del psicópata es que está desconectado del mundo emocional. Eso significa que la empatía, la lealtad, le son ajenos. Lo entiende pero no forma parte de su toma de decisiones. Conecta con los otros desde una perspectiva utilitarista: son acólitos o piezas útiles o un obstáculo que destruir». Además, ha explicado que los psicópatas sí que distinguen el bien del mal. «Una persona desde el punto de vista intelectual comprende las normas pero no se siente vinculado por ellas. Entiende la moralidad pero no se siente concernido. Puede fingir que las va a seguir, plantear discursos que otros escuchen y luego tener planes ocultos». Ted Bundy dijo que detrás del psicópata hay una vulnerabilidad. Según Garrido, la ciencia lo ha confirmado. «Esa vulnerabilidad implica que hay personas que tienen cierta disposición a no conectarse afectivamente. Creemos que el segundo componente, el medio o ambiente, tiene un lugar muy importante. Si se le educa con firmeza pero con amor y responsabilidad, se puede minimizar la capacidad letal. Por el contrario, en un contexto donde no se compense, la psicopatía eclosionará», ha apuntado el catedrático. El psicópata obtiene el poder a costa de generar odios y a través de la política del chivo expiatorio. Por ejemplo, Putin con Ucrania o Trump con los inmigrantes. «Nunca he visto un ejercicio de psicopatía tan brutal como el de Trump. Es un psicópata impulsivo. Putin es más taimado, que sirve la venganza en un plato frío. Es una persona que vive más en la sombra. Trump vive en una democracia y necesita utilizar otros mecanismos, pero es la exuberancia de la emoción, es la falta de autocontrol, menos inteligente», ha expresado el catedrático con contundencia. «Trump vive de ser el centro de atención. Necesita adoración constante. Trump necesita que su masa sea una secta, y lo ha conseguido. El psicópata inteligente lee bien la ansiedad, los miedos de la gente y les ofrece un sentimiento de pertenencia. Ellos se sienten privilegiados y con una misión. Trump lo dijo: «puedo matar a una persona en la quinta Avenida y me van a votar igual»», ha explicado en detalle Vicente Garrido sobre el fenómeno del MAGA y la figura de Donald Trump como ejemplo del psicópata extrovertido. Para terminar, el profesor ha compartido algunas reglas que enseñan cómo comportarse con ellos. «En el ámbito empresarial hay tres grandes antídotos: un ambiente de transparencia, establecer límites muy claros (un código ético) y que los responsables de Recursos Humanos tengan claro qué es la psicopatía y cómo evaluarla. En el ámbito personal, los psicópatas son personas que erosionan tu vida. Hace falta coraje para darte cuenta de la estafa. El psicópata es un fracasado porque no ha desarrollado el ámbito espiritual, es decir, qué hacemos con nuestra vida, cuáles son los valores que tenemos». Sobre si existe una cura o se puede limar con el tiempo, Garrido ha dicho que la ciencia no ve indicios de que se pueda remediar. «Se puede limitar la violencia, pero no mejora. Según varios estudios, después de los cincuenta apenas mejoran. Una cosa muy importante para protegernos de los psicópatas es educar a nuestros niños para que desarrollen las competencias sociales y morales para que puedan identificarlos y no sean sus víctimas», ha concluido.

Vicente Garrido: "No he visto un ejercicio de psicopatía tan brutal como el de Trump"

El catedrático Vicente Garrido ha presentado en 'La Ventana' su libro 'El Psicópata Integrado', donde ha estudiado la presencia silenciosa de psicópatas en familias, empresas y la política

Álvaro García-Dotor

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