Rafael Barbadillo (CONFEBUS) sobre el apoyo logístico a Valencia: "Tenemos vehículos de reserva y habrá que mandar entre 70 y 80"
El presidente de la patronal de autobuses se sienta en Hora 25 de los Negocios para analizar la actualidad del sector: el impacto de la DANA, la huelga de conductores y el futuro de la conducción
Guía de ayudas de consumo por la DANA
Madrid
Hoy, en Hora 25 de los Negocios, hablamos con Rafael Barbadillo, el presidente de CONFEBUS, la patronal de autobuses de España. Estamos en un momento en el que los destrozos provocados por la DANA en Valencia requieren de la ayuda del transporte y la logística. Además, el sector está en plena huelga de conductores que reclaman el reconocimiento de la jubilación anticipada y con la conducción autónoma en el aire.
Pregunta: Empecemos por lo primero, ¿les han pedido ayuda con el tema de la DANA?
Respuesta: Estamos haciendo un inventario de medios disponibles que hay en el resto del país con las diferentes empresas, para poder ponerlos a disposición de las necesidades de Valencia. Se está haciendo a través de nuestra organización territorial.
P: ¿Y hay autobuses para prestar?
R: No estamos muy sobrados, porque normalmente no sueles tener flota parada esperando a que ocurran situaciones de necesidad, pero siempre hay vehículos de reserva para poder atender las líneas. También estamos en época baja de turismo, así que se pueden disponer de algunos vehículos para mandar allí, sí. También hacen falta conductores, no solo es dejar el vehículo allí, pero todavía se están evaluando las necesidades por parte de la Generalitat Valenciana. El metro no funciona, el tranvía tampoco y va a estar así durante un tiempo, entonces vamos a necesitar muchos vehículos porque son modos de transporte muy masivos y todo esto va a hacerse por superficie. Estamos hablando a lo mejor de 70 u 80 vehículos que hay que mandar para Valencia.
P: Esto ha puesto en pausa la huelga de los conductores de autobús, pero no está desconvocada, ¿va a ser una huelga larga?
R: Vamos a trabajar con ellos en una mesa de diálogo para tratar de buscar soluciones a lo que solicitan, que son, entre otras cosas, los coeficientes reductores para acceder a la jubilación anticipada. Tenemos que trabajar no solo con ellos, sino también con las Administraciones Públicas, puesto que nuestra actividad está vinculada a ellas y, por tanto, esto tiene que participar también, ese actor que no estaba en la mesa y bueno, pues se va a abrir con ellos una mesa de diálogo.
P: Le voy a jugar el argumento contrario, el que juegan los conductores. "Si no me jubilan ya, ustedes están poniendo en riesgo a los pasajeros…
R: No estamos perdiendo en seguridad, puesto que el modo es absolutamente seguro y no hay más que ir a los datos de la Dirección General de Tráfico para ver que el modo de transporte en autobús no presenta datos de siniestralidad. También es cierto que los conductores de más edad son personas más experimentadas y más prudentes, son los que más experiencia tienen en la conducción y, por tanto, no se ve comprometida la seguridad. Otra cosa es que haya que acceder por otros motivos, pero en cuanto a motivos de seguridad no puede ser porque los datos están ahí y lo demuestran.
P: Ustedes dicen que se lo pueden permitir, pero tienen una concesión pública. ¿Cómo no se puede adelantar la jubilación como los conductores de mercancías?
R: Nuestro sector tiene multitud de clientes, tenemos clientes que son agencias de viajes y otro muy importante es la Administración Pública. Nosotros somos prestatarios de un servicio público por cuenta de la Administración, es decir, son concesiones y lo que tenemos que hacer es presentarnos y ver cómo podemos trasladar este coste al contrato para que no haya un desequilibrio económico.
P: Para que yo lo entienda, si la Administración Pública en lugar de pagarles 100 les paga 120, ¿con eso se puede prejubilar a los trabajadores?
R: Efectivamente, es que hay contratos que ni siquiera tienen el margen del coste de la medida. Acceder a la jubilación anticipada, que está por ver si nos la concedería o no la Seguridad Social, tiene un sobrecoste en cotizaciones tan elevado que supone que muchos contratos entrarían en pérdidas y no sería viable la concesión de transporte.
P: Hablemos de medio plazo. Ustedes se enfrentan a una liberalización de sector, pero empiezan a entrar jugadores que ponen autobuses bajo demanda, plataformas tecnológicas que hacen lo mismo que Uber. ¿Vamos camino de una “uberización” en su sector?
R: No, porque esto es un servicio público y gracias al autobús se vertebra todo el territorio. Nosotros llegamos diariamente a 8.000 poblaciones, no hay ningún pueblo español prácticamente que no esté atendido por una línea de autobuses. Se accede mediante una licitación pública y dentro de ese mismo contrato hay tráficos rentables y otros que no lo son, de forma que los tráficos rentables compensan los no rentables. El resultado de la concesión es positivo en términos generales o con escaso coste para las Administraciones Públicas. Si esto llegase a liberalizarse para aquellas poblaciones que están por debajo de los 200.000 habitantes, estas quedarían desatendidas, como está ocurriendo en otros países que han implantado este modelo de transporte. Esto ya ocurrió en Reino Unido con Margaret Thatcher, que en los años 80 liberalizó el transporte. ¿Qué ha ocurrido? Pues que la calidad del servicio ha ido cayendo y el gobierno laborista actual está precisamente recuperando el modelo de licitación pública, para poder dar servicios a sus poblaciones que estaban quedando desatendidas.
P: Lo que ocurre es que cada vez que discutimos esto hay un argumento, que es que los precios bajan…
R: No es así, es decir, en Alemania el precio bajó un 14% hasta que una plataforma tecnológica ocupó una posición predominante en el mercado, ahora mismo es del 97%, y el precio ha subido un 24%. Además, fluctúa mucho el precio en función de la demanda, ya que si no hay demanda suficiente, las expediciones se anulan y hay una caída de la calidad del servicio público de transporte. Si vamos al Eurobarómetro, España es el tercer país mejor valorado en calidad de servicio de transporte en autobuses, por encima de Austria e Irlanda.
P: ¿El futuro pasa por servicios de autobús sin conductor?
R: Bueno, tarde o temprano acabaremos seguramente llegando a eso, pero queda mucho tiempo, queda mucho horizonte y camino por recorrer.
P: Se lo digo porque mire el relevo generacional, es un problema en su sector, ya que los jóvenes no quieren ser conductores de autobús…
R: No sé si será lo que nos empuje a ello, pero también hay temas regulatorios y de responsabilidades. En caso de un accidente, habría que ver quién cubre el seguro o a quién indemnizaría el operador de transporte. Lo que tenemos que hacer es traer talento joven para el sector, porque es una forma de conocer gente y viajar. Tiene muchos atractivos esta profesión, de hecho, durante el servicio militar mucha gente se sacaba el carnet de autobús porque lo que le gustaba era viajar y era una forma de hacerlo.