Después de 38 años, Sarabia afirma que sufrió "acoso laboral" y Clemente le responde: "Me da pena que puedan decir que es tonto"

Muchas veces, por más años que pasen las heridas no se terminan de cerrar. 'El tiempo todo lo cura', dicen, y puede ser que aplaque las cosas, pero a veces no es suficiente, si no que se lo digan a Manu Sarabia. El exfutbolista desarrolló gran parte de su carrera en el Athletic Club, donde vivió grandes momentos como la consecución de dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España, jugando como rojiblanco más de 380 partidos y anotando 118 goles. Fue un delantero destacado y querido en Bilbao, pero las cosas no terminaron bien.

Su relación con Javier Clemente fue erosionándose, llegó a la fractura total y terminó yéndose a terminar sus últimos pasos como profesional en el CD Leganés. Ahora, casi cuatro décadas más tarde del desencuentro con el controvertido técnico, el que fuera delantero desveló algunas interioridades de lo que fueron estos encuentros para él desagradables. Lo ha hecho a través de un libro que ha publicado conjuntamente con su mujer, Begoña Armesto, en la Editorial Al Poste y que se titula 'Chaval, ¿quieres venir al Athletic?'.

En uno de los capítulos es tremendamente duro con Clemente y hay afirmaciones bastante sorprendentes. "Durante cuatro temporadas fui víctima de acoso laboral. Un conflicto que me colocó en el ojo del huracán, que unió mi nombre a la mayor crisis de la historia del club e hizo que la palabra 'polémica' se vinculara a mi carrera futbolística", afirma un Sarabia que considera esa época como "un infierno". "Viví una situación abusiva, de acoso, por parte de Javier Clemente. Un sinsentido que con el paso de los años me produjo un gran desgaste psicológico que pudo haberme hundido, pero que no lo hizo gracias a mi fortaleza y gracias al apoyo de mi entorno más cercano".

"Lo intentó todo. Que me traspasaran, retirarme de las alineaciones, provocarme para que pusiera mi salida en bandeja, pedir que me multaran, tratar de enemistarme con mis compañeros, tratar de socavar el apoyo que recibía de la afición y de los medios con sus acusaciones e insinuaciones... En su estrategia contaba con que yo respondería a alguna de sus numerosas provocaciones, lo que facilitaría enormemente su tarea. Pero yo le hice frente, no me dejé machacar, no tragué con sus arbitrariedades y su abuso de poder, pero nunca le di el más mínimo motivo, sabía que ese sería mi fin. Y fue muy duro lo que tuve que vivir", relata el ex del Athletic con crudeza, y claro, la respuesta del entrenador de Barakaldo ha llegado.

"O se le ha ido la pinza o está de cachondeo"

Sarabia asegura que ha guardado silencio durante tanto tiempo por la decisión personal que tomó de "no hablar de aquella situación" y tampoco responder "a las continuas provocaciones que he recibido por parte de Clemente a lo largo de los años", pues asegura que él no vive "de la bronca y la polémica" y tampoco ha querido "retroalimentar al personaje". Ahora, conocedor de que esta decisión de silencio le ha hecho daño, se decide a exponer todo lo que aconteció, aunque el que fuera su técnico no está de acuerdo y no se ha mordido la lengua en Onda Vasca, donde habló sobre este tema.

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"Me da pena por él, porque no tiene sentido lo que dice. Me da pena que muchos puedan decir que es un poco tonto", comentó Clemente, que con su particular tono sarcástico añadió que va "a comprar el libro para que saque dinero aunque sea de cuatro chorradas que ha escrito". "Está sembrado", afirma el que fuera seleccionador nacional español, considerando que "o se le ha ido la pinza o está de cachondeo" porque "el 'mobbing' en aquella época ni existía". Este asegura que "la mitad de lo que dice no es cierto" y que "'mobbing' igual llama a cambiarle de posición en algún partido. Dejé de ponerle al final de su carrera, que físicamente estaba peor. Nos empezamos a llevar mal cuando no le ponía de titular, que es lo que él quería".

Clemente cree que "se le ha ido la olla" y expuso una situación que ocurrió entonces. "Él quería ser titular y nos reunimos todos: le pregunté a ver a quién tenía que quitar para que jugara él", asegurando el míster que "sus compañeros saben lo que hizo". A pesar de ello, cree que "Manolo es de lo mejores jugadores que hemos tenido, pero el físico de él era muy débil", por lo que "opte por sacar su calidad en la últimas medias hora de los partidos". Lo que tiene muy claro es que la reconciliación entre ellos es complicada y que "ahora cuanto menos cerca estemos, mejor, porque lo único que hacemos es estorbarnos. Lo del libro me ha sorprendido y los jugadores le pueden contradecir. Ha cumplido lo de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Le faltaba el libro y como estará aburrido se ha dedicado a escribir el libro. Las tonterías que ha dicho…". Lo antes señalado, las heridas a veces no cicatrizan ni aunque pasen 100 años.