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"El trato es horrible": una joven carga contra la sanidad de EEUU tras sufrir una reacción alérgica que "casi" le mata

La mujer ha relatado en X toda su experiencia en Texas, desde las graves alergias que sufrió, hasta la solución que le dio el seguro ante su situación

El interior de un hospital de EEUU, en una imagen de archivo. / FS Productions

Madrid

No todos los países gozan de servicios públicos, un derecho que en España está garantizado. En Estados Unidos, en concreto, la salud es privada y los residentes y turistas dependen de que un seguro les cubra los desmesurados precios en caso de necesitarlo. Precisamente, a esta situación se ha enfrentado Andrea Farnós, una joven que ha vivido en primera persona las realidades de la citada sanidad privada en EEUU.

"Relatos de cómo las alergias de Texas casi me matan en un país sin sanidad pública". Así comienza Farnós su historia, que ya ha llegado a casi 2.000 visualizaciones en X. Todo comenzó hace tres días, cuando la joven empezó a notar que la costaba respirar. Tras varios intentos por solucionar el problema, y al sentir fuertes pitidos en los pulmones, finalmente decidió escribir al seguro e irse "corriendo" al centro hospitalario.

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Farnós ha explicado el diagnóstico del médico. Se trataba de "una alergia muy chunga" y tenía "las vías respiratorias muy obstruidas". Por tanto, la doctora le explicó que se debía inyectar una medicación intravenosa "de forma urgente", algo que por supuesto era caro, tal y como ha explicado ella misma en el hilo de la citada red social. "Antes de empezar el tratamiento, me dice mi aseguradora que no me va a cubrir nada que supere los 1.000 dólares", ha mencionado Farnós, al tiempo que ha incidido en que el coste del citado producto era de 1.800 dólares.

"El trato de este gente es horrible"

La española, por su parte, decidió no pagar esa cantidad, por lo que no se llegó a medicar. "Compré antihistamínicos sin receta y seguí con mis inhaladores todo el rato". Aun así, esta solución fue temporal, pues dos horas más tarde tuvo que volver a una clínica diferente para que le ofreciesen una alternativa mejor. No fue hasta más tarde cuando la informaron de que ese centro hospitalario no trabajaba con la aseguradora por lo que todo lo que le hiciesen correría de su cuenta.

La joven, que finalmente pudo curarse con un "pinchazo de corticoide", se ha dirigido a X para relatar esta experiencia tan "desagradable". "Culpa mía por no pensar en posibles alergias chungas, pero el trato de esta gente es horrible", ha concluido haciendo alusión a los sanitarios estadounidenses.