El fiscal del caso de los hermanos Menéndez propone al juez que dicte una nueva sentencia ante las nuevas pruebas
El caso de los dos hermanos que asesinaron a sus padres en 1989 ha recibido un gran foco mediático recientemente tras la publicación de la serie 'Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menendez' en Netflix. El juez deberá decidir si ordena su libertad, les rebaja la condena o celebra un nuevo juicio
Un fiscal de Los Ángeles ha señalado este jueves que ha solicitado al juez del caso de los dos hermanos que asesinaron a sus padres en 1989, conocidos como los hermanos Menéndez, que dicte una nueva sentencia después de que hayan surgido nuevas pruebas que indicaban que su padre abusó sexualmente de ellos durante años.
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El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascon, ha anunciado su decisión en una conferencia de prensa. Ambos están cumpliendo cadena perpetua sin libertad condicional por los asesinatos de 1989. Los hermanos Menéndez, ahora de 56 y 53 años, fueron condenados después de dos juicios muy mediáticos debido a su status social y privilegio como hijos de un ejecutivo de una compañía discográfica y de la industria del entretenimiento. José Menéndez recibió un disparo en la nuca y Kitty Menéndez recibió 15 disparos en su casa de Beverly Hills. Lyle tenía 21 años y Erik 18 en ese momento.
Una serie reciente de Netflix llamada 'Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez' sobre este caso ha recibido un gran foco mediático, pero durante más de un año los abogados defensores han estado en conversaciones con los fiscales sobre la anulación de la sentencia o la búsqueda de un nuevo juicio, citando nuevas pruebas que salieron a la luz que respaldan la afirmación de los hermanos de que habían sido abusados sexualmente durante años.
En su primer juicio, que fue televisado y terminó con un jurado indeciso en 1994, los hermanos testificaron que fueron maltratados sexualmente por ambos padres durante años y que estaban actuando en defensa propia, y que su padre amenazó con matarlos si revelaban el abuso. Sin embargo, los fiscales argumentaron que la pareja buscaba la fortuna multimillonaria de sus padres.
Un jurado los condenó en un segundo juicio en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles que no fue televisado, pero ese mismo jurado también los libró de la pena de muerte, optando por la cadena perpetua sin libertad condicional.