Israel asegura que la guerra seguirá hasta que sean liberados o recuperados, todos los rehenes que todavía tiene Hamás. El primer ministro Netanyahu ha dicho en un vídeo publicado esta madrugada que «el eje del terror de Irán está colapsando». El líder de Hamás asesinado este jueves, Sinwar, era el más reacio dentro de Hamás a llegar a un acuerdo con Israel después de un año de guerra, así que su muerte puede facilitar las negociaciones para un alto al fuego, por fin, en la Franja de Gaza. Eso es, al menos, lo que espera Estados Unidos, que ya está intensificando los contactos diplomáticos para conseguir esa tregua en las próximas semanas. El objetivo de Joe Biden ahora es pactar un alto al fuego antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el 5 de noviembre. Pero contrasta con este optimismo, y con estas expectativas que hay en Washington, las últimas declaraciones de la cúpula iraní, que no están dispuestos a rebajar la tensión de este conflicto. Hezbolá ha anunciado una nueva fase, una escalada en su respuesta a la incursión militar de Israel en Líbano. Irán ha dicho, además, que la muerte de Sinwar va a fortalecer resistencia a las tropas israelíes en la zona. El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha anunciado este jueves por la noche una «nueva fase» en los enfrentamientos con Israel que será revelada en los próximos días, mientras que ha comunicado que por primera vez está utilizando misiles guiados de precisión en sus ataques contra el Ejército israelí. «Basándose en las directivas de la dirección de la resistencia, la Sala de Operaciones de la Resistencia Islámica hace saber el paso a una nueva fase de escalada en el enfrentamiento con el enemigo israelí, que se tratará en los acontecimientos de los próximos días», reza un comunicado recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al grupo. Hezbolá ha señalado que «continúa enfrentando la agresión israelí contra Líbano», remarcando que Israel «ha sufrido grandes pérdidas» en su equipo y entre sus filas, tanto en primera línea como «en sus instalaciones en las profundidades» de su territorio, en referencia al ataque que dejó cuatro militares muertos en una base militar en Binyamina, entre Haifa y Tel Aviv. En este sentido, ha afirmado que desde el inicio de la invasión, Israel ha desplegado cinco divisiones, incluidos más de 70.000 militares, y cientos de tanques y vehículos, pero ha asegurado que «cientos de combatientes» estaban «completamente preparados y listos para enfrentar cualquier incursión terrestre israelí hacia las localidades del sur de Líbano». «El comienzo de esta semana ha sido testigo de una escalada en el ritmo de los heroicos enfrentamientos librados por parte de los muyahidines de la Resistencia con los militares enemigos», se puede leer en el documento, en el que indica que sus milicianos han protagonizado «enfrentamientos violentos con el enemigo desde una distancia cero», que habrían dejado una decena de muertos y 150 heridos en las filas israelíes. También han reclamado haber destruido nueve tanques Merkava y cuatro excavadoras militares. A parte de los enfrentamientos terrestres, ha dicho que está «aumentando gradualmente día a día» los ataques con misiles tanto en la frontera como en otros puntos de Israel, especialmente sus bases militares «con varios misiles, incluidos los de precisión que están siendo utilizados por primera vez», y con drones, «además de misiones de reconocimiento y recopilación de información». El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó este jueves por teléfono al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para felicitarlo por la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, y ambos coincidieron en que esta acción supone una oportunidad para liberar a los rehenes en manos del grupo islamista palestino. La conversación se produjo mientras Biden viajaba a Alemania en el avión presidencial Air Force One. Tanto la oficina del primer ministro israelí como la Casa Blanca informaron, en comunicados por separado, que el tema principal de la conversación fue cómo la muerte de Sinwar, considerado el cerebro de los ataques del 7 de octubre, podría abrir una vía para negociar la liberación de los rehenes y un posible alto el fuego en Gaza. La oficina de Netanyahu explicó que los dos mandatarios coincidieron en que existe una «oportunidad» para avanzar en la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre de 2024. También señaló que ambos líderes «trabajarán juntos para lograr este objetivo». Por su parte, la Casa Blanca indicó que Biden y Netanyahu hablaron sobre «cómo aprovechar este momento para llevar a los rehenes de vuelta a casa y cerrar el conflicto, garantizando la seguridad de Israel y evitando que Hamás vuelva a controlar Gaza». Ambos acordaron mantenerse en contacto directo durante los próximos días, tanto personalmente como a través de sus equipos de seguridad nacional, detalló la Casa Blanca en un breve comunicado. Tras la confirmación de la muerte de Sinwar en una operación israelí, Biden afirmó en un comunicado que el líder de Hamás era un «obstáculo insuperable» para un futuro mejor para israelíes y palestinos, y que su desaparición representa una «oportunidad» para alcanzar un acuerdo que facilite ese camino. Nacido en un campo de refugiados de Jan Yunis, ciudad del sur de Gaza, Sinwar fue elegido líder de Hamás en Gaza en 2017 tras labrarse una reputación de enemigo acérrimo de Israel y el pasado 6 de agosto -tras el asesinato en Teherán del entonces jefe del buró político, Ismail Haniyeh- fue escogido para ocupar el máximo puesto en el organigrama del grupo islamista. Representaba la línea más dura y beligerante del grupo y está considerado por Israel el cerebro de los ataques del 7 de octubre contra territorio israelí en los que murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron tomadas como rehenes, lo que le convirtió en el hombre más buscado por Israel.