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Opinión

Arco de Triunfo

Mañana los votantes del elefante y el burro deciden el futuro de su país y del mundo. Al planeta, en principio, le irá todo peor con Trump. Pero la realidad es que Biden ha tenido tiempo de parar las agresiones de Israel a sus países vecinos y no lo ha hecho

Ignacio Martínez de Pisón: "Arco de Triunfo"

Madrid

Me pregunto por qué el Partido Republicano eligió como símbolo un elefante y el Demócrata un burro. Ninguna de las dos mascotas resulta atractiva para el votante. Sí, el elefante es grande y fuerte, pero está en peligro de extinción: un ídolo con pies de barro. En cuanto al burro, que en su segunda acepción es definido por la Academia como "persona bruta e incivil", ¿qué voy a decir?

A veces se cometen errores así, y luego no hay manera de corregirlos. En mi calle hay un restaurante indio que se llama Gandhi. El nombre de Gandhi, inventor de la huelga de hambre, no evoca nada que ayude a abrir el apetito: más bien al contrario. Por eso tiene tan pocos clientes. Es como si hubiera una guardería llamada Herodes. Lo estoy viendo: JARDÍN DE INFANCIA HERODES – DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ. ¿Quién se atrevería a llevar a sus hijos allí?

Mañana los votantes del elefante y el burro deciden el futuro de su país y del mundo. Al planeta, en principio, le irá todo peor con Trump. Pero la realidad es que Biden ha tenido tiempo de parar las agresiones de Israel a sus países vecinos y no lo ha hecho. Por no hablar de Ucrania, que va ya para los novecientos días de guerra. ¿Qué habría ocurrido si Trump hubiera estado en la Casa Blanca? ¿Quién nos dice que no habría detenido la invasión con uno de esos engañosos tratados que su amigo Putin habría acabado pasándose por el Arco de Triunfo de Moscú, sito en la avenida Kutuzov?