Ilia Topuria noquea por primera vez a Holloway y consigue retener el título de la UFC
El español derriba al hawaiano en el tercer asalto como ya prometió en la rueda de prensa previa
El campeón Ilia Topuria se sobrepuso a la adversidad inicial para anotar una estruendosa victoria por nocaut en el tercer asalto sobre el hawaiano Max Holloway y retener el título de peso pluma de la UFC en el UFC 308 en el Etihad Arena el sábado.
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Topuria, de 27 años, logró un derribo temprano, pero luchó para manejar la distancia a través de los dos primeros cuadros de una pelea por el título intrigante, pero una vez que se dio cuenta, la situación estaba decidida para su oponente.
Holloway, que derrotó a José Aldo para convertirse en campeón indiscutible del peso pluma en junio de 2017, pero perdió el cinturón en diciembre de 2019, utilizó su vertiginosa variedad de golpes para mantener a raya a su oponente nacido en Georgia, pero la mano derecha como un pistón de Topuria fue una amenaza en todo momento.
Esa mano derecha fue la que comenzó la desaparición de Holloway, pero fue una izquierda corta de seguimiento la que envió a Holloway a la lona y el español Topuria rápidamente lo siguió al suelo, lloviendo golpes antes de que el árbitro Marc Goddard saltara para detener la pelea.
"Con esa mano derecha, lo sentí. Acabo de verlo con él, en su cara, empezó a dar algunos pasos hacia atrás, y eso no se ve a menudo con Max", dijo Topuria, rindiendo homenaje a su oponente mientras Holloway sufría la primera derrota por nocaut de su carrera en la UFC.
"Espero ser una pequeña parte del ejemplo que él ha sido para mí, para la nueva generación". En el combate coestelar, el invicto checheno Khamzat Chimaev volvió a hacer gala de un grappling dominante antes de someter al ex campeón Robert Whittaker en el primer asalto de su combate de peso medio, con lo que se preparó para una oportunidad por el título.
Chimaev no perdió tiempo en derribar al australiano, utilizando su lucha como una lapa para controlar a Whittaker antes de tomarle la espalda y asestarle una llave al rostro que pareció dislocar la mandíbula de su oponente, forzando un rápido toque a falta de 1:26 para el final del primer asalto.