Sociedad

La subida de los alquileres alimenta el negocio millonario de las residencias de estudiantes

Entre 2018 y 2022 se han abierto 60 residencias en España y sólo dos colegios mayores públicos. Los estudiantes reclaman alojamientos asequibles ante un problema que ya obliga a algunos de ellos a hacer trayectos de horas para ir a la universidad

Un piso en alquiler en Madrid. / EyesWideOpen

Madrid

La demanda está disparada. Según datos de RESA, la principal empresa de residencias de estudiantes en España, la ocupación de sus establecimientos ha aumentado un 24% en Vitoria, el 17% en Granada y Pamplona, un 16% en Madrid o el 11% en Salamanca con respecto al curso pasado. En Valencia, dos de las tres residencias que la empresa tiene allí ya estaban llenas en el mes de abril. También han notado ese aumento los colegios mayores: "El incremento de solicitudes de admisión para este para este curso que acaba de empezar es un 15% mayor que el año pasado", explica Carlos García, secretario general del Consejo de Colegios Mayores universitarios. Él apunta como causa principal de este aumento lo que ha encarecido la vivienda: "Nuestros colegios mayores han incrementado el precio de la cuota anual un 2,5%. Los alquileres han subido, según el índice del portal Idealista, un 10,2%, es decir, cuatro veces más. Entendemos que esto nos sitúa en un estrato más atractivo para aquellos universitarios y universitarias que están buscando alojamiento porque además los colegio mayores no solo ofrecemos alojamiento y manutención, como las residencias , ofrecemos también un programa formativo relacionado con con voluntariado, deporte y cultura".

Una habitación en una ciudad como Madrid cuesta ya casi 600 euros de media al mes - datos del portal Idealista- a lo que hay que sumar los gastos de suministro. Un colegio mayor sale por 1119 euros de media, según el análisis hecho por el propio Consejo de Colegios Mayores. Las residencias están por encima de los 1500 euros mensuales . De los 110 colegios mayores que forman parte del Consejo hay un tercio que son públicos y el resto privados. No hay límite para que fijen su precio pero sí están obligados a ser entidades sin ánimo de lucro, generalmente son propiedad de fundaciones u órdenes religiosas, por eso son más baratos.

Encontrar piso o una habitación para vivir durante el curso es cada vez una tarea más complicada. En ciudades como Santiago los estudiantes denuncian que la oferta es raquítica. "Cada vez es peor", se lamenta Andrés Couso, del Consello do Estudiantado de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). " Cada año sube más el precio y es más difícil encontrar piso. Por culpa del turismo y el camino de Santiago los alquileres son impracticables. La mayoría se destina al turismo y para los estudiantes nos quedan pisos carísimos y que no están en condiciones. Son zulos por los que nos cobran 600-700 euros al mes, sin luz exterior, con mesas que se tambalean. La situación es insostenible. Si esto sigue así la universidad de Santiago empezará a perder estudiantes porque no tiene donde alojarlos".

Un sector en crecimiento

El tipo de alojamiento para estudiantes que más está creciendo en España es el de las residencias. Entre 2019 y 2022, el número de residencias aumentó en 60 centros y el número de plazas para estudiantes se incrementó en 18.062, según el 'Estudio Informes Especiales: Residencias para Estudiantes' del Observatorio Sectorial DBK. Este mismo observatorio cifra en 25 las que se abrieron sólo en 2023 y calcula que la oferta crecerá otro 8% hasta alcanzar las 125.000 camas. A finales de 2023 operaban en España 1.118 residencias para estudiantes, que contaban con 115.735 plazas, la mayoría residencias universitarias, con 949 centros y 95.005 plazas, mientras que los colegios mayores totalizaron 169 centros y 20.730 plazas. Entre 2019 y 2023 sólo se abrieron dos colegios mayores públicos en León, en el campus de Ponferrada, y en Cádiz. "Consideramos que se necesitan políticas que obviamente. estimulen el modelo de colegio mayor que es universitario y tiene un un enfoque social frente a otros modelos con horizonte es más bien especulativo", subraya Carlos García del Consejo de Colegios Mayores Universitarios.

Las tres tristes trampas del alquiler

El negocio de las residencias universitarias ha colocado a España como líder de la inversión del sector en Europa. Los fondos de inversión han puesto el foco aquí ante una demanda creciente alimentada por la subida de alquiler, el aumento de universidades privadas y el liderazgo de España como destino Erasmus. En los últimos cinco años se han invertido 4.000 millones de capital en residencias. Para 2026 se estima que la empresa privada tendrá casi el 40% de la oferta de camas disponibles, unas 130.000, estima la inmobiliaria CBRE. Los Colegios Mayores están siendo testigos de este auge: "Las residencias tienen un un horizonte eminentemente mercantil, como es lógico, y lo que hacen es ofertar un servicio muy claro que es alojamiento y manutención con un perfil de instalaciones, por decirlo de una forma, más bien hoteleras. Es bastante diferente a lo que ofertamos los colegios mayores universitarios. Para hacerte una idea, en uno de los colegios mayores que teníamos en Ciudad Universitaria, en Madrid, que hace 5 o 6 años fue absorbido por uno de estos operadores se tiró salón de actos para para hacer para hacer más más habitaciones".

No poder vivir donde se estudia

La falta de un alojamiento asequible ya está provocando que cada vez más estudiantes no puedan vivir en la ciudad en la estudian. Los hay que dedican varias horas cada día a ir y volver de la universidad desde otras localidades. Le pasa a María Ángeles Guzman que se tiene que desplazar a Jaén desde Mancha Real para ir a clase: "A la ida tardo media hora y no hay problema pero a la vuelta, en días como hoy que salgo a las ocho, no llego a casa hasta las diez de la noche". María Ángeles, que es de Almería, no puede permitirse pagar un alquiler aunque sea modesto. El único sueldo en su casa es el de su madre y tiene una hermana de 17 años. Gracias a una propiedad familiar en Mancha Real pudo matricularse en Historia del Arte, que era lo que quería, en la universidad de Jaén aunque su sueño era estudiar en Granada. Antes estuvo un curso matriculada en Humanidades: "Mi madre me pidió que me quedará a estudiar en Almería porque no podíamos pagar un alquiler en otra ciudad. Es inviable". Cada día tardaba tres horas en ir y volver desde Roquetas a Almería capital para poder estudiar algo que ni siquiera le gustaba. Al final consiguió un apaño para poder estudiar lo que quería aunque tenga que hacer un sobreesfuerzo y varias decenas de kilómetros diarios.

La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) reclama soluciones: "Igual que existen becas para material, por ejemplo, debería haber becas para viviendas", opina su presidente, Alfonso Campuzano. "Si además se impulsa una financiación a través de los colegios mayores públicos que dependen de las universidades pues mejor".

El alojamiento de los universitarios también preocupa a la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y al Gobierno . La encargada de los asuntos estudiantiles de la CRUE, la rectora de la universidad de Huelva María Antonia Peña, reconoce que "CRUE es consciente de que, cada vez, más el alojamiento de nuestra población estudiantil es un problema, especialmente en algunas ciudades, pero en general en todas las ubicaciones. Los estudiantes compiten muchas veces en entornos turísticos con los alojamientos turísticos y esto está produciendo problemas no solo de alojamiento, sino también un encarecimiento de los precios. Así que, en principio, toda medida que se pueda adoptar por parte del Gobierno para facilitar este alojamiento estudiantil va a ser aplaudida por CRUE". Los rectores piden , como los estudiantes, un impulso a los alojamientos públicos: "Deberíamos contar, además, y en particular las universidades públicas, con algún tipo de apoyo para que en nuestros campus podamos también construir residencias universitarias que ofrezcan este servicio tan necesario; sobre todo, cuando el sistema universitario se construye sobre la idea de una importante movilidad de estudiantes, tanto a escala nacional como internacional. Y, sobre todo, algo muy importante es que cuando hablemos de estos alojamientos estudiantiles lo hagamos con una visión social. Es decir, sabiendo que debe establecerse una política de precios que se adecúe también a una diversidad importante de niveles económicos. No podemos estar pensando en un modelo de residencias universitarias elitistas, sino por el contrario, edificios dotacionales que reúnan todas las condiciones de una vida estudiantil y que al mismo tiempo puedan ser asumibles por personas con renta escasa".

Los rectores respaldaron el protocolo firmado la semana pasada por los ministros de Economía, Vivienda y Universidades para la promoción de viviendas asequibles para universitarios. La ministra de ciencia, investigación y universidades, Diana Morant, destacó durante esa firma que “la crisis de la vivienda está afectando también al derecho a estudiar una carrera universitaria, un paso clave para el progreso individual y colectivo. El acceso a la universidad solo debería estar limitado por el mérito y el esfuerzo de las personas, no por cuestiones económicas ni por el afán especulativo de quienes mercadean con derechos básicos como la vivienda o la educación”.

El protocolo, según la nota de prensa difundida por el Gobierno, "contempla una serie de medidas en el ámbito de las competencias de los tres ministerios para incrementar la oferta de viviendas universitarias y garantizar que las nuevas universidades ofrezcan soluciones habitacionales a sus estudiantes como requisito necesario para su implantación. Entre esas medidas está la puesta en marcha de mecanismos de financiación para dotar de recursos a las universidades públicas para alojamientos y viviendas universitarias, especialmente en zonas tensionadas, posibilitando que las promociones se desarrollen en suelos dotacionales o patrimoniales, cedidos o puestos a disposición principalmente por CCAA o ayuntamientos".

El ministerio de universidades trabaja además en un decreto para obligar a las universidades públicas a garantizar el alojamiento a sus estudiantes. La medida se incluirá en la nueva norma que va a regular los criterios de creación de nuevos campus.