"La generación de cristal ha resultado ser una vajilla Duralex": el alegato de Carolina Iglesias sobre Valencia y los jóvenes voluntarios
La presentadora de Ni tan bien encuentra "consuelo" en la ayuda masiva que están recibiendo los afectados por la DANA
Ni tan bien | Carolina Iglesias hablando de los voluntarios jóvenes y la generación de cristal: "Son más bien una vajilla duralex"
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Madrid
El reguero de destrucción dejado por el paso de la DANA por España, especialmente en la provincia de Valencia, ha sido brutal. Una catástrofe de dimensiones superlativas que ya ha cobrado 215 vidas y dejado decenas de viviendas y municipios destruidos. Sin embargo, no todo es negativo: el despliegue de empatía y la ayuda de toda una comunidad es ahora un ejemplo, con un lema muy claro: "El pueblo salva al pueblo". Desde el pasado martes 29 de octubre, día en que ocurrió la terrible catástrofe, miles de voluntarios se han desplazado a la provincia con la única intención de poner fin a esta pesadilla lo antes posible, porque es algo que afecta a todo el mundo, sin excepción.
Así lo ha interpretado también Carolina Iglesias, quien en el último episodio de Ni tan bien quiso destacar la labor encomiable del voluntariado en esta situación, resaltando además el papel tan importante que están desempeñando los jóvenes. Comenzó el programa, como es habitual, preguntando a la audiencia "¿Qué tal?", aunque se contestaba a sí misma: "Estamos mal, estamos tristes por lo que está pasando en Valencia".
La presentadora se detuvo a reflexionar sobre qué se podría haber hecho para mitigar, aunque fuera mínimamente, tanta destrucción. Aunque es consciente de que no todo era evitable, subrayó que "no se podía poner un paraguas gigante", pero “quizás se podría haber hecho algo más para reducir los daños”. También criticó la forma de actuar de los principales actores políticos a los que demandaba que: “se pusieran de acuerdo y dejaran de jugar a ver quién lo hace peor”, y a los empresarios “que obligaron a sus trabajadores a acudir a sus puestos en plena alerta climática”, explicaba Iglesias.
Aun así, la presentadora encontraba "consuelo en una cosa", en "ver cómo la gente se ha volcado para ayudar, especialmente los jóvenes". Sobre ellos, añadía: “Los he visto en imágenes achicando agua y barro, compartiendo información útil en redes sociales o movilizándose desde otras ciudades. Eso es muy emocionante. Creo que la generación de cristal es más bien una vajilla Duralex, que no se ha roto y ha sabido estar a la altura”. Aunque también quedaba tiempo para un actor principal más, los medios y su papel dentro de esta catástrofe.
Iglesias se detenía un momento en los bulos y la desinformación que algunos de sus colegas han difundido desde la catástrofe. "Me ha dado vergüenza verlos hacer el ridículo, manchándose la ropa y sesgando la información", explicaba la presentadora, quien concluía su alegato con una advertencia a la ciudadanía para no caer en noticias falsas: “Es momento de contrastar bien la información, de que cada uno ayude en la medida de sus posibilidades” y, aún más importante, “que este bombardeo mediático no haga que nos saturemos y olvidemos el tema en unos días”, expresaba Iglesias.