La dura confesión de Fernando Sanz sobre el maltrato que sufrió como jugador del Real Madrid: "No sé cómo he podido aguantar"

Más de 25 años han pasado desde que Fernando Sanz dejó el Real Madrid. El que fuese hijo del presidente blanco a finales de los '90, Lorenzo Sanz, ha acumulado durante años el dolor que le causaron la crítica desmedida y los insultos durante su etapa en el vestuario blanco. Su vínculo con la presidencia le colocó en el foco del odio de muchos, propiciando un sinfín de situaciones comprometidas con las que tuvo que lidiar. De ello ha hablado este martes en SER Deportivos, donde ha reconocido los avances en este sentido y ha echado la vista atrás para recordar todo el sufrimiento vivido: "No sé cómo he podido aguantar".

Cuestionado por Pacojó Delgado por cómo fue para él compaginar su faceta de futbolista del Real Madrid con la de hijo del presidente, Fernando Sanz se abrió en canal para desvelar la cantidad de abusos que sufrió desde ámbitos muy diversos. "Yo entré con nueve años en el Real Madrid y en el año '98 tendría 24 más o menos. Hasta llegar ahí pasé las de Caín", expuso en primera instancia.

"No era popular y estaba mal visto recurrir a psicólogos. Era como si fuese débil. No sé cómo he podido aguantar, porque podría contar 25.000 historias y situaciones que uno dice '¿cómo este chico ha podido aguantar?'", apuntó, a sabiendas de que a base de soportar los excesos de otros aprendió a hacerse "fuerte" de una manera muy poco recomendada. "Lo mío no era los fines de semana. Era un lunes, un martes, un miércoles, un jueves, un viernes, un sábado, un domingo, en prensa, en radio, en televisión, en los entrenamientos, en los desplazamientos, en el estadio, en la calle... y no podía decir nada. Me lo tuve que comer y me lo comí", denunció en directo.

En contraposición están las polémicas actuales en relación a las sanciones por comportamientos intolerables en las gradas, cosa que aplaude ahora Fernando Sanz desde su puesto en la RFEF. "Todo esto que esta pasando es una maravilla porque yo lo pasé muy mal", explicó, poniendo como ejemplo algunas de sus vivencias: "Tenía que salir de los entrenamientos con la música a tope para no escuchar a nadie. Ahora en los medios se tiene especial cuidado, pero antes me mataban sin ningún motivo", amplió, poniendo sobre la mesa el maltrato de la prensa de antaño: "Por el mero hecho, a lo mejor, de que mi padre no entrase en una radio, iban a por mí".

"Me admiro de no haber sufrido secuelas"

Estas situaciones se normalizaron durante los años '90: "Me hizo las espaldas muy anchas, que no es lo apropiado, pero así es como me formé yo". "Lo pasaba mal en los entrenamientos", llegó a confesar, recordando cómo por aquel entonces una valla muy cercana a los campos de entrenamiento separaba a los jugadores de los 5.000 aficionados que se acercaban a diario. "Yo mismo me admiro de no haber sufrido secuelas de aquello y haberme vuelto loco, porque era lo más normal", continuó en su crítica: "Lo normalizábamos con una forma tan absurda de decir 'el público es soberano'. Pues no, tiene restricciones, como cualquier persona que compra una entrada".

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Y en lugar de resignarse a los insultos, Fernando Sanz pone en valor su intento de limpiar el fútbol desde dentro: "He luchado por que esto no se normalizara". "Estas actitudes no son normales. Cuando era presidente del Málaga decía que no estaba en el palco para que la gente me insulte. No lo permito. No soy el 'pim pam pum' de nadie", puntualizó, rescatando incluso uno de los incidentes más actuales en el cierre de su potente alegato: "El día que Vinicius paró el terreno, señaló a un aficionado y lo sacaron... Para mi ese día fue una maravilla".