Los caminos más fáciles de Kamala Harris y Donald Trump para llegar a la Casa Blanca

La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump llegan prácticamente empatados a la noche del 5 de noviembre, según casi todas las encuestas que se han publicado en el país en las últimas semanas. El sistema electoral del país norteamericano tiene muchas particularidades que hacen que el recuento vaya a depender finalmente de un puñado de estados que comúnmente se llaman «estados bisagra». Los ciudadanos no eligen directamente al presidente, sino que lo hacen los delegados de un organismo conocido como el Colegio Electoral. Cada estado aporta a ese Colegio Electoral una cifra de delegados proporcional a la población de ese territorio. En total hay 538 votos, por lo que para ser presidente o presidenta hacen falta la mitad más uno de esos votos. Es decir, 270. Y un dato más. El ganador de las elecciones en un estado se lleva todos los delegados de ese estado, aunque venza por una sola papeleta. Este winner takes all hace que cada candidato parta de inicio con muchos territorios casi garantizados, aquellos en los que las encuestas les dan una ventaja muy amplia. Si los sondeos no fallan, podríamos decir que Kamala Harris parte con 226 votos asegurados por 219 de Donald Trump. O lo que es lo mismo, a la candidata del Partido Demócrata le hacen falta conseguir 44 delegados en el Colegio Electoral y a Trump, 51. 43 de los 50 estados de EEUU tienen ventajas amplias o muy amplias entre Harris y Trump, por lo que todo va a quedar reducido a lo que ocurra en los siete estados con distancias mínimas entre los dos contendientes a sentarse en el Despacho Oval de la Casa Blanca los próximos cuatro años. Esos estados, por orden de delegados que aportan a Colegio Electoral, son Pennsylvania (19 votos), Carolina del Norte (16), Georgia (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6). En todos ellos las encuestas dan una diferencia dentro del margen de error. Así que aquí empieza el puzzle de estados. ¿Qué combinación lleva a cada candidato a la cifra mágica de 270 delegados? 1. Levantar el «blue wall» Es la vía más sencilla para Kamala Harris. Todo pasa por ganar en tres estados de lo que se conoce como el «blue wall» (el «muro azul») del noreste. Si Harris vence en Pennsylvania, Wisconsin y Michigan, podría perder los otros cuatro estados en disputa y aún así llegaría a 270 votos electorales. Por mucho que Trump venciera en Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, el recuento final quedaría 270 a 268 a favor de la vicepresidenta. Esta vía no solo es la más fácil para la demócrata porque necesite únicamente tres estados, sino porque son tres estados en que han votado azul en siete de las ocho últimas elecciones presidenciales. Desde 1992 solo cayeron del lado republicano en 2016, año en el que Trump derrotó a Hillary Clinton. 2. Se cae un ladrillo del «muro azul» y aparece otro en el este Kamala Harris también podría ser la 47ª presidenta de Estados Unidos, y primera mujer en el cargo, si se le cayera un «ladrillo» del «muro azul» y lo sustituyera por uno de los estados del este. Es cierto que esta estrategia no funciona si el estado que pierde es Pennsylvania, puesto que es el que más votos aporta al Colegio Electoral, pero la vicepresidenta podría renunciar a Wisconsin o Michigan si consiguiera vencer en Carolina del Norte o Georgia. Si pierde Michigan y vence en Carolina del Norte, el recuento final sería de 271 para la demócrata por 267 para el republicano. Este escenario no es descartable. De hecho, la última encuesta del New York Times publicada a 48 horas de las elecciones daba dos puntos de ventaja a la de California en Carolina del Norte y en Michigan pronosticaba solo un empate. Si fuera Wisconsin el territorio que fuera a parar a menos de Trump, la cuenta final del Colegio Electoral terminaría 276-262. 1. Arrasar en la costa este Es la vía rápida de Trump y pasa por vencer en los tres estados ubicados en la costa este del país. Si Trump se lleva los 19 votos de Pennsylvania, los 16 de Carolina del Norte y los 16 de Georgia, llegará exactamente a la mitad más uno de los delegados del Colegio Electoral. En este escenario, Trump se impondría por 270 a 268 y no necesitaría ganar en Wisconsin, Michigan, Nevada o Arizona. Sin embargo, teniendo en cuenta la última encuesta del New York Times, no sería descartable una victoria en Arizona, por lo que el total de votos podría elevarse a los 281. A favor de esta opción está que Georgia fue la ventaja más escasa de las que consiguió en 2020 Joe Biden y fue la primera vez que ese estado se convertía en demócrata desde 1992. Además, para Trump vencer en Pennsylvania no sería algo muy descabellado, pues ya lo hizo en 2016. 2. El «muro azul» se vuelve rojo (y una ayuda del desierto) La vía «Pennsylvania-Wisconsin-Michigan» es la más clara para Kamala Harris, pero un buen resultado de Donald Trump en estos tres estados de la región de los Grandes Lagos podría catapultar al expresidente de vuelta a la Casa Blanca. ¿La diferencia? Harris conseguiría 270 votos solo con estos tres estados, pero Trump necesitaría de un cuarto para llegar a la mitad más uno de los delegados del Colegio Electoral. Es decir, si Trump consiguiera los 44 votos de Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, y Harris se llevara Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Arizona, la demócrata sería la primera mujer en ganar la presidencia de EEUU. Pero si Trump sumara, por ejemplo, Arizona, donde tiene las mejores encuestas de los siete estados en juego, el magnate volvería a la presidencia. *Combinaciones realizadas con la calculadora electoral de EEUU del diario El País.

Los caminos más fáciles de Kamala Harris y Donald Trump para llegar a la Casa Blanca

Analizamos las combinaciones entre los estados que están más disputados en las elecciones de EEUU que darían la Casa Blanca a los dos candidatos

Guillermo Nieto

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