La Policía Nacional no halla indicios de espionaje a los líderes de Podemos
Los agentes explican que gran parte de las consultas se produjeron para proteger a sus dirigentes de amenazas de la ultraderecha
Varias de las consultas en las bases de datos de la Policía buscaban los antecedentes de otras personas que se apellidaban igual que los dirigentes de Podemos. El de la imagen es el caso de Irene Montero .
Madrid
El titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, investiga el supuesto espionaje a al menos 55 dirigentes y diputados de Podemos entre 2015 y 2016, coincidiendo con la supuesta guerra sucia contra la formación morada en el mismo periodo, ejecutada por la policía política del PP. La Policía Nacional acaba de remitir un paquete de informes y oficios en los que descarta que recibieran orden alguna para consultar de forma ilícita las bases de datos o que existiera una persecución organizada. Por el contrario, afirman en su documentación al juez que los seguimientos tuvieron una explicación lógica porque fueron los propios dirigentes de Podemos, a raíz de la precampaña de las europeas de 2014, quienes pidieron colaboración a la Policía Nacional a través de representantes como Gloria Elizo o el responsable de seguridad del partido, Sergio Illanes, porque el líder Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y otros dirigentes de la formación habían recibido amenazas en redes sociales y por carta de distintos colectivos de ultraderecha.
Consultas para proteger a Podemos de la ultraderecha
En su informe, la policía explica que las consultas obedecen a labores de “contravigilancia” con el objetivo de protegerles, y que era el propio Podemos quien remitía por correo a la policía la previsión de los actos en los que sus líderes iban a encontrarse en 2014 y 2015, y los agentes realizaban las labores de seguridad pertinentes. De esta forma, la policía participó en hasta 18 eventos de Podemos en ese periodo, para garantizar la seguridad.
Búsquedas automáticas informatizadas
La policía explica al juez que otras consultas, como los alojamientos en hoteles o viajes de Iglesias, Errejón, Mayoral, Bustinduy o Juan Manuel del Olmo entre otros, forman parte de búsquedas automáticas informatizadas de los programas ATLAS o ARGOS, como también sucede con otros como Carolina Bescansa, Pedro Arrojo o Gloria Elizo, que en su caso aparecen en el sistema porque perdieron el DNI, denunciaron un hurto o renovaron el pasaporte, sin que conste extracción de datos.En el caso de Ione Belarra, aparecen tres consultas en 2016 que según los agentes, serían practicadas por motivos de seguridad, debido a su participación en la Marcha por la Dignidad de Melilla.
Búsquedas a otras personas con mismos apellidos
Los agentes también detectan que varias de las consultas en las bases de datos buscaban los antecedentes de otras personas que se apellidaban igual que los dirigentes de Podemos. Así sucede en el caso de Irene Montero o de David Bravo. No consta que hubiera consultas respecto a la actual vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Los agentes no han detectado ilicitudes de momento aunque la información todavía no es completa. Aún no han concluido el análisis de los 55 representantes de Podemos, que remitirán al juzgado a medida que lo concluyan.
Sin espionaje generalizado pero sospechas de guerra sucia
La documentación remitida por la Policía Nacional descarta a priori una labor de espionaje generalizada y organizada desde el cuerpo policial, pero no aleja las sospechas respecto al reducido grupo de la policía política del PP. En este sentido, el exsecretario de Estado de Seguridad con Rajoy, Francisco Martínez, declara este lunes ante el juez Pedraz. Será preguntado respecto a los whatsapps cruzados con el comisario Enrique García Castaño, en los que supuestamente le solicitaba información perjudicial para los dirigentes de Podemos. Este martes comparecerán, también como investigados, el exdirector adjunto operativo de la Policía Nacional, Eugenio Pino, y el inspector de la Policía, José Ángel Fuentes Gago.
