Sociedad

"Tengo amigos gitanos": los argumentos de Vox para defender su discurso xenófobo

Los delitos de odio han crecido un 21% en España entre 2022 y 2023, de ahí que el Congreso haya creado una subcomisión para luchar contra los discursos que los alientan. Vox rechaza el concepto mismo de delitos de odio y reclama el derecho a decidir "qué modos de vida detesta"

El cartel electoral por el que Vox fue investigado por un delito de odio y que la Audiencia de Madrid finalmente avaló. Archivo. / EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

Madrid

Una risa ahogada se ha escapado en la sala cuando una de las portavoces de Vox en la Comisión de Igualdad, Rocío Aguirre, ha empezado así su turno de palabra en el Congreso: “tengo el honor de tener muchos amigos gitanos, hermanos incluso, que me consideran también una hermana”. La portavoz -que sí es hermana de Esperanza Aguirre- ha continuado especificando qué gitanos son los que pueden contarse entre sus amigos, los que considera dignos de admiración: “los que aman al rey y a España, a dios y a su familia”. El argumento de no puedo ser racista porque tengo amigos gitanos (efectivamente, risible), elevado a la categoría de discurso político por una formación que vincula inmigración y delincuencia y señala sistemáticamente a niños que emigran solos.

Pero el asunto de fondo que ha centrado el debate en la primera sesión de la subcomisión del Congreso sobre los discursos de odio es muy serio: el aumento de los delitos racistas, xenófobos, contra las personas LGTBIQ+ en España, y si se puede vincular con el discurso que defiende la extrema derecha. El PSOE y Sumar creen que sí, el PP ha evitado pronunciarse, acusando a la izquierda de “politizar la subcomisión” por señalar que son socios de gobierno del partido de ultraderecha, y Vox rechaza la categoría de delitos de odio, aplicando a esta realidad el negacionismo que despliega también cuando se trata de la violencia machista.

Pilar Muniesa, responsable de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, una de las comparecientes en la subcomisión, ha explicado, en respuesta, precisamente, a una pregunta del PP, que "siempre se ha intuido que existe una relación entre los discursos de odio y los delitos de odio. Un estudio publicado este mes por la Universidad de Salamanca y la Oficina Nacional contra los Delitos de Odio estudia la correlación entre discursos online y delitos, es un estudio científico, y hay cierta correlación, no una causa-efecto directa pero sí hay correlación, se ha detectado".

"Modos de vida detestables" o "incluir a varones y heterosexuales entre los colectivos vulnerables"

Esta primera sesión de la subcomisión se ha abierto con dos comparecencias, la de Pilar Minuesa y la de Beatriz Carrillo, Directora General para la Igualdad de Trato y No Discriminación y Contra el Racismo. Ambas han desglosado una serie de datos "preocupantes" sobre el aumento de los delitos y los mensajes de odio. Carrillo ha aprovechado para condenar en nombre del Ministerio de Igualdad los insultos racistas proferidos este sábado en el Bernabéu contra Lamine Yamal, el jugador del Barcelona.

"Estas conductas no son la acción de unos degenerados, el racismo es estructural, en las redes, las escuelas, el empleo, la vivienda, manifestaciones sin un altavoz como tiene el deporte de élite pero que sufren muchos colectivos en su día a día", ha señalado la conocida activista por los derechos de las mujeres gitanas. Las representantes de Vox no sólo han obviado los datos oficiales, estudios e informes que han aportado las comparecientes, sino que han tergiversado el único dato del que han echado mano durante la sesión: el barómetro del CIS de septiembre.

"Ahora mismo según la última encuesta del CIS para el 30% de los españoles la inmigración es su mayor problema. Y esto no es xenofobia, esto es decir la verdad", ha defendido Rocío Aguirre. Aunque para decir la verdad tendría que explicar que la inmigración es "el principal problema que existe en España" (así pregunta el CIS) para el 30% de la población, es decir, el principal problema de España pero no el principal problema de los ciudadanos. Porque cuando los encuestados responden qué problemas les afectan personalmente, la inmigración cae al quinto lugar. Pero Aguirre ha insistido, a partir de ese dato, en que "la inmigración ilegal desbordada es un problema, y no es odio ni racismo, es una crítica legítima que pretenden censurar".

Su compañera de partido, Reyes Romero, ha ido más allá, tachando la categoría de delitos de odio de "herramienta totalitaria" que el gobierno pretende utilizar para "imponer a los ciudadanos qué valores tienen que aceptar de forma obligatoria". Porque para Vox, en una sociedad pluralista y libre "cada uno tiene la capacidad de elegir qué valores considera dignos de respeto y qué modos de vida detesta". No es necesaria la categoría de delito de odio, en opinión de Reyes Romero, que se ha preguntado por qué no se incluyen como colectivos vulnerables o perseguidos "los empresarios, los varones de los que hemos oído desde la tribuna que tienen el gen del maltrato, los blancos, católicos, heterosexuales, a los patriotas españoles en determinadas regiones de España".

"Hay que reforzar el reglamento del Congreso para limitar estos discursos"

La Directora General para la Igualdad de Trato, Beatriz Carrillo, ha reclamado antes de terminar su comparecencia un cambio en el reglamento del Congreso para limitar afirmaciones con las que, en su opinión, "no podemos ser tan pasivos". "Una cosa es la libertad de expresión y otra la agresión que se produce cuando asociamos determinados colectivos con la delincuencia", ha respondido a Vox, para añadir que "no se puede permitir en ninguna cámara, en ninguna institución. Hay que reforzar el reglamento de esta cámara para limitar estas acusaciones injustas que no se corresponden con la realidad".