La UE pide una investigación sobre las irregularidades en las elecciones en Georgia cuyos resultados no reconoce la presidenta de la república

Bruselas

La Unión Europea pide una investigación rápida y transparente para esclarecer las denuncias de irregularidades en la jornada electoral del sábado. Unos comicios que dan la victoria al partido del gobierno (con el 53,92% de los votos) Sueño Georgiano, una formación con vínculos con el Kremlin y que lleva 12 años en el gobierno.

La Comisión y el Alto Representante han publicado un comunicado en el que se hacen ecos de las irregulares que ha denunciado la misión de observación electoral de la OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que habla de vulneraciones de dobles votos y unas condiciones de competencia desiguales entre el partido prorruso y la coalición europeísta que encabeza la oposición. La presidenta de la república, defensora de la adhesión de Georgia a la Unión Europea, ha dicho que no se puede reconocer los resultados y acusa directamente a Rusia. Habla de guerra Híbrida y ha pedido a los georgianos que salgan a la calle para rechazar los resultados. El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista y cercano a Putin Viktor Orbán, estará este lunes y martes de visita oficial en Georgia, ha informado su gobierno a última hora de este domingo.

Bruselas mantiene congelado el estatus de adhesión a la UE

Georgia es de los puntos más débiles del espacio postsoviético y que Rusia utiliza para desestabilizar a occidente, con campañas de desinformación con el propósito de desestabilizar el país. Los llamados ataques híbridos. Ubicada entre Rusia y el Mar Negro, Georgia mira al futuro desde la Unión Europea. Así lo expresa su propia Constitución, donde se pide trabajar para integrarse en el club comunitario y en la OTAN. Una voluntad que reiteran la mayoría de los ciudadanos con un apoyo de más del 80 por ciento en todas las encuestas. Bruselas le otorgó el estatus de país candidato en 2023. Pero el proceso está congelado desde el mes de julio, cuando el Consejo congeló además el desembolso de 30 millones.

El motivo, la simpatía del gobierno con las tesis de Putin, con leyes que imitaban la ley de agentes extranjeros del Kremlin. Ya entonces el Consejo pidió elecciones limpias y libres. Unos comicios que la presidenta del país, crítica con las leyes prorrusas del gobierno, ha defendido como un referéndum entre Rusia y occidente. Bruselas mantiene congelado el estatus de país candidato para la adhesión desde el mes de julio por las políticas represivas de un gobierno en la órbita del Kremlin.