Elisa Mouilaá estalla contra "los neandertales" que la critican por haberse ido a casa de Errejón la noche del presunto acoso
La actriz ha contestado en sus redes sociales a las críticas hacia su persona y ha relatado cómo fue el tormento que vivió esa noche
La polémica en torno a la denuncia de la actriz, Elisa Mouliaá, contra el ya exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón, por acoso sexual se encuentra en el foco de la sociedad española. Este jueves por la noche, la actriz ha asegurado sobre su denuncia contra Íñigo Errejón que fue acoso sexual y que hay pruebas y testigos. Dentro del texto de la denuncia, al que ha tenido acceso la Cadena SER, se recoge que Errejón la "empujó sobre la cama" y "se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos y de los glúteos".
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Pese a que gran parte de la sociedad ha salido en defensa de Mouliaá, algunos usuarios han atacado a la actriz en redes sociales por el hecho de salir de fiesta con el político y no quedarse en su domicilio junto a su hija. Antes estos comentarios, Elisa ha publicado un mensaje en su cuenta de X aclarando su situación en dicho momento y responder a los "neandertales que dicen que debía estar en mi casa con mi hija y marido un sábado de septiembre".
"Una mujer puede salir de fiesta con sus amigos si le da la gana cuando quiera y sin que la juzguen, teniendo o no marido, estamos en 2024. Aun así, mi marido yo estábamos separados y en proceso de divorcio que finalmente se formalizó de forma amistosa a principios del 23", aseguraba Mouliaá.
"Yo estaba ilusionada con Íñigo, le tenía en un pedestal... pensé que podía ser una historia de amor preciosa, pero en lugar de encontrarme con algo romántico me encontré con una persona que lo único que quería era tocar mi cuerpo y meterme la lengua", comenta en relación y los actos con Errejón.
"Acabé en su casa porque me dijo que el coche nos estaba esperando desde hacía 5 minutos y teníamos que irnos, y en su casa le dije que me iba de ahí, primero porque en el taxi me habían llamado diciendo que mi hija tenía fiebre y si me estaba sintiendo mal eso lo empeoraba más y segundo porque era todo invasivo e incómodo", añade.
"Hay pruebas, como la captura a de la conversación posterior a ese día con mi amiga, donde le decía lo invadida que me había sentido. Y esto es todo lo que tengo que decir", concluye la víctima en su mensaje de X.