La mitad de la Tierra sufre ya sequía extrema por el cambio climático
122 científicos internacionales denuncian en un nuevo informe el "nivel récord" de los impactos negativos de la crisis climática
Madrid
En el último año, cada persona, de media, sufrió 50 días más de temperaturas peligrosas para la salud como consecuencia del cambio climático. Mientras tanto, la sequía extrema afectó al 48% de la superficie terrestre de nuestro planeta, el segundo nivel más alto registrado. Además, la mayor frecuencia de olas de calor y sequías provocó que 150 millones más de personas tengan problemas en el suministro de alimentos básicos.
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Las amenazas para la salud que plantea el cambio climático han alcanzado ya "niveles récord", según denuncia el nuevo informe sobre la crisis climática que han realizado 122 expertos internacionales de 57 grandes instituciones (entre ellas la OMS) y que publica la revista médica "The Lancet", cuando faltan 11 días para la inauguración de la nueva Cumbre Mundial del Clima.
Este informe científico exige ya que los billones de dólares que se siguen gastando en financiar los combustibles fósiles se reorienten y se utilicen para impulsar una transición rápida y justa hacia una economía con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI), en lugar de perjudicar la salud de miles de millones de personas en todo el mundo.
"El balance de este año sobre las amenazas inminentes para la salud derivadas de la inacción climática revela los hallazgos más preocupantes hasta ahora en nuestros ocho años de seguimiento", ha advertido la doctora Marina Romanello, investigadora del University College de Londres.
Octava advertencia científica
Este es ya el octavo informe sobre los impactos en la salud del cambio climático que publica The Lancet, pero es el que contiene los datos más preocupantes. De hecho, el año 2023 fue el más caluroso registrado, con sequías persistentes, olas de calor mortales y devastadores incendios forestales, tormentas e inundaciones, e impactos desastrosos en la salud, las vidas y los medios de subsistencia de personas en todo el mundo. A nivel mundial, en 2023, las muertes relacionadas con el calor en personas mayores de 65 años aumentaron en un récord del 167% con respecto a la década de 1990.
En todo el mundo, en 2023, las personas también estuvieron expuestas, en promedio, a un máximo histórico de 1512 horas de altas temperaturas que plantean al menos un riesgo moderado de estrés térmico al realizar ejercicio ligero al aire libre, como caminar o andar en bicicleta, un aumento del 27,7% (328 horas) con respecto al promedio anual de 1990-1999.
Este aumento de las temperaturas también ha provocado una pérdida récord de 512.000 millones de horas de trabajo a nivel mundial en 2023 (un aumento del 49% por encima del promedio de 1990-1999), con pérdidas potenciales de ingresos globales equivalentes a 835.000 millones de dólares.
Mayores problemas
Durante la última década (2014-2023), el 61% de la superficie terrestre mundial experimentó un aumento de los eventos de precipitaciones extremas, lo que aumentó el riesgo de inundaciones, enfermedades infecciosas y contaminación del agua.
Como resultado, el informe estima que el valor anual total de las pérdidas económicas resultantes de fenómenos meteorológicos extremos ascendería a 227 000 millones de dólares entre 2019 y 2023, un valor que supera el PIB del 60% de las economías del mundo. La idoneidad climática para la propagación de enfermedades infecciosas mortales transmitidas por mosquitos también ha aumentado. Por ejemplo, el riesgo de transmisión del dengue por mosquitos Aedes albopictus aumentó un 46% y el de Aedes aegypti un 11% durante la última década.
En concreto, en 2023, se registró un récord histórico de más de 5 millones de casos de dengue en más de 80 países y territorios. "En todo el mundo, las personas sufren cada vez más los efectos financieros y sanitarios del cambio climático, y las comunidades desfavorecidas de las naciones con recursos limitados suelen ser las más afectadas, aunque reciben menos protección financiera y tecnológica", afirmó el profesor Wenjia Cai, de la Universidad de Tsinghua.
En 2023, las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía alcanzaron un máximo histórico, un 1,1 % por encima de 2022, y la proporción de combustibles fósiles en el sistema energético mundial aumentó por primera vez en una década durante 2021, alcanzando el 80,3 % de toda la energía (frente al 80,1 % en 2020). En este contexto preocupante, el Fondo de Pérdidas y Daños establecido en la COP27 en 2022 para apoyar a los países más vulnerables a los impactos del cambio climático recibió promesas iniciales por un total mucho menor de 700 millones de dólares, lo que representó menos del 0,2% de la necesidad estimada cada año.
De manera similar, la demora de una década en entregar la suma comparativamente modesta de 100.000 millones de dólares anuales prometida para ayudar a los países vulnerables a enfrentar el cambio climático ha obstaculizado el progreso y ampliado las desigualdades globales. A esto se suma que los nuevos datos del informe de este año estiman que entre 2016 (cuando entró en vigor el Acuerdo de París) y 2022 se destruyeron casi 182 millones de hectáreas de bosque, lo que equivale al 5% de la cubierta arbórea mundial, disminuyendo la capacidad natural del mundo para capturar dióxido de carbono.
Tendencias positivas
A pesar de los daños récord para la salud expuestos en el informe, hay algunas razones para un optimismo cauteloso. Las muertes por contaminación atmosférica derivada de combustibles fósiles cayeron casi un 7%, de 2,25 millones en 2016 a 2,09 millones en 2021, y el 59% de esta disminución se debe a los esfuerzos por reducir la contaminación procedente de la quema de carbón, lo que demuestra el potencial de salvar vidas que supone la eliminación gradual del carbón. Al mismo tiempo, la proporción de electricidad generada por energías renovables modernas y limpias alcanzó el 10,5% en 2021, casi el doble que en 2016 (5,5%), mientras que la inversión mundial en energía limpia creció un 10% en 2023 hasta los 1,9 billones de dólares, superando la inversión en combustibles fósiles en un 73%.
Mientras tanto, el empleo en energías renovables alcanzó un récord con 13,7 millones de empleados en 2022 (un aumento del 35,6% desde 2016), lo que reafirma que la energía renovable puede respaldar la seguridad laboral ahora y en el futuro.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....