El novio de Ayuso intentó deducirse ante Hacienda la compra de hilo dental, desodorante, un saxofón y un Rolex
La documentación tributaria de Alberto González Amador refleja que en 2020 y 2021 trató de pasar como gastos de empresa, la compra de artículos de uso privado, en una "práctica irregular"para "aminorar indebidamente el beneficio" empresarial ante la Agencia Tributaria, destaca el sindicato de técnicos de Hacienda GESTHA
Madrid
La pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Alberto González Amador, intentó deducirse ante Hacienda gastos privados en ejercicios fiscales bajo sospecha, correspondientes a 2020 y 2021, como si fuesen producto de su actividad empresarial, según la información tributaria sobre el encausado por dos delitos fiscales y falsedad en documento, que obra en poder de la SER.
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Gastos tales como la compra de pelotas de pádel, hilo dental, pasta dentífrica, colutorio, desodorante o champú, que son adquiridos a nombre de su empresa, Maxwell Cremona.
La reparación de un Porsche y un Rolex en Ibiza
Alberto González también presentó a Hacienda a lo largo de su inspección fiscal, la factura por la compra de un saxofón y toallitas para su limpieza, numerosos tickets de comidas o viajes sin justificar que tuvieran lugar por motivos de trabajo, y hasta la factura por la reparación de un vehículo Porsche Panamera, o la compra de un reloj Rolex en Ibiza por 8.000 euros en noviembre de 2020.
Todas estas facturas, que pueden ver en cadenaser.com, fueron abonadas a nombre de la empresa Maxwell Cremona, de la que Alberto González Amador es administrador único, y presentadas por el novio de Ayuso a los inspectores de la Agencia Tributaria.
"Práctica irregular", según el sindicato GESTHA
El secretario general del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), José María Mollinedo, dice que se trata de una "práctica irregular" para "deducir gastos privados como si fuesen de la actividad". Una actuación que busca "reducir indebidamente el beneficio declarado" ante la Agencia Tributaria con la consecuente rebaja de la cuota a abonar al fisco.
Para Mollinedo, "todas estas facturas o tickets sobre colutorio, hilo dental, relojes de lujo o comidas particulares como si fueran de actividad no son deducibles porque no están afectas a una actividad económica". "Es decir", añade, "no sirven para realizar una venta de esos productos".
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