Guerra entre olivos: los colonos atacan la principal fuente de subsistencia de los palestinos de Cisjordania

Israel no está destruyendo sólo a base de bombas los cimientos de la sociedad palestina. Junto a los ataques constantes en Gaza y Líbano, y las redadas y disparos en Cisjordania, se suman otro tipo de acciones de acoso y presión para llevar al límite a los ciudadanos de los Territorios Ocupados. Un ejemplo de ello son los ataques que la ONU viene denunciando desde hace semanas contra las agricultoras, la mayoría son mujeres, que recogen aceitunas en Cisjordania.

"Recoger las aceitunas y hacer aceite es una referencia para toda la economía palestina, para la economía de las familias", nos cuenta desde Ramala la activista Soraida Hussein. "Los colonos atacan a las familias cuando van a recoger sus aceitunas para aterrorizarlos y para que dejen de ir a esas tierras". Después, los israelíes no sólo recogen los frutos, sino que se quedan con los campos y los olivos.

La recogida de la aceituna es un elemento vital de la economía de decenas de miles de cisjordanos

—  Jens Laerke, portavoz de la OCHA

Más de una decena de palestinos han sido asesinados en estos enfrentamientos desde que empezó la temporada de recogida a mediados de octubre, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés). Esta institución de la ONU detalla por ejemplo cómo una mujer de 59 años, madre de siete hijos, fue asesinada por soldados israelíes mientras trabaja en los olivos "sin presentar ningún tipo de amenaza. Los soldados israelíes la tirotearon sin aviso previo".

Más de 600 olivos han sido quemados o robados por los colonos, poniendo en jaque la subsistencia de miles de cisjordanos, cifras que se cuentan por miles si se suma el pasado año, ya que los israelíes presionan sobre la agricultura cisjordana con violencia desde antes incluso de los atentados de Hamás. Las aceitunas son el principal producto agrícola de Cisjordania y se calcula que como mínimo 1 de cada 4 residentes en ese territorio trabaja de manera directa o indirecta en el sector olivarero.

"Las mujeres tienen que enfrentarse con estos colonos", concluye Hussein, "muchas nos dicen que no quieren hablar de lo que pasa en sus casas, sino de lo que les pasa a sus olivos, que es de lo que viven".