Un ministro de Israel defiende en el Parlamento que Trump "avalará la pena de muerte para los terroristas"

El gobierno de Israel entiende como un espaldarazo a su política militar contra los palestinos la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. De hecho, no sólo el primer ministro Benjamín Netanyahu, sino buena parte de su gabinete, han sido de los primeros mandatarios internacionales en mostrar su alegría por la victoria del republicano y en enfatizar que ese resultado electoral supondrá un fortalecimiento de la relación bilateral entre Washington y Tel Aviv.

La mañana posterior a las elecciones ha coincidido con una sesión en la Knesset, el parlamento de Israel, en la que ya se están escuchando algunas demandas por parte de los miembros más extremistas del gobierno de Netanyahu. Es el caso de Itama Ben Gvir, el titular de Seguridad Nacional, conocido por sus mensajes de odio contra los palestinos y por sus visitas en plena crisis a la explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

"Es el momento de ir hacia la victoria total", ha dicho Ben Gvir en relación a la vuelta de Trump a la Casa Blanca, "y es por tanto el momento de imponer la pena de muerte para los terroristas. De todas las leyes, sobre esta no tengo dudas de que el presidente de Estados Unidos estará de acuerdo", ha dicho ante los diputados hebreos. Ben Gvir ha reivindicado también Israel aproveche este cambio en Washington para "obtener la total soberanía" sobre Cisjordania.

Respuesta de Hamás

Hamás ha hecho público un comunicado en el que dicen que esperan "el cese inmediato de la agresión contra nuestro pueblo" después de la elección de Trump, y se remite al inicio de su mandato para fijar una posición más concreta. "Se requiere que el presidente electo de Estados Unidos escuche las voces que se han alzado desde la propia sociedad estadounidense contra la agresión sionista", se puede leer en el texto de la organización palestina. Hamás concluye con su calificación final del mandato de Joe Biden, a quien acusan de mantener "un camino sesgado hacia la ocupación y la agresión, lo que confirmó su papel como socio pleno en la matanza".

La euforia de los miembros más radicales del gobierno de Israel se contrapone con la calma con la que de momento ven los resultados electorales en Estados Unidos otros países de la zona. Tanto países que ejercen como mediadores, como es el caso de Catar o Egipto, y otros férreos aliados de los palestinos, como Turquía, se han limitado a expresar sus deseos de que Trump trabaje para rebajar la tensión en la zona y avanzar hacia la paz.

El gobierno iraní ha descartado cambiar su política contra Israel por la vuelta de Trump a la Casa Blanca mientras que el líder de Hezbolá, Naim Qassem, ha anunciado que hablará en la tarde de este miércoles.