Miguel Macías y el arrepentimiento de ser padre: "Para las madres es mucho más duro pero la paternidad es una apisonadora de cuidados y de sueños"

Madrid

Miguel Macías, un periodista y productor de radio que ha vivido más de dos décadas en Estados Unidos, fue uno de los primeros en España en abrir el melón del arrepentimiento paternal. Ganador de un Ondas Internacional por su programa Limbo, Macías regresó a España en diciembre de 2022 y, poco después, se convirtió en padre de Olivia. En una charla con Elvira Lindo en La Ventana, han abordado su experiencia sobre la paternidad y el tabú del arrepentimiento paternal.

Al iniciar la conversación, Lindo preguntó a Macías sobre su artículo en The New York Times, donde habló del arrepentimiento como padre. "Antes que nada quiero decir que yo soy consciente de lo que sienten la mayoría de padres que nos están escuchando. A mí me gusta expresar emociones muy honestas y permitir a otra gente verse reflejada en esas emociones que yo expreso", confesó Macías. Este sentimiento, como él mismo describe, es un tema que suele evitarse en las conversaciones sobre la paternidad.

"El arrepentimiento son cosas tan sencillas como verte en un momento difícil con tu bebé. Hoy, de hecho, he tenido un momento muy difícil, mi hija estaba muy cansada, no podía dormir, estaba llorando a pleno pulmón, no paraba de llorar, y claro te empieza a afectar a todo, a los nervios y a las emociones. Empiezas a pensar en cosas como esto no: ¿Fue esto una buena idea? Hay ocasiones muy difíciles en las que he pensado: 'Miguel, si tú no querías tener hijos, lo tenías muy claro'", ha explicado Macías. También ha recordado la primera vez que verbalizó estos sentimientos, y cómo lo hizo con miedo, consciente de lo poco común que es hablar abiertamente de ello.

Elvira Lindo cuestionaba si la paternidad es una decisión meditada en su caso. Macías reveló que, a pesar de haber sido siempre reacio a tener hijos, decidió dar el salto porque su pareja deseaba ser madre. "Yo no puedo decir que me arrepiento, el artículo tampoco dice eso. Lo que quiero decir es que te puedes permitir tener esos pensamientos y hablar de ellos, no pasa nada. Cada vez más creo que hablamos de lo duro que es ser padres y madres. Por supuesto, asumo que para las madres es mucho más duro que para los padres por motivos obvios, pero la paternidad es una apisonadora de cuidados y de sueños", afirmaba.

Cuando Lindo le ha preguntado si tener hijos implica renunciar a ciertos aspectos de la vida, Macías ha sido claro: "Lo más simple es que tu tiempo deja de ser tuyo, ya no puedes disponer de tu tiempo abiertamente, tienes que estar consultando todo el tiempo si puedes hacer esto o lo otro". En su artículo, expresó cómo su rutina se vio afectada, sintiendo que no tenía tiempo para sí mismo ni para cuidar su salud mental.

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La conversación se ha tornado intensa cuando se abordó la reacción del público a sus artículos. "El artículo empezó a despegar y abrí los comentarios un momento, vi que algunos eran positivos y otros eran negativos y dije: yo no vuelvo a mirar esto. En X sí que me contactaron personas con malas intenciones, me llegaron una docena de mensajes muy desagradables diciendo que me tenía que retirar a la niña o que tendría que matarme, cosas muy horribles", ha recordado.

Este miedo de tener hijos, mezclado con su historia de depresión crónica, le generó dudas sobre su capacidad para ser un buen padre. "Soy una persona depresiva funcional. Nunca he tenido un episodio en el que no pueda operar, siempre me he levantado por la mañana y he conseguido hacer las cosas que tenía que hacer, pero sufriendo, como tantas personas que sufren depresión en silencio. Por primera vez hablé de ello en el artículo de The Guardian, lo que supone vivir con depresión y condiciona tus decisiones y tu carácter, silenciosamente condiciona todo lo que haces", ha resaltado.

Macías ha concluido que, a pesar de sus sentimientos de arrepentimiento, también hay belleza en su paternidad. "Tuvimos la brillante idea de ir de visita a Estados Unidos cuando Olivia tenía siete meses. Tanto mi pareja como yo nos arrepentimos de eso porque fue una locura", ha finalizado con humor.