"No son recuerdos personales, es una forma de preservar la historia de nuestras comunidades": la lucha de los vecinos de Valencia para proteger su memoria
Cientos de afectados por la Dana se suman a 'Salvem les Fotos', un proyecto de Universitat de València para rescatar fotografías dañadas tras la tragedia
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Madrid
Las intensas lluvias e inundaciones provocadas por la DANA han dejado tras de sí devastadoras pérdidas materiales y han afectado profundamente a miles de personas. Aparte de los daños económicos y estructurales, muchos habitantes de las zonas afectadas enfrentan también una pérdida emocional considerable, ya que gran parte de sus recuerdos en forma de fotografías y álbumes familiares se han visto dañados por el agua y el barro. Sin embargo, desde la Universitat de València surge una iniciativa que ofrece esperanza: un proyecto de rescate de fotografías llamado Salvem les Fotos.
María Luisa Vázquez de Ágredos, directora de Patrimonio de la Universitat de València (UV), ha explicado en La Ventana que esta propuesta fue impulsada "tan pronto" como el equipo fue consciente de la magnitud de la catástrofe y del valor sentimental que estas fotografías representan para las personas. "En momentos de crisis, muchas familias pueden perder no solo sus pertenencias materiales, sino también sus recuerdos. Las fotografías no solo son recuerdos personales, también son una forma de preservar la historia de nuestras comunidades”, ha señalado Vázquez de Ágredos.
La iniciativa, en colaboración con la Universitat Politècnica de València y otras entidades especializadas en restauración de material gráfico, invita a la población a no deshacerse de las fotos dañadas por el agua y el barro. "La respuesta de la gente ha sido abrumadora", ha asegurado. Desde que se pusiera en marcha la iniciativa, cientos de personas han contactado con el equipo del proyecto, con la esperanza de poder salvar alguna parte de su pasado. "Lo han perdido todo, pero, aun así, desean conservar sus recuerdos. Esa resiliencia demuestra el valor que tienen estos objetos".
El equipo de la Universitat ha dado algunos consejos para facilitar el rescate de estos materiales. En primer lugar, se aconseja a los afectados conservar las fotos en bolsas que permitan la respiración, como bolsas de plástico con algunos agujeros. De esta manera, las fotos se mantendrán en las mejores condiciones posibles hasta que puedan ser tratadas en el laboratorio. "Es importante evitar sellarlas completamente, ya que el aire puede ayudar a prevenir un mayor deterioro", ha explicado la directora de Patrimonio de la UV. Además, ha pedido que cada bolsa esté etiquetada con el nombre, la dirección postal y el contacto de la persona, tanto teléfono como correo electrónico, para facilitar la identificación y devolución de las fotografías restauradas.
Para coordinar la recogida, la Universitat ha habilitado un teléfono de contacto (686 78 87 21) y una dirección de correo electrónico (patrimoni.cultural@uv.es), donde los interesados pueden solicitar información y plantear sus preguntas. Además, en cada localidad se habilitarán puntos de recogida para centralizar y agilizar el proceso de restauración. De esta forma, se busca no solo conservar los recuerdos individuales, sino también contribuir a la preservación de la memoria histórica y colectiva de las zonas afectadas.
La fotografía en mitad de la tragedia
La colaboración de otras comunidades autónomas está siendo clave en las labores de limpieza y recuperación de las zonas más afectadas por las inundaciones en Valencia. Desde Aragón, el gobierno ha movilizado a un equipo de 200 personas compuesto por todo tipo de personal. Eduardo Ezequiel, coordinador de comunicación audiovisual del Gobierno de Aragón, está en Catarroja apoyando al equipo de 112 y ha explicado en La Ventana que lo que se encontró al llegar el lunes era una "catástrofe alucinante" y que todavía quedan "muchos meses" para que los vecinos puedan recuperarse. Lo que más le ha impactado, decía, es la imagen de los coches apilados. "No te lo puedes creer, piensas que es imposible".
Ezequiel, que también es fotógrafo, ha confesado que él también ha perdido muchas fotos estos días: "Cuando estás en un lugar así... Me hubiera encantado fotografiar muchas cosas, pero es comprometido. Tienes que saber respetarlo. Hay cierta responsabilidad en documentar lo que está pasando". La situación, decía, no tiene parangón en España, algo que hace que "ni los servicios de emergencia" estuvieran preparados. "Realmente, estamos todos aprendiendo. Resiliencia es la palabra", ha concluido.