El efecto cinturón de la vivienda: ¿El centro... es para ricos?
Los precios llevan años subiendo en el centro y periferia de las grandes capitales españolas, y la subida de precios comienza a afectar a un radio cada vez más amplio
Vivienda: cinturones al rojo
Madrid
La clase media lleva años renunciando a vivir en el centro de las grandes ciudades por los precios elevados de la vivienda. La tensión comenzó a trasladarse después a la periferia, y ahora se contagia a los municipios limítrofes en un radio cada vez más amplio fuera de los núcleos urbanos.
Según datos de Tinsa, en Madrid capital el precio residencial se ha encarecido en el tercer trimestre un 4,5% respecto al año pasado, pero son los municipios limítrofes dónde la subida de precios es aún más pronunciada. En Coslada el precio de la vivienda residencial sube un 4,8%; en Móstoles, un 5,3% y en Getafe, hasta un 6,6%.
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Pero el radio de contagio de precios de la capital y otras grandes ciudades va más y más allá. En Albacete, por ejemplo, la vivienda se ha encarecido un 7,5%; y en Guadalajara los precios se han disparado más de un 16% respecto al año pasado.
"En estas provincias se ha producido un efecto dinamizador y se ha potenciado la demanda. Sin embargo, en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona sigue habiendo una demanda alta. No es que se haya expulsado a la demanda residencial a otras provincias limítrofes, si no que se ha dado en algunos momentos concretos", señana Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
Tendencia compartida en compra y alquiler
La periferia también se ha encarecido y la tensión en los precios del alquiler se traslada ya fuera de los grandes núcleos urbanos. Buen ejemplo de que esta tendencia va a más es que la parte de nómina que se destina al pago del alquiler fuera de la capital española (actualmente en el entorno del 20-25%), es la misma que hace solo cinco años se necesitaba para vivir en la zona centro de Madrid: en barrios como Retiro o Chamberí.
"En los últimos años los precios se han tensionado al alza porque tenemos una demanda solvente. El nivel de compraventas se mantiene elevado gracias al tirón de la inmigración y las compras de extranjeros no residentes. Sin embargo, el parque de vivienda residencial no ha crecido con la misma intensidad. Si la oferta se dinamiza, tendríamos un potencial de acceso mejor", explica Arias.