Sordera del Congreso

Barcelona

Las noticias político-judiciales son importantes. Hoy destacan dos. Una, el juez pide al Tribunal Supremo que impute al exministro socialista José Luis Ábalos por manejos corruptos. Otra, la revelación de esta cadena según la cual el novio de Isabel Díaz Ayuso, el criminal confeso Alberto González Amador, desgravó del impuesto sobre la renta un Rolex y otros gastos de unas vacaciones realizadas con su pareja.

Estas noticias ilustran algunas de las cosas feas que pasan en el mundillo político, de acuerdo. Pero con su ruido de acompañamiento también ayudan a "tapar" otras tan, o más, interesantes. Ante las que el Congreso parece hacerse el sordo. Por ejemplo, las relativas a la marcha de la economía.

No es algo menor que el último informe del Fondo Monetario Internacional ratifique la buena marcha de la economía española. Que suba su previsión del PIB para este año medio punto, hasta el 2,9%, es cosa buena. Es una cifra incluso superior a la proyección del Gobierno. Consagra a España como la economía grande del grupo de las más avanzadas con mejor ritmo: incluso más EE. UU., que registrará un 2,8%. Y no es que eso suponga que los diputados tengan que tocar ningún himno de la alegría, que algunos podrían. Si no que deberían sacar conclusiones, porque este buen ritmo no lo es tanto en asuntos como el déficit público. Además, si las cosas de la política más ruidosa no tapasen la política de las cosas cotidianas, sus señorías discutirían sobre cuestiones interesantes como: en qué se basa ese crecimiento, sobre cómo se reparte, sobre cómo alargar la bonanza.

Ustedes perdonen. Soñaba.