La campaña, al rojo vivo
Kamala no lo tiene nada fácil. Pero hoy, algo menos difícil que el domingo.
La campaña, al rojo vivo
Barcelona
La campaña electoral en EEUU se pone al rojo vivo. La semana que queda hasta la votación del 5-N puede ser decisiva. Hasta anteayer, Donald Trump había logrado equilibrar la ventaja en las encuestas de Kamala Harris, tras el septiembre vertiginoso de la demócrata. Pero remontó este mes, hacia el empate virtual.
Hasta el domingo. Cometió un error garrafal. Acostumbrado a que sus disparates movilicen aún más a sus fieles y a algunos indecisos, se pasó de rosca. Su mitin en el Madison Square Garden fue un rosario de excesos contra las minorías. Los oradores atacaron a los negros por ser negros, a los judíos por ser judíos, y sobre todo a los portorriqueños por ser de Puerto Rico. “Hay una isla de basura flotando en el Atlántico, creo que se llama Puerto Rico”, dijo desde la tribuna un cómico trumpista. Se esperaba que el líder republicando le rectificase hoy, pero nada de nada. Al revés. Ha dicho que el acto de los insultos fue “un festival de amor”. Vaya.
El problema para el candidato ultra es que hay seis millones de portorriqueños viviendo en el continente, donde tienen derecho a voto. Y de ellos, 620.000 habitan precisamente en un Estado clave, Pensilvania. Es el mayor de los Estados-bisagra, con casi permanente empate, y que dispone de 19 votos. Como todo parece tan ajustado, ese lugar puede resultar decisivo.
Y eso sucede a la espera del gran mitin demócrata en Washington, en el mismo lugar donde Trump llamó a sus seguidores a rebelarse y los envió al asalto del Capitolio. Kamala no lo tiene nada fácil. Pero hoy, algo menos difícil que el domingo.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...