La actriz Charo López recuerda el acoso del que fue víctima: "Me llamaban Maicena y no sabía qué significaba"
"Me han perseguido durante años los bestias que piropeaban y decían burradas", cuenta la actriz en una entrevista en Por el principio
Por el principio | Charo López recuerda el acoso que sufrió de joven
Madrid
Charo López, actriz española que lleva desde el año 1965 dedicándose al mundo del teatro y el cine, protagonizando películas y series tan icónicas como Ditirambo, de Gonzalo Suárez o Los Camioneros, de Mario Camus entre otras. En el apartado personal ha tenido una vida marcada por la represión en su educación. Durante una entrevista extensa en el programa Por el principio de la Cadena SER, la actriz ha relatado cómo fue esa formación que obtuvo en su infancia: "Yo he sido una niña reprimida porque la educación que he tenido ha sido muy opresora".
Una infancia que la marcó y la hizo tener una personalidad muy vergonzosa, desarrollada ya en su juventud: "Yo sí he tenido vergüenza por todo siempre, esa se me ha quedado", añadía. Fue en esa época, en la adolescencia, cuándo Charo López empezó a desarrollarse físicamente, aunque por dentro seguía siendo una niña. Se sentía insegura con su cuerpo, lo tapaba y tenía pánico a lo que le decían los hombres por la calle, comentarios sexuales muy desagradables y completamente fuera de tono, que hacían que a la actriz española le diera verdadero pavor tener que pasar por este tipo de situaciones.
Con estos comentarios, los hombres acosaban continuamente a las mujeres y Charo López fue una víctima más de esos abusos verbales que eran tan habituales: "Me llamaban Maicena, dos veces buena, pero era horrible porque yo no sabía que significaba, no tenía ni idea. Eran comentarios de un salido seguro, un tío al que yo le gustaba".
Un día, después de recibir uno de estos gritos totalmente fuera de tono, llegó a casa y preguntó a su madre qué eran los pezones, a lo que esta, relata, le respondió: "Pero esas cosas no se preguntan". Ellla ha confesado entre risas que entonces pensó: "Coño, dónde me he metido". La anécdota habla de una educación en la que estos temas estaban prohibidos y que López califica de "tremebunda".
Momentos que marcaron su vida, y que después, en una etapa más adulta, le hicieron tomar conciencia de este tipo de tratos machistas: "Me han perseguido durante años los bestias que piropeaban y decían burradas". Aunque también cuenta que estos sucesos le hicieron fuerte: "Luego cuando he sido más mayor no he notado que me hiriesen o yo lo he aceptado de otra manera".
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