El minuto de Héctor de Miguel definiendo la soltería que no te puedes perder: "Me paseo desnudo por casa"
El presentador añora "esa felicidad desbordante de los que tienen pareja"
Hora Veintipico | El minuto de Héctor de Miguel definiendo la soltería que no te puedes perder: "Me paseo desnudo por casa"
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Madrid
Para muchas personas, estar soltero es un mal insoportable; ser una "naranja entera" a veces no es suficiente, y la ausencia de compañía puede convertirse en un verdadero horror. La pareja aporta un sentimiento muy bonito, como es el amor, y aunque el amor propio debería bastar para mitigar esa falta, muchas personas no lo ven así. La soltería puede generar una gran carencia, y eso le sucede también al presentador de Hora Veintipico de la Cadena SER, Héctor de Miguel, a quien le falta, dice, “esa felicidad desbordante que emanan los que tienen pareja,” algo que le hace vivir en una “anarquía perversa”.
De Miguel reflexiona sobre la soltería con una música de violín que otorga cierta melancolía a su alegato y un tono tranquilo, apático, e incluso un poco triste, con el que transmite su mensaje. Además, lanza un llamamiento a los afortunados que sí han encontrado una persona que los aguante: “Cuidad a vuestras parejas, queridos, no vayáis a acabar como yo,” ruega De Miguel con gesto serio. Una carencia que cambia la vida de quien la padece le da derecho a hacer lo que quiera, y eso en muchas ocasiones lleva a comportamientos no excesivamente positivos, o al menos así sucede en su caso.
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Quequé ahora “se pasea desnudo por casa sin que a nadie le importe”; ha cambiado por completo sus horarios porque se “queda hasta las 4 de la mañana viendo partidos de Unionistas, reposiciones de Cuéntame y programas de subastas...” La noche solitaria lo deja vacío, sin compañía; no “tiene con quién compartir las trufas”, y aunque esto no sería especialmente malo en una situación normal, sí lo es en el estado de apatía de un soltero como de Miguel, que se “está poniendo fino” a comer sin que nadie le diga absolutamente nada.
Es tal la soledad que experimenta que ya no puede echarle las culpas a nadie: las típicas riñas de hogar sobre quién se ha dejado un vaso sin limpiar no existen, y “los pelos de la ducha” son solo suyos; no puede “culpar a nadie” de que estén ahí. Ni siquiera tener una piscina en la que bañarse le consuela, porque cuando se sumerge en ella, lo único que le acompaña es “la luna” y el abrazo de su “flotador en forma de flamenco”. Aunque el presentador es consciente de que esta es en realidad una situación normal, porque “no hay parejas para todos”, admite que esto también le hace sentirse útil, ya que “siempre hace falta un amigo soltero para acompañar a los que los dejan en su duelo”, permitiéndole ofrecer un servicio de “acompañamiento a divorciados” que considera muy importante para la sociedad.
Hora Veintipico #481 | Make Quequeras Great Again
16:20
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