Dennis González, nadador artístico: "Ser campeón del mundo es una palabra muy fuerte, como al que le cuesta decir te quiero"

Madrid

Dennis González es nadador de natación artística. Tiene solo 20 años y ya ha sido campeón mundial de esta disciplina -en 2023- y campeón de Europa este año. Con 20 años. ¿Cómo se consigue tanto en tan poco tiempo? González lo tiene claro, trabajando: "Es un deporte que siempre me ha llamado mucho la atención, que siempre me ha gustado mucho, y creo que todo lo que te gusta también le dedicas mucho empeño para conseguir los mejores éxitos. Mucho trabajo, el resto ha venido... no solo, pero sí sembrado por todo el trabajo hecho".

Él lleva ocho años dedicado a este deporte, y cuando empezó todavía se llamaba natación sincronizada. ¿Y cómo lo llama él? "Yo muchas veces digo sincro, pero porque es como la he conocido. Pero cuando hicieron el cambio a artística, hubo que acostumbrarse, como con todos los cambios". Es una disciplina que conoce desde bien pequeño porque su madre era entrenadora. "Lo conocí por ella. Ella estaba entrenando a las niñas y yo jugando en la piscina. Hasta que un día dices, bueno, me apetece probarlo"

Hablando de referentes, Dennis González tiene uno clarísimo: Pau Ribes, pionero en este deporte, del que dice que es su faro. "Me ha impulsado, no solo a conseguir éxitos, también a ser una buena persona, como lo es él. Quiero intentar seguir su camino, abrir puertas como me las ha abierto él a mí. Aunque se haya retirado sigue estando muy cerca de mí".

González se emociona con el siguiente mensaje, que Pau Ribes le ha mandado para que escuchase en esta entrevista: "Estoy super orgulloso de ti", dice Ribes. "No había un legado mejor que el tuyo y estás dejando el listón muy alto. Ya sabes que aunque no esté contigo en la piscina directamente, siempre estoy apoyándote en la distancia", dice el ex nadador, que ya se ha retirado de la natación artística. Y González contesta: "Es emocionante, para mí él lo ha sido todo desde que empecé. Me tomo esto con más ganas de seguir, es como algo inimaginable, si se lo digo al crío de 12 años que empezó natación sincronizada, no se lo cree."

Un crío de 12 años al que, dice, "le habría recomendado que pidiese ayuda". "También es importante, a veces nos sentimos solos en el camino y hay que saber de quien te rodeas y pedir ayuda para salir del pozo". Insiste en que muchas veces es mejor lo que te pueda decir un psicólogo que un amigo o un familiar. Y admite que, de ocho años de trayectoria, ha podido disfrutar del todo solamente la mitad.

Cuenta González que hubo momentos en los que se planteó dejarlo: "Hasta aquí he llegado". Le pasó en una concentración de 10 días, donde la presión y los malos recuerdos del sitio en el que estaba, le hicieron replantearse el parar. "Pensaba: No quiero seguir, no aguanto más". Pidió a su madre y a su entrenadora irse de allí, y ellas le dijeron que tenían que seguir: "Me dijeron: acabas y luego hablamos. Y del luego hablamos... pues aquí estamos". "Hubiese sido muy egoísta por mi parte no acabarlo, hubiese dejado tirada a mucha gente".

Dennis se emociona al escuchar la canción que le llevó a ganar el mundial de 2023. "Quedé campeón del mundo en mi primer mundial absoluto". Una canción que le enseñaron en su familia y que al escucharla, cuenta, le hace recordar quién está y ha estado a su lado en este camino. Aún así, asegura que le cuesta decir en voz alta que es campeón del mundo. "No me lo acabo de creer. Es una palabra muy fuerte, como al que le cuesta decir te quiero".

¿Y cómo le cambia la vida a un campeón del mundo? "La vida no me ha cambiado. Es uno de los sueños que tenía de pequeño, cuando veía la tele, el tener la medalla de oro de un mundial. Pero también quise ser consciente de que hay que tener los pies en el suelo. Mi carrera deportiva sigue, tengo que seguir luchando si quiero mantenerlo... y esto es algo que me motiva a seguir hacia adelante".

"Yo creo que mi mejor versión esta por llegar". Dice emocionado que le queda todavía mucho por hacer, que tiene muchos sueños... y mucho por delante.

A la pregunta de si aspira a la perfección en la natación artística, lo tiene claro: "Es tan difícil ser perfecto en este deporte. Puedes ser el mejor, pero no perfecto. Siempre hay algo para aprender. Es lo bueno de este deporte, que nunca tiene fin".

Acoso en redes sociales

Sobre el episodio de acoso e insultos homófobos que vivió en redes sociales tras el europeo de Belgrado, tiene claro que salió ganando. "Tuve mas apoyo que el hate que recibí". Recuerda que de pequeño vivió situaciones similares, pero que en este caso tuvo que dar la cara como deportista, como alguien reconocido, y como referente de otros niños. "Me da rabia que por culpa de estas cosas haya niños que se planteen no hacerlo. Que los padres, al ver que les puede pasar esto a sus hijos, no le dejen hacerlo".

A un niño que se plantee empezar en este deporte, tiene claro lo que le diría: "No pierdes nada por probarlo, no puedes decidir algo si no lo has probado. Hay que lanzarse a la piscina, y luego decides. Pero la decisión tiene que ser tuya, no del resto".

El día a día de un deportista de élite

Entrenan entre seis, ocho y diez horas al día. Depende del momento de la temporada en el que estén. Se combina el agua con el entrenamiento físico. "Es difícil estar tantas horas en el agua. La gente no sabe lo que cansa eso. Estar de pie es tu posición natural. Pero estar tantas horas en el agua, aguantándote, sin tocar el suelo, moviendo las piernas constantemente... Cuando salgo me duele todo".

"Cuando estamos bajo el agua, es como hacer una apnea pero un sprint al mismo tiempo. Hay figuras en las que hemos podido estar hasta 30 segundos bajo el agua". ¿Y cómo se hace una coreografía para que sea ganadora? "Hay que hacer algo que los jueces no hayan visto. Tienes que marcar la diferencia después de tantas horas. Montar una coreografía es como construir tu casita".