"Me tiré al agua para intentar rescatarla, pero el agua me llevaba": así vivieron los vecinos los efectos de la DANA

Madrid

La DANA ha dejado ya un centenar de víctimas mortales a su paso por la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. Los últimos fallecidos se han confirmado en la pedanía de La Torre, donde han encontrado los cadáveres de nueve personas. Además, los equipos de rescate continúan con el desescombro y la búsqueda de decenas de desaparecidos, mientras los vecinos tratan de limpiar los estragos que han provocado las inundaciones.

Daniel, subdirector de la Policía Nacional, está destinado en Valencia y fue uno de los héroes del martes al rescatar a dos vecinas en Benetúser, a la que les arrastraba la riada. El policía cuenta en Hora 14 que primero tuvo que rescatar a una vecina que se quedó atrapada en su taller de yoga y que el agua reventó los cristales del local. "Cogí una escalera y la puse en el balcón de mi vecina y me tiré al agua para intentar rescatarla, pero el agua me llevaba y tuve que subirme otra vez y coger una cuerda, sábanas, todo lo que teníamos", relata.

Cuando consiguió rescatar a la primera mujer, escuchó gritos de socorro y bajó al primer piso para tratar de ayudar a la segunda mujer. "Era una mujer mayor, que estaba impedida y con unas cuerdas que habíamos hecho, le tiré las cuerdas y le dije que se la atara al brazo y mi hijo consiguió pasarle la cuerda por las piernas y la tenía sujetada de brazo, cabeza y piernas a pulso para que el agua no se la llevara", recuerda. Finalmente, pudo salvar a las dos vecinas y ambas se encuentran en buen estado.

En Letur continúa la búsqueda de cinco personas y Andrea, familiar de uno de los desaparecidos, cuenta que a su tía le sorprendió la tromba de agua, pues "no se esperaba la riada, porque no estaba entrando mucha agua al principio". "Fue una tromba de agua que le sorprendió y tuvo que salir por la ventana", afirma.

"No había ninguna notificación de que se cancelaban las clases"

Los efectos de la gota fría se extienden por más zonas y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha elevado a nivel rojo la alerta en la provincia de Castellón por precipitaciones que podrían acumular 180 litros por metro cuadrado en 12 horas. Además, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha emitido un aviso especial de alerta hidrológica por el aumento de caudales en ríos y barrancos de varias comarcas de la provincia de Castellón y ha pedido a la población que no se acerque a la ribera de los ríos ni barrancos.

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Algunos ayuntamientos castellonenses han cancelado las clases y han cerrado sus centros educativos por la alerta de precipitaciones tan fuertes. Pablo es profesor en un instituto de Castellón y relata que la alerta ha llegado tarde porque en principio sí había clase. "Todos los compañeros de secundaria a las 8:00 horas estaban allí porque no había ninguna notificación de que se cancelaban las clases", cuenta.

"Aquí el tiempo le ha costado ponerse a llover fuerte, pero daba igual, teníamos los vídeos de ayer de que la rambla se llenaba de agua enseguida, entonces qué necesidad de ir. Se ha colapsado porque todo el mundo ha salido a recoger a alguien y si se hubiera notificado antes, esto se hubiera evitado", relata. "En cuestión de 20 minutos, cuando ha empezado a llover, ha aparecido un río y mi calle ha desaparecido. El río se había desbordado y aunque ahora está bajando, veremos como va la tarde", añade.

"Mi mujer me llamó diciendo que el agua le llegaba a la cintura"

César va camino de una de las zonas cero de la DANA para tratar de encontrar a su mujer, de la que no supo nada desde que comenzaron las precipitaciones. "Nadie puede entrar a la zona de Alfafar, Masanasa y Catarroja, más que la UME y los agentes", cuenta, mientras intenta llegar hasta su mujer.

"Mi mujer estaba trabajando, tiene una floristería en plena Catarroja y me llamó diciendo que el agua le llegaba a la cintura y se perdió la conexión. Luego nos enteramos de que había diez personas que habían ido a sacar los coches del parking y los dejaron en la calle, pero se metieron corriendo porque venía la tromba y se llevó todos los coches. Ellos estaban subidos encima de las mesas porque les llegaba el agua a la cintura y pudieron salir después nadando hasta que los rescató un vecino con una escalera", relata. César lleva ropa seca para que su mujer y el resto de afectados puedan cambiarse porque están empapados y espera llegar pronto.