Economía y negocios

La almendra mejora la campaña pasada y sube un 30% de precio por el pinchazo de la californiana

COAG advierte de que la sequía sigue afectando al sector. La sección de frutos secos del grupo Dcoop prevé duplicar su facturación.

Un silo con almendras en la planta de Dcoop en Villarrubia (Córdoba). / Carlos Sevilla

Madrid | Villarrubia (Córdoba)

La cosecha de la almendra se recupera. Según las previsiones que ha publicado esta semana el Ministerio de Agricultura, la producción alcanzará esta campaña las 373.558 toneladas, lo que supone un 17,5% más que la anterior y un 9,1% por encima de la media de las últimas cinco. Además, los productores dejan atrás dos años de precios bajos. Buenas noticias para un sector que compite en un mercado, nacional e internacional, dominado incontestablemente por Estados Unidos.

Las previsiones de los agricultores no son tan optimistas como las del Gobierno. “Es una campaña agridulce”, expone en una conversación telefónica Javier Fatás, responsable de frutos secos de la Ejecutiva estatal de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos. Según su análisis, la cosecha va a ser “positiva” en las zonas de regadío, que representan el 20% de la superficie productiva, especialmente en los cultivos intensivos. Pero las explotaciones de secano de Aragón, Cataluña y Castilla-La Mancha han seguido sufriendo la falta de agua y hay “zonas donde incluso se van a perder árboles por la sequía este año”.

En conjunto, COAG prevé que la producción de esta campaña sea similar o algo mejor a la del año pasado. Sus estimaciones eran mejores en mayo, cuando esperaban un aumento del 10% respecto al año pasado, pero la falta de lluvias en las plantaciones de secano durante los meses posteriores les ha hecho rebajar las expectativas y acercarlas a los niveles de 2023. En todo caso, afirma Fatás, el incremento de la producción esta campaña se deberá a que la superficie productiva ha aumentado casi un 3%, principalmente porque ahora empiezan a dar su fruto las explotaciones intensivas vinculadas al regadío, con una alta producción, que se han instalado en los últimos años.

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La mejor noticia para los productores es la subida de los precios que van a percibir, tras dos años en niveles muy bajos, en un mercado donde la referencia la marca Estados Unidos, primer productor mundial con cerca del 80% de la cosecha total (le siguen España y Australia con un 7-8% cada uno). Después de dos buenas campañas, la bajada de las previsiones de producción en California y el recorte en el 'stock' de almendra americana para suplir esa caída en la cosecha han hecho que este año el precio de la almendra sea cerca de un 30% más alto.

"Cuando el año pasado estábamos hablando de 3,2 o 3,5 [euros el kilo en origen], este año estamos hablando por encima de 4,5", comenta el director general de Dcoop en una sala de la planta almendrera que el grupo cooperativo tiene en Villarrubia (Córdoba). En opinión de Rafael Sánchez de Puerta, esta "ha sido una buena cosecha en general, con buenas producciones", pero "el alivio fundamental" ha sido la recuperación de los precios. Dcoop, líder en la producción de aceite de oliva, abrió hace siete años su sección de frutos secos, que este año prevé duplicar su facturación y alcanzar los 45 millones de euros, esencialmente por el negocio de la almendra.

En la planta cordobesa se parten 10.000 kilos de almendras por hora las 24 horas del día, según explica su responsable industrial, Vicente Fernández, intentando elevar la voz por encima del ruido de las máquinas, cubiertas por el serrín de las cáscaras. Allí procesan la mitad de la producción del grupo, que esta campaña rondará las 10.500 toneladas de almendra en grano. La otra mitad, en una "planta gemela" en Portugal.

Mercado interior y exterior

Las exportaciones de la almendra española se multiplicaron por siete entre 2017 y 2022 con Francia, Alemania e Italia como principales compradores. En la Unión Europea alcanza el 23% de la cuota de mercado, solo por detrás de la estadounidense. La campaña pasada, las exportaciones aumentaron un 6% respecto a la anterior y rozaron los 190 millones de euros.

Dcoop destina el 40% de su producción a la venta al exterior, con clientes industriales en 18 países. Entre ellos -además de los principales europeos- Turquía, Emiratos Árabes, Catar e India, primer consumidor del mundo. Los socios del grupo cruzan los dedos para que China no incluya a la almendra española en la lista de productos a los que aplica aranceles como respuesta a los aranceles europeos al vehículo eléctrico chino. La compañía aprovechó los aranceles que China aplicó a la almendra estadounidense para convertirse el año pasado en el primer productor español en exportar almendra al país asiático.

Su objetivo ahora es Marruecos, un "país muy interesante" porque consume unas 6.000 toneladas de almendras al año. El problema, según Sánchez de Puerta, es que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Marruecos permite la entrada de almendra marroquí a territorio comunitario sin aranceles, pero establece uno del 40% a la exportación de almendra europea al reino alauí. El grupo reclama al Gobierno y a la Unión Europea la retirada de ese arancel para que la almendra española pueda ser competitiva.

Pero la partida con la almendra californiana no solo se juega fuera de España. Nuestro país es un gran consumidor de almendra, pero la mayor parte es estadounidense. Cerca del 70% de las 115.000 toneladas que se importaron en la campaña pasada vinieron del país norteamericano. Su encarecimiento este año puede ser un atractivo para que la industria elaboradora en España opte más por comprar almendra nacional. Para competir en el mercado nacional, Dcoop firmó un contrato con Importaco, principal proveedor de frutos secos de Mercadona, al que vende el 40% de la producción. Un acuerdo comercial "a cambio de alguna manera de que vayan sustituyendo almendras americanas por almendra española o almendra ibérica", señala Sánchez de Puerta.

La capacidad de la almendra estadounidense de marcar las tendencias en el sector, por su predominio en el mercado, "es un mal endémico que siempre va a estar ahí", dice Javier Fatás. Al menos en esta campaña, el pinchazo del gigante californiano ha dado un respiro a sus pequeños y escasos competidores, que percibirán más por su cosecha. Una subida del precio de la almendra en origen que, tarde o temprano, terminarán pagando los consumidores con turrones, mazapanes o bombones almendrados más caros.

Carlos Sevilla

Carlos Sevilla

Periodista en la sección de Economía, donde cubro la información sobre consumo, energía y el sector...

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