Lo ha perdido todo en Alfafar y su jefe quiere que acuda andando a trabajar: "Me ha dicho que me busque la vida"
"Mi coche quedó totalmente destruido y tardaría dos horas y media en llegar a pie; estoy aquí ayudando, haciendo lo que tengo que hacer"
Valencia
El desastre de la DANA que ha causado al menos 217 muertos en España ha sacado a relucir lo mejor de la sociedad, como las muestras masivas de solidaridad en forma de miles de voluntarios y miles de kilos de ayuda, pero también lo peor de la misma. Se han producido saqueos, episodios violentos como el vivido por los reyes, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el president de la Generalitat Carles Mazón durante una visita oficial a Paiporta y otras muestras de egoísmo o irresponsabilidad. Fabián, un trabajador de la zona afectada, ha detallado una de ellas ante los micrófonos de La Hora de La 1 de TVE.
"Yo vivo en Alfafar, en la zona de la catástrofe, y hoy a las 7.30 de la mañana me ha llamado el jefe, muy disgustado, molesto, diciéndome que por qué no estoy en mi sitio de trabajo, que por qué no he llegado, que mi obligatoriedad (sic) es estar allá a las 7 de la mañana, que me busque la vida, que le diga a mis vecinos que alguno me lleve", ha relatado el hombre a Marc Sala, copresentador del programa junto a Silvia Intxaurrondo.
Fabián ha contado que su coche "quedó totalmente destruido y apareció a diez calles de aquí" y ha explicado que le resulta imposible desplazarse a su centro de trabajo, porque "todas las formas de transporte están deshabilitadas" y "hay dos horas y media a pie desde donde vivo a la empresa". "Soy electricista y en esto no hay teletrabajo", ha señalado.
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El hombre ha relatado también que vive en Alfafar junto a su esposa y su hijo de 14 años. "Mi esposa trabaja en una inmobiliaria que se ha inundado y está parada; yo soy la única fuente de sustento y me da miedo perder el trabajo", ha reconocido, asustado por las medidas que su jefe pueda tomar contra él.
"Sé que allá en el taller se perdieron las cosas, está inundado, y también necesitan la mano, pero yo estoy aquí ayundado y sirviendo donde vivo, haciendo lo que tengo que hacer", ha terminado su relato.
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