Hora 25La entrevista
Sociedad

La indignación de una vecina de Algemesí que se salvó haciendo un agujero en su pared: "¡No nos avisó nadie! ¡Que me muera ahora mismo si eso no fue así!"

A María Ángeles se le inundó la casa en la DANA y sólo pudo salvarse saliendo por la pared con su marido

"¡No nos avisó nadie! ¡Que me muera ahora mismo si eso no fue así!"

Algemesí

María Ángeles es vecina de Algemesí, en Valencia. Fuimos a la casa en la que está viviendo estos días, después de que la DANA inundara toda su casa, un bajo de una calle céntrica del pueblo. El texto que viene a continuación es su respuesta a una simple pregunta:

¿Cómo viviste aquella noche?

Realmente estábamos en principio en alerta amarilla y nos dijeron que nos saliéramos de casa, lógicamente. Entonces, yo no fui a nada, lógicamente. Me acosté un poco en el sofá para descansar un poco. De pronto escuché un ruido horrible, que no sabía qué ruido era ese, y pensé: pero qué está lloviendo. Y entonces me levanté del sofá, yo soy una planta baja y automáticamente vi mi ventana. Y por mi ventana, por lo que es la repisa de la ventana, pasaba un río inmenso a una velocidad bestial, marrón, de punta a punta. Entonces, me puse a chillar: "Luis, Luis, tenemos un río, tenemos un río, tenemos un río". Él estaba al ordenador haciendo sus cosas, no entendía lo que le decía, y entonces vino y lo vio. Entonces empezó a entrarnos agua por la puerta, por la ventana.

Yo creo que en estos momentos no piensas que eso va a ser para mucho rato ni que vamos a tener el río dentro, piensas que viene un agua que se va a ir. A mí por lo menos me pasó eso. Entonces yo pensaba, porque mi hija se casa el siete de diciembre, yo pensaba "dios mío, el pintor por la mañana aquí, el parque que se me ensucia". Llamamos al ayuntamiento, evidentemente no había nadie, llamábamos a la policía local, llamábamos al 112, el 112 me decían que no existía ese teléfono. Entonces yo me empecé a cabrear. Yo sentada en la silla de la cocina, veía que se me mojaban las piernas y entonces de pronto dije voy a levantarlas encima de una sillita, pero en cuestión de segundos no, pero de minutos, empezó la sillita a flotar. Entonces le dije "Ay Luis mira no sé cómo" y el pobre metido dentro del agua. Yo digo "no sé qué hacer".

Además, es que es un agua asquerosa, marrón, fría, no te puedes ni imaginar lo asqueroso que es eso. Y, de pronto, le dije "me está subiendo por los glúteos y me sube por la cintura". Entonces, él me ayudó porque yo me valgo, pero tengo mis impedimentos, me ayuda a subir encima del banco de la cocina. Yo tengo fotos del banco de la cocina porque yo le dije "hazme una foto, por favor, porque si luego encuentran a los móviles no estamos ya en el mundo, que vean lo que estaba pasando dentro de nuestra casa".

Mi hermano es policía local del Alginet. De pronto, le llamé y me cogió el teléfono. Si mi hermano está en Alginet, Luis y yo fallecemos y estamos en esa morgue horrible que tienen allí en Valencia. ¿Por qué? Pues porque mi casa era una ratonera. Y entonces mi hermano se apareció por la ventana del primero, con mi sobrino, con el vecino y me decía no te preocupes y mi hermano cuando se dio cuenta que yo solo preguntaba "¿pero cómo puede ser, y cómo si no hay nadie, y cómo no vienen a salvarnos?".

Claro, yo no entendía nada. Él me dijo "a ver, por favor, tranquilízate, no va a venir nadie, te lo digo por experiencia. En ese momento aquí, a esta calle no accede ni Cristo". Porque él intentó desde la portería pasar a mi casa, que es una puertecita, una ventana, y mi casa. Se cogió de una cuerda y cuando llegó a la reja se cogió y se dio cuenta de que la velocidad que llevaba el agua era tan fuerte que él no podía volver atrás. O sea, no es que no podía venir a nuestra puerta, es que no podía ir a volver a su casa. Y con ayuda del vecino, estirando con cuerdas, lo consiguió. Al minuto le pasó un coche a toda velocidad, que el vecino de enfrente le dijo "te has salvado por un minuto". Si no mi hermano, intentando salvarme a mí, lo mata la riada, que tócate las narices para mí el desgaste hubiese sido toda mi puñetera vida. ¿Tú crees que este señor y yo podemos trepar una cuerda si yo tengo las rodillas para operar y tengo la espalda mal? Yo no puedo trepar por una cuerda, es imposible. Entonces, yo pensé: nos vamos a morir, y yo le dije a Luis, "Luis, nos vamos a morir, ¿verdad?". Y yo pensaba que él me diría "no, mujer, no nos moriremos", y entonces él me abrazó y medio un beso y entendí que sí, que nos íbamos a morir, porque si él, que es el sensato, calmado y yo era nerviosa, él me decía que nos íbamos a morir, pues nos íbamos a morir.

Entonces, claro, asustados, y entonces mi yerno, bueno, a todo esto mi hija me llamando, yo diciéndole, por favor, avisad a alguien vuestros contactos, quien sea, decid que estamos atrapados en una casa, que no nos podemos subirnos a ninguna parte. Y mi hija lloraba y entonces yo llegó un momento le dije "Julia, cariño, si nos morimos te quiero mucho", porque yo pensaba que me moría, eso te lo digo sinceramente.

Entonces, ya a continuación mi yerno que tuvo la brillante idea y como hay una pared en el salón que da la pared de escalera, le dijo a mi hermano "¿y si rompes y haces un agujero en la pared?" Claro, mi pobre hermano se subió a un trastero, empezó a buscar y al final con un soporte de televisión con una pesa dentro, empezó a darle la pared, porque es fuerte, e hizo un boquete. Y nosotros por el pasillo, mira yo tengo ahí todo lleno de heridas, pasábamos, todo el río, todo flotando, en mi casa flotaba todo, todo. Los muebles de una punta se habían venido a la otra y llevábamos agua por el cuello casi y entonces nos sacaron a la escalera y nos pudieron salvar.

Pero yo de verdad que no entendía nada, no entendía nada porque, escúchame, yo tengo 62 años cumplidos en el mes de septiembre, pero es que a mí me habían dicho alerta amarilla, me habían dicho que no saliese de mi casa porque estaba lloviendo y de pronto nos vienen olas de dos metros. Desde el balcón de mi hermano cuando estábamos arriba mirábamos y veíamos que en la estación subía una ola de dos metros y venía hacia nosotros, o sea, era terrible. Arrancó todas las farolas de ese tramo, todos los árboles, pasaban coches pegándose a los coches y luego, claro, luego se fue hacia otras zonas del pueblo. Te digo, sinceramente, nos dejaron encerrados en casa.

El alcalde de Algemesí, que no tengo nada en contra de él, por dios, yo en estos momentos no hablo de colores, me parecen todos igual de gilipollas y perdóname la expresión y me da igual, no la borres porque lo digo yo, son unos gilipollas por no decir algo más gordo. El alcalde de Algemesí habló el otro día a La 1 y me encantó porque lo vi como un vecino más afectado y sé que él no es un responsable máximo para tal. Pero es que hoy ha dicho que nos habían avisado. Pero, a ver, escúchame, ¿avisado de qué? ¿Tú quieres avisar? ¿Pero qué pretende? ¿Que esté yo todo rato conectada a la red social mirando? Si a mí me has dicho, quédate en tu casa alerta amarilla y está lloviendo, ¿yo por qué tengo que estar pendiente de las redes sociales? Y luego, piensas, las mayoría de plantas bajas que habrán en Algemesí estarán gente de ochenta y de tal. ¿Tú crees que esa gente entiende de redes sociales? ¿Tú crees que esa gente puede ver un WhatsApp si no saben ni hablar? ¡Un megáfono, coño, que en el chino venden! ¡Un megáfono, me cago en la mar! Y con el megáfono se va por la calle y se dice "Por favor, no os asustéis, pero todas las plantas bajas subir hacia arriba". Y él hoy ha dicho mentira, y que venga que me lo cuente a mí a la cara, que estoy dispuesta a encararme con él. Con todo lo demás estoy de acuerdo con su discurso, y sé que el chico está muy afectado, no quiero ir en contra suya. Pero cuando ha dicho que nos habían avisado para que subiésemos a las plantas altas, eso te lo digo yo, que me muera en estos momentos que no nos avisó nadie. A mí no me puede decir él la red social, yo puedo tener móvil sin batería, puedo no tener el cargador bien, se me puede haber roto el móvil, puedo no enterarme de las redes sociales porque soy una persona ya con cierta edad. ¿Qué coño redes sociales? Tú coges un puto megáfono y te vas por la calle avisando a la gente. Yo no tengo ni DNI, llevo un pijama de mi de mi yerno, con decirte eso hasta. Mi ropa, cuatro cosas del río, que me quieren lavar huele tan mal que no me la puedo ni poner. Ahora tengo un autobús para ir a Alzira. Pero ¿cómo voy a ir a Alzira con esta ropa? Hemos perdido tres coches en casa. ¿Cómo voy a ir a vestir así para comprarme algo de ropa? ¡Pero si no tengo ni bragas, dios mío! Es que es así de gordo.

Esto ha sido para mí un acto criminal. Porque, al final de todo, si uno no está preparado para ser político y para llevar algo que no se presente, y me da lo mismo del color que sea. Me la bufa, si es de Compromís, de Vox o de la hija de su padre, me da exactamente igual. Pero si no están preparados por el amor de dios, no te metas, coño, que estás jugando con la vida de muchas personas.

Que yo no digo que otros no hubiesen hecho lo mismo, no estoy diciendo eso. No me estoy metiendo en política para nada. Me estoy metiendo en el sentido común, en el puto sentido común. Nos han asesinado a muchas personas sin más, y eso no se puede quedar ahí ni se puede olvidar. Que no sea una noticia de ahora. Yo quiero un compromiso que dentro de un mes nos preguntéis cómo estamos y si hemos recibido las ayudas y si nos han mandado esto o lo otro, que si nos han portado bien, yo quiero eso dentro de un mes y dentro de dos meses, porque yo me he quedado sin casa, mi casa en un año no se podrá habitar y yo tengo que buscarme un alquiler, yo no sé dónde voy a encontrar un alquiler, en Algemesí no hay alquileres por lo que está pasando ahora con los mercados. Entonces, ¿qué voy a vivir, con mi hija en el sofá todo el tiempo? Con 62 años yo duermo un sillón. Esto te lo digo de verdad porque ya que yo te he dicho que sí, que vengas y quiero contártelo, pido por favor, y lo pido encarecidamente, que por el amor de dios, esto no sea noticia esta semana, la que viene y la otra, y dentro de un mes se haya olvidado. Que no perdáis de vista el foco, que tenemos que llegar hasta el final.

Y no voto al PSOE. Pero sí que tengo que decir que Sánchez no es el primer responsable, el primer responsable es el señor Mazón, que estaba a las tres de la tarde en una comida y que llegó a las siete de la tarde, porque mi yerno es secretario de ayuntamiento, y en un ayuntamiento en el que gana el PP. Y la segunda de a bordo estaba desesperada a las siete de la tarde entrando y saliendo de la reunión porque el señor no venía. Y que no os cuenten mentiras, nos están mintiendo pero a lo bestia, y nos están tergiversando todo lo que quieren. Y eso yo sí que quiero que quede claro, porque es que estoy viendo barbaridades y estoy viendo culpabilidades, estoy viendo cómo se quitan las pulgas de encima, y estoy pensando, pero en serio, ¿no sería más digno dar la cara y decir me he equivocado? Pero ya te digo, yo, María Ángeles Pérez Botella, te digo que lo último que haga en esta vida me juntaré con quien sea, porque hay mucha gente dispuesta. Nosotros no somos cualquiera. Cuando Fernando VII, Fernando VII, un antepasado del Rey Felipe venía a Valencia y mandaba al válido, el válido del rey le decía "no tengo suficientes árboles donde colgar a los valencianos que se sublevan". Pues que sepa que aún quedamos valencianos de esos. Y esto no va a quedar así.

Víctor Olazábal

Subdirector de Hora 25. Antes fue corresponsal...