A vivir que son dos díasLa píldora de Enric González
Opinión

La naturaleza y nosotros

"Vivimos en una sociedad (que hemos creado nosotros) en la que los fuertes son cada día más fuertes y los débiles son cada día más débiles y están más expuestos"

La naturaleza y nosotros

Barcelona

Suele decirse que estamos dañando la naturaleza. Y eso es una tontería. Hagamos lo que hagamos, la naturaleza seguirá. Quien podría no seguir, según cómo vayan las cosas, somos nosotros. También es costumbre pensar que en Europa la naturaleza está domesticada y que ciertas cosas sólo ocurren en otros lugares. Sin embargo, ya ven.

A veces la naturaleza hace cosas que no esperamos y pone al descubierto nuestra fragilidad. La de todos. Porque la naturaleza no hace distinciones entre tal bípedo implume y tal otro. De eso, de discriminar y seleccionar, nos encargamos nosotros.

Lo he visto en guerras y catástrofes: pasado el primer golpe, ese golpe ciego, quien más sufre es quien menos tiene. Resulta fácil de entender. En la tragedia de Valencia, cuya magnitud empeora día a día, más de una víctima murió tratando de salvar su coche. En algún caso, porque ignoraba lo que iba a ocurrir. En otros casos, con plena conciencia del riesgo. Si usted tiene un buen seguro o dinero suficiente para comprar otro vehículo, ¿de verdad se juega la existencia por una máquina con ruedas? Ahora bien, si de esa máquina depende su trabajo y el pan de sus hijos, ¿qué hace?

En este momento el dolor lo sufren miles y lo compartimos todos. Esta compasión colectiva, sin embargo, durará lo que dure. Y las diferencias entre damnificados se harán mayores a medida que pasen los días. Habrá quien pueda restablecer una cierta normalidad, porque dispondrá de recursos propios. Y habrá quien no pueda.

Insisto, no nos equivoquemos: no es la naturaleza la que se ensaña con los más débiles, los más ancianos, los más pobres. Quien se ensaña somos nosotros, porque vivimos en una sociedad (que hemos creado nosotros) en la que los fuertes son cada día más fuertes y los débiles son cada día más débiles y están más expuestos.

Ojalá la solidaridad durara. Ojalá este golpe nos hiciera más conscientes de que los servicios públicos son necesarios siempre, y son imprescindibles en caso de catástrofe. Ojalá no olvidemos que el clima está cambiando, que habrá nuevos golpes y debemos protegernos unos a otros.

Me llamo Enric González. Sólo puedo desearles que vengan días más felices.