A vivir que son dos díasLa píldora de Enric González
Opinión

El futuro

"Creo que conviene desconfiar. No del futuro, sino del catastrofismo. Uno empieza por pensar que el presente está mal, luego supone que el futuro será peor y acaba pensando que con Franco y la ETA vivíamos mejor"

El futuro

Las noticias abruman. Después de las imágenes de Gaza, de la bronca política cotidiana, de unos cuantos sucesos horribles y de las declaraciones absurdas de alguien, a uno se le queda mal cuerpo. Parece como si las cosas no pudieran ir peor. Pero, si nos fijamos, comprobaremos que lo que realmente nos dicen las noticias es que lo de ahora no es nada, en comparación con lo que viene. Por ejemplo, se habla de nuestra dependencia de los móviles. Pero también se habla de que Elon Musk, el primer villano de James Bond que consigue dominar el mundo, nos va a liberar pronto de esa dependencia implantándonos un chip en la cabeza. Lo mismo pasa con el atontamiento de las redes sociales. En pocos años, según dicen, la inteligencia artificial conseguirá ahondar aún más nuestra estupidez natural. Eso si la inteligencia artificial no nos quita el trabajo, o nos esclaviza, o destruye el mundo. Hay huracanes, tornados, inundaciones en el Sahara. Acto seguido se nos informa de que, gracias al cambio climático, recordaremos estos desastres con una sonrisa nostálgica. Y qué me dicen de la inmigración, eso que nos preocupa muchísimo desde hace poco, aunque no sabemos muy bien por qué, dado que los inmigrantes que cada uno conoce son bastante majos y eficientes. La Unión Europea propone empezar ya a deportar y encarcelar a los “ilegales”, por lo que cabe deducir que en Bruselas creen, como la ultraderecha, que dentro de unos años los europeos tendremos que hacernos musulmanes o, ya puestos en calamidades, tomar clases obligatorias de reguetón. Creo que conviene desconfiar. No del futuro, sino del catastrofismo. Uno empieza por pensar que el presente está mal, luego supone que el futuro será peor y acaba pensando que con Franco y la ETA vivíamos mejor.