Cuba sobrevive en la oscuridad sin sistema eléctrico, comida u hospitales

Madrid

Cuba ha estado esta última semana sumida en la oscuridad. Más de siete días en los que al menos diez millones de personas han vivido sin luz hasta 20 horas al día. No es un problema nuevo, pero sí uno que nunca había sido tan grave en la isla: ha dejado a la ciudadanía sin comida — podrida por el calor y la humedad —, sin hospitales, sin transporte público, y con unos índices de delincuencia más altos de lo que ya eran. En la Cadena SER, hablamos a principio de año con María Elena Mir Marrero y Manuel Reyes, ambos en la oposición al Gobierno. A dos meses de que acabe este 2024, hemos vuelto a hablar con ellos para que nos cuenten cómo ha evolucionado la crisis social y económica de la isla en un momento en el que el sistema eléctrico ha dejado de sostenerse.

9 de cada 10 personas viven con menos de dos dólares al día

"El colapso del sistema eléctrico ha tenido y tiene unos efectos terribles sobre los hogares. La poca alimentación que tenían la perdieron después de tres días sin refrigeración; y, con las interrupciones que se producen de manera repentina, se estropean los electrodomésticos que son muy costosos", cuenta Reyes. Un ciudadano de 61 años, que vive en La Habana y lleva más de la mitad de su vida trabajando en la oposición al Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel. Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, la pobreza se ha incrementado drásticamente en este año: casi 9 de cada 10 personas viven con menos de dos dólares al día.

A esto se suma la crisis de la última semana, que ha sido "un retroceso en todos los aspectos", asegura Mir Marrero, "del transporte y, sobre todo, de los hospitales, que se han quedado apagados". Añade que cada día se levanta con la misma pregunta: "Abro los ojos y pienso qué servicio no tendré. Si no podré cocinar, o no tendré agua, o si enfermaré, aunque no me lo pueda permitir".

"El sistema eléctrico tiene más de 65 años y nunca se ha revisado"

El Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel achaca la crisis de la luz a la falta de combustible por el bloqueo de Estados Unidos. Sin embargo, el sistema eléctrico es antiguo y las desconexiones son el día a día de la isla. "Estos fallos se deben única y exclusivamente a la no atención y al no cuidado de estas plantas con más de 65 años", dice Mir Marrero. Reyes coincide con ella y echa la culpa, además, a cómo ha gestionado el dinero Díaz-Canel: "El Gobierno ha dirigido la inversión para construir hoteles, en vez de invertir en el sistema eléctrico, y ha llegado el momento en el que explotó. Los economistas aseguran que ha invertido 2.200 millones de dólares en hoteles. Con ese dinero se podrían haber construido hasta 12 centrales energéticas".

Las casas y las calles de la isla se encienden y apagan por días. "Aquí en Cuba se dice que al final del túnel hay luz", cuenta Mir Marrero, "pues ahora decimos que no hay ninguna luz y que no se puede ver más allá porque no sabemos ni con qué servicios contamos para las próximas 24 horas".